Lo que queda entre las manos
Lo que queda entre las manos de Alejandro Cortés González
PALABRAS PARA INICIAR UNA FIESTA DE LA PALABRA
Por José Luis Díaz-Granados
En este libro titulado Lo que queda entre las manos. Antología poética, 2012-2023, Alejandro Cortés González reúne lo más representativo de su labor creadora en lo que va corrido de la segunda década del siglo XXI.
Además de ser un lector juicioso y minucioso desde que se inició en este noble oficio literario, llama la atención la asiduidad con la que elabora su construcción poética a través de un lenguaje coloquial muy suyo, que en ocasiones asalta los más audaces andamios experimentales, rasgo poco común en la tradición lírica colombiana.
La poesía de Alejandro Cortés González está concebida con una verbalidad directa y sencilla, sin poses ni ornamentos superfluos; poesía conversacional no exenta de ironía, siempre cargada de novedosas imágenes con las que reedifica el diario vivir, y que, además, se muestra muy crítica del adocenamiento y la medianía con que muchos autores atraviesan las confusas avenidas de la creación artística.
La presente antología está conformada por textos de cada uno de sus libros de poesía impresos (más diez poemas inéditos), ubicados en seis secciones de diez poemas, que comienzan con su producción más reciente, Lo que queda entre las manos (que le da título al volumen) y que finalizan con muestras de Pero la sangre sigue fría, su ópera prima en poesía publicada en 2012. A los ya citados se suman El álbum púrpura (2021), Almanaque Bristol 1987 (2019), Instantáneas dominicales (2019) y Sustancias que nos sobreviven (2015).
En todos ellos, el lector podrá apreciar una permanente cadena de sorpresas donde lo asalta la curiosa fascinación de hallar improntas con las que el poeta va recreando sus vivencias cotidianas, experiencias mentales, penetrantes e inusitadas observaciones y asuntos de variada índole que unos tras otros van siendo revelados por obra y gracia de ese lenguaje singular que caracteriza la poesía de Alejandro Cortés González.
Cada línea estampada en este libro es como una oleada de alegría y libertad que nos lleva de la mano a la fiesta perpetua del vivir, luego de diez años escribiendo debajo del agua… cuando el sol se eleva por mi cara como una bandera de alpinista / que la madrugada clavó en el pico del cielo...
El poeta imagina fulgores y prodigios para dinamizar la aventura de la vida, como los quehaceres de una mujer que colecciona tarros hasta encontrar uno donde ponernos y olvidarnos del todo, si es que nos falta un pedazo…
El hacedor de sueños y bagajes que es Alejandro Cortés está aquí y allá, instalado en un sueño o en cualquier territorio, listo a emprender de nuevo la conquista de un instante, con sus amigos, en la sala de lectura Gabriel García Márquez de la Biblioteca El Tunal, allá donde nació La Raíz Invertida, o afuera, entre los árboles, donde se indaga a sí mismo sobre el amor que no necesita de gente / mucho menos de este poema, y donde apacienta su verbo meditando acerca de su faena literaria.
Luces, sombras, silencios, coros de rock, música clásica, gritos, tiempos, palabras, geografías, seres solos flotando entre nebulosas blancas y agujeros negros, mientras se escucha aquella canción que no pudimos tocar en el colegio…
Entre ritmos diversos transita una poesía llena de emociones vivas y nostalgias agónicas, entre autores, ardores y motores de belleza hasta el último trago bebido una noche cósmica en alguna desordenada galaxia.
