64. Oscar Estévez Lizarazo
Selección y comentario de Danny Yesid León
Oscar Estévez es un poeta observador y sincero. Basa su cantar en la exactitud y la pulcritud de la palabra, sin recurrir a un lenguaje rebuscado y grandilocuente. De ahí que en su obra se decante, vocablo a vocablo, la perfección de la imagen recobrada del mundo. Por supuesto, dicha imagen, es para Estévez la posibilidad de poetizar sobre lo inconmensurable: el cielo, las montañas, el viento, la muerte; así como también sobre lo ínfimo, aquello que pareciera carecer de importancia. De ahí que uno de los motivos trascendentales en su obra sea, precisamente, lo mínimo: un escarabajo, una libélula, las hormigas, la crin de un caballo. Sin embargo, esto no repercute en la bastedad de lo que enuncia, dado que siempre hay en sus versos una suerte de sabiduría, de revelación, inherente a la poesía orquestada desde un sentir más profundo. Oscar Estévez es, sin duda, un gran artesano de la palabra y el silencio.
De Ojo vacío (2010)
***
Un escarabajo diminuto
inicia su vuelo desde lo alto de una hierba
Reflejados en su metálica joroba
el sol mi rostro la verde vastedad
se deshacen en un breve zumbido
para siempre.
***
Nueva casa casa vacía
Inútil imaginar la tristeza de sus antiguos habitantes
al abandonarla para siempre
Viejas grietas en el muro ¿seguirán allí cuando
me vaya?
Los que la habitarán después
¿compadecerán mi inútil esfuerzo ahora que
para la sombra planto este pequeño sauce?
***
Rígido sobre la hierba
yace un pájaro nocturno
Una gota de agua brilla
en el cuenco vacío de su ojo
***
Esta aventura de palabras prestadas que termina en
poema
es igual a esa cosa muerta con forma de pájaro
pero que ya no es el pájaro
y de cuyo ojo vacío entra y sale un ejército de
hormigas
***
Alguien que no conozco
enloquecido
sigue leyendo mis poemas
con espejos
De Viento desbocado (2013)
***
Cierro mi puño y trazo pájaros negros
y los lanzo allá
entre las cañas que me adormecen
Pero dime
qué hambre sacian
esos bambúes que mece el viento
qué sed ese viento remontando cuervos
***
Una crin del caballo se mece en la cerca
oxidada
Tres palomas oscuras agitan la niebla
Una libélula duda en el estanque
Allá lejos la montaña
le pone voces a mi sueño
***
Un insecto mueve sus largas antenas
Frío el viento se demora en mis labios
Es bello el gusano en el pico del pájaro
Este sueño es muy largo— me digo—
Yo parpadeo
El aire inagotable entra y sale de mi cuerpo
***
ANOCHE SOÑÉ que era un astrónomo persa.
Entraba a la Mansión de la Luz acompañado de
Li Po y Anacreonte.
Bebimos vino hasta embriagar nuestros cuerpos
inmortales. Nada nos perturbaba. Cada quien
había llevado lo que necesitaba: su sombra,
una copa, la luna y una mariposa encerrada
en el tronco hueco de un árbol
***
WANG WEI pasea por las montañas. El invierno
es cruel; tal vez por eso, en mi sueño,
me sorprende su decisión de abandonar el hogar.
Quizá necesita pensar en otra cosa,
quizá sólo así pueda descifrar ese último verso,
ese huidizo verso que elevará su inconcluso poema
a la altura de las obras inmortales.
Camina lento, cavilando, pero no lo suficiente
como para abstraerse del mundo.
Desconoce lo que busca, siente la necesidad
de encontrar algo que nunca ha visto. Se aparta del sendero,
atraído por la visión de un arce deshojado.
Bruscamente se detiene,
lo sorprende la huella de un tigre en la nieve.
Piensa en regresar –la fiera aún puede estar cerca-
pero se lo impide un impulso irrefrenable,
el deseo de imprimir su nombre junto a la misteriosa huella.
Mientras lo hace, le invade la beatitud que prodiga
el poema recién terminado.
Regresa a la choza y arroja al fuego el rollo que contiene
su poema inconcluso, su imperfecto poema hecho de signos
que sólo pueden descifrar los hombres.
Oscar Estévez Lizarazo. Bucaramanga, 1978. Autor de los libros de poesía El sopor de las hojas que tiemblan, 2002, SyC Editorial; Ojo vacío, 2010, Ediciones UIS y Viento desbocado, 2013, Ediciones UIS. Miembro del Taller de Literatura Umpalá. Ganador de los concursos nacionales de Poesía Si los leones pudieran hablar, Casa de Poesía Silva, 2008 y Café Con-Verso Ciudad de Bucaramanga, 2012. Finalista del Concurso Nacional de Minicueto: 200 años, 200 palabras, Relata Cucuta en 2010. Poemas suyos han sido impresos en la Revista Golpe de Dados, Revista Auditorio, Revista Umpalá y el diario Vanguardia Liberal. Concluyó estudios de Ingeniería Electrónica en la Universidad Industrial de Santander y es Licenciado en Estudios del Asia del Este e Historia de la Universidad de Montréal.