Inés Manzano
En el asombro
No era aún la estación de la sangre
Nosotros
no debimos saberlo
en el asombro del recreo
pero ellas tomadas de la mano
dibujaban
dolorosos rubíes por sus piernas
un camino de joyas
desprendido
del fruto lastimado
No debimos saberlo en el recreo
Todavía no es la estación de la sangre
y ya estamos perdidas en un bosque
Mamá cómo decirte
que este animal que nos descorazona
es el mismo que enreda
tu corazón a un yugo
cada noche
y que en nosotras un día y otro
día y otro día
horada un desfiladero que nos duele
para ocultar su filo
Aunque no sea la estación de la sangre
él la hace restallar
en las paredes de los muslos
Mamá cómo decirte
tu amor nos amordaza
La trampa está en sus besos
que bajan de la frente
desde el ombligo bajan
y enhebran una hilera
de cristalitos rojos
ahogados en veneno
detrás de su saliva
Mamá un padre
cazador
nos acorrala
y somos
animalitos ciegos
sangrando en el recreo
Sin tenerla
El ilford satinado no escapa a su congoja
Bruscamente
se ha salido de foco
Ya no sigue aferrado a la maestra
ni a la forma instintiva
en que ella
le cubre la cabeza con las manos
Diciembre
y su pecho es un ahogo de tristeza
Mi padre es ese nene
Huérfano de mi madre
se ha salido de foco
Bruscamente
se arranca el delantal
y se arranca
el aire que respira
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Inés Manzano: Nació en Buenos Aires, Argentina.Poeta y maestra bibliotecaria. Organiza el ciclo Interiores: poetas del país; cuyo objetivo es difundir las diversas poéticas que se dan en todas las provincias de la Argentina.