Alejandro escribe, reescribe, describe, recrea, se sorprende, se reta a sí mismo, se derrumba y torna a levantarse para inaugurar dimensiones insospechadas e incentivar palabras contundentes para la inauguración, estancia y conclusión de cada poema. Nos revive cómo un niño suena el timbre en las puertas vacías para después huir… ¿Para qué? Pues para que la soledad no lo alcance…
Está, pues, impresa y definitivamente instalada en esta antología, lo mejor de la palabra poética de este singular poeta bogotano. Resulta imposible para el buen lector, sustraerse de la identidad con que el autor nos hace cómplices de cada ensoñación particular con la que sabe componer sus estrofas o sus canciones musicales, tanto en sus instantáneas de los domingos como en las sustancias que le sobreviven, en semanas en las que hay días en que de repente / nos abandona el alma / y quedamos solos hasta de nosotros mismos / sin ni siquiera saber / donde poner la soledad, porque a veces se trata de ir desnudos y secos / arrojarse una noche / y romper a pedradas el amor ese lunes festivo, que no es otra cosa que un domingo prolongado con doble melancolía de las seis de la tarde…
O los espectros de esa guerra sucia que jamás termina ¡Ay Dala!, donde borda con hilos de sangre banderas sobre el féretro del entrañable ángel de cristo negro.
Lo que queda entre las manos, esta afortunada antología poética donde Alejandro Cortés González estampa su marca personal, única e irrepetible, en el alma de innumerables e impredecibles lectores y lectoras de Colombia y del mundo, es un libro de su tiempo, bisagra multicolor entre dos siglos, henchido de poesía hermosa y diáfana escrita en medio de un mundo enajenado y caótico, poesía viva y vibrante, siempre mágica, traslúcida y reveladora de los oscuros fulgores del ser humano en todas las circunstancias y en todos los tiempos.
De LO QUE QUEDA ENTRE LAS MANOS
(Poemas inéditos, 2023)
LO QUE QUEDA ENTRE LAS MANOS
He pasado más de diez años escribiendo debajo del agua
tratando de escuchar mis respiraciones
de no asfixiarme con el aliento del mundo
y de hacer que me alcance el aire
Escribir en piedras y paredes de algas
Las mareas se encargan de despegar las letras
y llevarlas a no sé qué lugar
Como un tiburón blanco que escucha con la piel
recibo ecos
mares lejanos desde donde vibra el latido de alguna palabra
La década se diluye en instantes
120 meses
3600 cuadritos para guardar la gota de un día
Secuencia líquida desde un monstruo de mar hasta una noche púrpura
La superficie del océano es cálida
Quiero quitarme el frío de las profundidades que arrastro en los pies
Oigo risas de niños en la playa
Henry, Diana, Hellman, Jorge, Fede y los demás amigos de una década
deben estar allá arriba nadando y tomándose fotografías
No teman
No soy el señor Burns
No soy esa clase de monstruo
En verdad les traigo paz
Les traigo amor
Saco las manos del agua llenas de poemas
pero en la vida todo se diluye
El tiempo existe para pasar por nosotros
y dejarnos únicamente las huellas de su paso
Así que disculpen
Después de diez años sólo puedo entregarles
lo que queda entre las manos.
UNA MASETA BOCABAJO EN LA BIBLIOTECA EL TUNAL
Hay una señal de silencio
en la sala de lectura Gabriel García Márquez
El agua alrededor refleja el sol en las paredes
La piedra tibia florece al titilar
En esta biblioteca nació La Raíz Invertida
Tres muchachos tuvieron en el pecho una maseta bocabajo
Y nos fueron convocando
nos hicimos amigos
Duendes de viejos abrazos resuenan en el aire cálido
El gusto de conocer a alguien sólo se da la primera vez
Luego ese halo místico
ese embrujo de los primeros días
se difumina en tonos violáceos de gratitud y simpatía
por talleres, revistas, encuentros, festivales
para que la poesía vibrara más allá de las bibliotecas
donde promotores como Henry
como Hellman
como Jorge
sonríen al ver a un obrero leyendo poemas
en la sala Gabriel García Márquez
mientras todos hacemos silencio
y una grieta de sol
como una raíz que nace hacia arriba
crece en la pared de atrás.
