Doble filo: Marialuz Albuja
Presentamos una selección de poemas de Doble filo, el más reciente libro de la destacada poeta ecuatoriana Marialuz Albuja, publicado por Editorial Renacimiento, España.
TREGUA
La voz de mi madre se esparce en la casa
me pregunta si voy a comer
si he lavado la ropa
si esta noche bebí demasiado.
A veces me mira por el cerrojo.
Es su forma de comprobar que aquí estoy
aunque me camufle entre los cristales
o me oculte en la orilla del piso.
La imagino llegar sin caderas ni espalda
sin los párpados en hilachas protegiéndola de la luz.
Puedo oír cómo exhala al marcharse
con la paz de saber que la muerte no es muro
y que el yeso en su cuerpo
es un río.
GEOLOGÍA DE LA FUGA
Vencida por el silencio
me convertí en el ansioso animal que no supo asentar la cabeza.
Fui la fractura que de todo me apartaba
perdí el instinto de raíz
y algunas líneas.
Un día, al fin, caí en el mar
con esta absurda pretensión de hundirme
pero las rocas sostuvieron mis fragmentos
y un viento de otra latitud me transformó el relieve.
A veces quiero recobrar mi condición de pluma
es tan difícil reanudar lo simple
hervir el agua, abrir la puerta, recostarse…
y aunque una piense que es posible
no hay regreso.
HAMBRE
Mamá un día preparó lengua acaramelada.
Nunca pensó que al esparcirse la panela
se regarían los deseos por las venas del jardín
tan lleno, entonces, de dolor y bichos muertos.
Un vapor súbito de sangre y de melaza
nubló su vista y agitó la ubre enterrada del placer.
Jamás creí que iba a dejarme en este miedo pegajoso
la lengua fría, costra pura de la muerte
tan llena ahora de dolor e insectos vivos.
ESCAMAS
Me deslizo en la oscuridad junto al río que crece
para así resguardarme de toda furia
de la rabia del hombre que estuvo a mi lado
de la mía propia
de la del padre
de la de dios.
Si me quedo en silencio
tal vez el amor se detenga por mí
camuflado en su piel de elefante azul
pero no iré con él porque el río habrá entrado en mi sangre
con la mansa osadía de un pez.
VÉRTIGO
Mi especialista me aconseja ser la Venus de Tiziano
mientras me mira sobre un lienzo que no existe.
Que no me deje desplomar, dice, en mi duda
que si algún día… (esa es la parte que no escucho)
sus ojos tocan mi zumbido
sus gestos silban en mi frágil caracol
entre los huesos que desbordan el canal del laberinto.
Ruedo hasta el piso en un millón de ruidos verdes
clavo las uñas en su piel
consigo anclar.
***
MARIALUZ ALBUJA BAYAS
Quito, Ecuador. Ha publicado los poemarios Las naranjas y el mar, Llevo de la luna un rayo, Paisaje de sal, La pendiente imposible, Detrás de la brisa y Doble filo, así como las novelas En caso emergencia (no) rompa el vidrio y Maura. En 2017, la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras, Madrid, le otorgó el premio Dámaso Alonso en la categoría Creación Literaria. Obtuvo mención de honor del premio César Dávila Andrade de poesía (2012), y ganó el premio de poesía del Ministerio de Cultura del Ecuador (2008). Sus dos novelas obtuvieron el premio nacional Darío Guevara Mayorga a la mejor obra publicada en su categoría (2017 y 2019, respectivamente).