A los caballeros de La Raíz Invertida
en su aniversario el 21 de octubre
De EL ÁLBUM PÚRPURA
(2021)
UN HOMBRE RUDO CAMINA COMO SI ESTUVIERA
EN UN VIDEOCLIP DE GUNS N´ ROSES
Hay hombres que pasean con pitbulls y rottweilers para verse rudos
Pero un hombre rudo
realmente rudo
enciende un cigarrillo mientras arrastra por la cola a un cocodrilo africano
Un hombre rudo camina como si estuviera en un videoclip de Guns N´ Roses
y al final se da el lujo de amedrentar a Axl Rose
Un hombre rudo tiene un nido de zarigüeyas en la rueda del hámster
y se afeita la barba con una barba de abejas
La casa de un hombre rudo tiene un puma sobre el tejado
un tiburón en la bañera
y pirañas en el agua de los baños
El garaje de un hombre rudo tiene una jaula de águilas calvas
que se alimentan de gatos
que se alimentan de canarios
que se alimentan de las tarántulas
que en cada esquina tejen una red
Un hombre rudo no es un tigre en la cama
Tiene un tigre en la cama al cual golpea antes de hacerle el amor a una mujer
y termina con un grito de diez segundos al estilo de You Could Be Mine
Un hombre rudo se abriga con bufandas de piel de boa
sin matar la boa
Y en venganza adánica la obliga a tragar manzanas
Cuando un hombre rudo saca la leche de la nevera
es porque en la nevera tiene a una búfala pariendo
Un hombre rudo camina descalzo sobre su alfombra de piel de oso
aunque el oso todavía esté usando esa piel
Un hombre rudo mira al miedo a los ojos
y hace que el miedo tiemble de miedo
Un hombre rudo tiene…
La casa de un hombre rudo tiene…
El garaje de un hombre rudo tiene…
Hollywood nos ha enseñado que la rudeza de un hombre
está en tener
Y no sé qué más decir de un hombre rudo
No conozco personalmente a ninguno
y creo que cualquier persona se alejaría de él
Excepto Chuck Norris
Porque Chuck Norris tiene un afiche de Schwarzenegger en su habitación
y ese sí que fue un hombre rudo
dentro y fuera de Hollywood
Él fue el gobernador más rudo que ha entrado a un salón de belleza en Texas
para que una mexicana que trabajaba quince horas diarias
sostenía a su familia y enviaba dinero a Guadalajara
una mexicana
realmente ruda
le arreglara el pelo
y le hiciera el manicure.
CIRCULAR INFORMATIVA EN LA SALA DE TATUAJES
Al comenzar su tatuaje, es conveniente que retenga la sensación de la aguja pasando por las zonas más sensibles, para así elevar el umbral de dolor. De este modo, cuando la aguja toque una zona de mediana sensibilidad, usted podrá decir “Es suave; puedo soportar más”. Y cuando toque una zona de mayor sensibilidad, usted podrá decir “No hay problema; ya he experimentado este dolor”. Y cuando pase por una zona ultrasensible por la que nunca antes había pasado, usted podrá decir “Bueno, esto va a elevar mi umbral de dolor. Lo que venga después será poco en comparación a esto”.
No le vamos a mentir: esto va a doler. Pero si usted tiene en cuenta las anteriores recomendaciones y eleva su umbral de dolor, su experiencia será más satisfactoria. Recuerde que un tatuaje es una cicatriz con la forma de algo que apreciamos. Igual que el amor. Y de eso se trata… de no salir ilesos, de quedar marcados en un rito memorable y sin anestesia. De no contener el amor para evitar dar más amor, y todo su saldo de agujas y algodones sangrados que nos comprueban que una vida pasó por nuestro cuerpo, bien sea en la habitación de un hotel o en la sala de un tatuador. Al fin y al cabo, tanto el amor como los tatuajes, son asuntos de piel.
De ALMANAQUE BRISTOL 1987
(2019)
ALMANAQUE BRISTOL 1987
Enero existía para acompañar a mi abuelo a comprar el Almanaque Bristol y el veneno para las hormigas en el centro de la ciudad.
Luna creciente
Hoy va a llover
Los números de la suerte se ordenan con los signos del zodiaco
Los planetas se alinean con la posición de las hormigas
Eclipses:
Penumbral de luna para el 24 de mayo
visible en el último nocturno de José Asunción
Notas sobre la pesca:
Las hormigas no llegan hasta el pescado de la nevera
Notas sobre las mareas:
Cada pez muerto deja una ola huérfana
Tragicomedia en ocho cuadros:
La hormiga tiene una vida más que el gato
¿Sabía usted que
el Agua de Florida quema la piel de los insectos?
Curiosidades:
Mijo, recuerde que la buseta número 35 nos deja detrás de la casa
Mi abuelo devoraba todo lo que tuviera que ver con Francia, aunque sólo la vio a través del almanaque, la enciclopedia y un viejo diccionario.
Repita:
Lundi
viene de luna
y Cruasán es luna creciente
porque hay astros que nutren el pan
Mardi
viene de Marte y Marte de la guerra
La toma de la Bastilla ocurrió un martes
cuando Marte salió de Capricornio hacia la ira del sol
Mercredi
Praga es la capital de Checoslovaquia
Belgrado es la capital de Yugoslavia
Moscú es la capital de la URSS
Y si mañana en el examen de francés le preguntan algo que no sepa
responda Excusez-moi, Je ne me souviens pas
Jeudi
aujourd’hui il va pleuvoir
y no hay lluvia de la que no nazca un poeta
Vendredi
En las casas del centro de Bogotá
el tiempo ha detenido a la muerte
El centro es lugar de almanaques y venenos
Samedi
¿Sabía usted que
Francia eliminó a Brasil
el sábado que Platini cumplió 31 años?
Dimanche
Acuéstese temprano
Mañana lo despierto para llevarlo a estudiar
Todavía hay quienes comenzamos el año con un ritual de almanaques y venenos, y caminamos sin compañía por el centro de la ciudad.
Enero en calma
poco a poco galopa caballos de marzo
Y la ciudad pierde esa amarga belleza de las cosas solas
Ojalá llueva
A esta ciudad de agua la rige el santoral de acuario
Ojalá llueva
y que enero se ponga sin miedo sobre las cabezas
Enero es el estado gaseoso de las cosas
la victoria silenciosa de una hormiga
el último mes de mi abuelo
el comienzo de un giro alrededor del sol
Tiene el almanaque una nota sobre países que ya no existen:
Adiós Checoslovaquia
Adiós Yugoslavia
Adiós uniforme rojo con las letras CCCP
en el pecho de la selección de URSS
Notas sobre la pesca:
Si Poisson es pescado y Poison es veneno
en Francia se come a una S de la muerte
Curiosidades:
Yo vivo solo en el centro
y madrugo a estudiar francés
Cada enero busco veneno aunque no tenga hormigas
y compro el Almanaque Bristol como tratando de agarrar el tiempo
Ríase si quiere
pero casi lo logro
porque agarro la mano de mi abuelo
al otro extremo de mi mano de niño
- Abuelo, ¿cuál es la buseta que nos deja detrás de la casa?
- Ninguna, mijo. Ya el siglo se ha puesto de espaldas.
PUBLICIDAD PARA EL AFAMADO TRICÓFERO DE BARRY
Existe hoy una muralla entre los dos.
¿Por qué?
Porque ella abandonó el cuidado de su cabellera,
perdió los atractivos que la embellecían
y mató un afecto que pudo ser la felicidad de su vida.
Igual cosa puede pasarnos a todos, hombres y mujeres.
Conserve la hermosura de su cabellera,
combata tenazmente la caspa con el uso diario del afamado
Tricófero de Barry.
Anuncio en el Almanaque Bristol de 1932.
Un hombre y una mujer se amaban
El anuncio dice que ella tiene caspa
Yo digo que él también
Ellos ya no se tienen el uno al otro
La caspa es lo único que ellos
que se quisieron tanto
tienen en común
El Tricófero de Barry combate
-no elimina-
el amor que queda entre él y ella
Combate sin eliminar
Él y ella que tanto se amaron
despiertan con la almohada llena de pequeñas estrellas blancas
Soñarán acaso que van por el espacio
y que en algún momento tienen la posibilidad de eyectar
-eyectar, no eyacular-
a su pareja fuera de la nave
y lo hacen
y regresan solos
con una carga de estrellas blancas en el pelo
Cuando despiertan ahí está su pareja
Se levantan y sobre la almohada quedan las diminutas estrellas
Nadie deja a un ser amado por tener caspa
Pero si ya no lo aman
hasta la caspa puede ser un buen motivo para gritarle
¡Vete!
No te quiero ver más a ti
ni a tu almohada cósmica
Entonces él y ella se alejan
con dolor
con vergüenza
con melancolía futura
y con una piquiña en la cabeza
que ningún corazón roto puede aguantar
Así que aplícate el afamado Tricófero de Barry
que combate
-no elimina-
y te puede alejar de la cabeza esa galaxia de estrellas blancas
sin devolverte el amor
¡Úsalo!
No sabemos qué significa Tricófero
no sabemos quién fue el tal Barry
no fuimos publicistas en 1932
pero hoy
tampoco sabemos nada nuevo del amor
ni del universo
ni de su lluvia blanca sobre las cabezas de los hombres
¡Cómpralo tú!
Yo ya no tengo amor
ni pelo
así que estoy libre de toda caspa.
De INSTANTÁNEAS DOMINICALES
(2019)
UN POEMA EQUIS
Se trata de ir desnudos y secos
Arrojarse una noche
y romper a pedradas el amor
Dos piedras que se lanzan veloces
la una contra la otra
El choque no es un encuentro
sino el momento de dispersarse
Y cada una continúa la trayectoria de su línea recta
gradualmente más lejanas
como las dos diagonales solitarias que trazan una X
No se llevan nada la una de la otra
Ni rastros del choque
ni de la membrana que rompieron a pedradas
Tal vez falten algunos sedimentos de arcilla
que ninguna va a extrañar
Pero eso es todo
Un choque
una explosión
una distancia
un equis en la vida de alguien
El movimiento de dos líneas rectas
que en un mínimo punto se deciden cruzar
Por eso sexo se escribe con X
y XXX no son muchos encuentros
sino muchas distancias
Se trata de ir desnudos y secos
No dejar lugar
para que algo
se te pueda pegar.
MAQUILLAJE
En la mirada de cada mujer fría
hay una niña congelada
Las máscaras tienen la medida de las heridas.
De SUSTANCIAS QUE NOS SOBREVIVEN
(2015)
PARA SOBREVIVIR LA CASA
La casa está cerca de un lago que ya secaron
y de un paradero al que los buses dejaron de venir
Cerca está la vía férrea
por la que nunca vimos pasar el tren
Nacimos en hospitales que ya no existen
Nos perdieron las calles cuando cambiaron de nombre
Desconocimos el colegio cuando cambió de dueños
Cuesta ubicar con precisión la casa de los primeros amigos
Recordar la anterior fachada de la iglesia
o cómo era el columpio que colgaba del árbol
antes de que la tentación de los edificios
lapidara la infancia del barrio
Un amigo que ya no visito
decía que la casa de un hombre
debe estar cerca de todo lo que le habita
A nuestra casa
la que tiene en la ventana el cartel de una inmobiliaria
la rondan las demoliciones
la sobrevive este poema
y la habita
todo lo que perdimos.
HOME SWEET HOME
Los sábados durante mi último año de colegio, recorría discotiendas en busca de música de Mötley Crüe. En un almacén del barrio Galerías encontré en acetato Dr. Feelgood, su álbum más reciente. Anduve las calles del centro, desde la diecinueve hasta la veinticuatro, y conseguí Girls, girls, girls también en acetato, Too fast for love y Shout at the devil en CD, y por encargo, después de dos meses de trámites de importación, Theater of pain en casete. Tan pronto lo tuve en mis manos lo metí al walkman. La quinta canción del lado A era mi favorita: Home sweet home. Me notó tan feliz el vendedor, que me regaló dos afiches de la banda. Mi papá los vio pegados en la pared de mi cuarto. Vio los acetatos. Los cedés. No entendió lo del maquillaje glam. No le gustó eso de gastarse la plata de las onces en música, como si la ausencia de música no dejara más vacíos que el hambre. Lo rompió todo, hasta la tarjeta del almacén de Galerías. Pasé el resto de sábados del bachillerato lavando las paredes de SU apartamento, escuchando en mi walkman el único casete sobreviviente y aprendiendo que Home sweet home, es una canción de despedida.
De PERO LA SANGRE SIGUE FRÍA
(2012)
MONSTRUO DE MAR
Para matar las horas de pánico durante las tormentas
algunos navegantes recuerdan sus amores impracticables;
acompañan la lobreguez torrencial
con órdenes burladas y litros de vodka.
El más joven de los marinos hace el servicio de mesa,
improvisa la etiqueta con las copas robadas
de la recámara del capitán,
y parece que lo hace bien
porque todos sentimos que una nueva música
estaña las voces guturales del mar.
La mesa de los que recuerdan sus desengaños
consume más rápido su licor.
Yo prefiero estar en la mesa del fondo
y reír de la angustia que no me corresponde.
Esta tormenta,
donde los océanos navegados abren su mandíbula
y el loco que ve monstruos de mar
me acusa de tener la frialdad de uno de esos reptiles,
puede ser nuestra fiesta de despedida.
Él ve en mí una especie de lagarto
que aguarda días, semanas y meses por una presa,
para no compartir en su pantano.
Un engendro mimético
que se camufla en la fastuosidad de su víctima
y la desgarra de un solo bocado;
reptante sin manada,
asesino que ríe porque no encuentra su sombra.
Eso explicaría el porqué no temo a quedar a la deriva
en un océano para el que soy anfibio,
el porqué mi lengua bífida inmoviliza otras especies,
el porqué mi sangre mantiene su hielo sempiterno,
el porqué tomo el sol de la mañana y ataco en las noches
sentado en la mesa del fondo.
Amanece.
El mar se calma.
Entra el sol desde la proa
y encuentra a los que recordaron sus absurdos sentimentales,
ebrios de vodka y de atrición.
La tripulación despierta.
El júbilo del sobreviviente les calienta las venas.
Se abrazan a la esperanza de seguirse sumergiendo.
Yo los abrazo,
pero mi sangre sigue fría.
EL PRIMER OFICIO DEL DÍA
Poesía es un desempleado que lleva a un niño al colegio.
La mano que protege y la mano que redime,
se unen y se transmiten silencios.
El niño no habla de los libros que le faltan.
El adulto no habla del empleo que no ha conseguido.
La poesía es omisión.
La calle, un río crecido.
Antes de cruzarla se aprietan las manos con más fuerza,
para que nunca se vayan a soltar.
Poesía es un desempleado que lleva a un niño al colegio.
Es la fábrica ausente,
es el libro no leído.
Poesía es caminar de la mano con la promesa de nadie.
ALEJANDRO CORTÉS GONZÁLEZ
Bogotá, 1977. Poeta, narrador, músico, editor, gestor cultural y director de talleres literarios. Autor de los libros Notas de inframundo (Novela, 2010), Pero la sangre sigue fría (Poesía, 2012), Sustancias que nos sobreviven (Poesía, 2015), Del relámpago nacerán luciérnagas (Novela, 2018), Instantáneas dominicales (Poesía, 2019), Almanaque Bristol 1987 (Poesía, 2019), El álbum púrpura (Poesía, 2021), Todos los diablos tienen sed (Cuento, 2022), Lo que queda entre las manos (Antología poética, 2023) y El señor notario (Poesía, 2023).
Ha obtenido, entre otros, los siguientes reconocimientos: Premio Nacional de Literatura de la Universidad Central en las categorías Novela (2009) y Cuento (2011). Beca de Circulación Internacional para Creadores del Ministerio de Cultura (2013), con la que participó en el VII Festival Internacional de Poesía en París. Primer puesto en el VI Concurso Nacional de Poesía UIS (2014). Ganador de la Beca de Publicación de Obra Inédita del Ministerio de Cultura (2019). Finalista del X Premio Nacional de Cuento La Cueva (2022). Ganador del Premio Subterránica a mejor publicación física de rock en Colombia (2022). Ganador del I Premio Iberoamericano de Poesía José Santos Chocano (Perú, 2023).
Ha sido invitado a encuentros literarios en Suramérica, México, Francia y Canadá. Es músico de Grave Compañía, director de talleres de creación literaria, director de la Fundación Trilce, coordinador del espacio cultural Trilce en La Galería y del Café literario de la Biblioteca Luis Ángel Arango, en Bogotá.