Revista Latinoamericana de Poesía

Revista Latinoamericana de Poesía

post

Carmen Alicia Pérez



A continuación, presentamos una selección de poemas de Carmen Alicia Pérez (Cereté, Colombia). Licenciada en lengua castellana, especialista en gerencia de proyectos, poeta, dramaturga, gestora cultural. Textos de su autoría han sido publicados en medios impresos y virtuales de carácter local, nacional e internacional. Ha participado en importantes eventos literarios, como la Feria Internacional del Libro de Bogotá, el Encuentro Nacional e Internacional de Mujeres poetas de Cereté, Festival Internacional de Poesía de Medellín, Festival Wine and Poetry (Chile) Encuentro Iberoamericano de poetas (Salamanca) entre otros. Ha sido miembro activo de innumerables colectivos artísticos, ganadora y finalista de diferentes certámenes literarios y culturales, jurado de varias convocatorias de proyectos culturales y literarios. Coordinadora de la Biblioteca Pública Municipal de Cereté. Libros publicados: Silencio en el espejo (2020) Poemas de la Sed (2023) Obras inéditas: Árboles de piedra (poesía) La Casa (teatro) Olvido (cine) El círculo (teatro) Burdel poético (teatro).

 

 

 

LA ABUELA Y LA CASA

 

A Carmen Alicia Fernández, mi abuela.

 

 

Entrar a la casa era como entrar al corazón de la abuela

fácil al principio y espinoso al finalizar el pasillo

siempre una pared al fondo imposible de derribar

A la casa entraron maromeros y bufones

vendedores de versos y de uñas de papel: el abuelo

Las abuelas no podían rechazar ningún obsequio

así entraron después los 16 hijos, la pobreza y el dolor

pero la abuela hacía correr leche para los niños hambrientos

aunque sus pechos estuvieran secos como los arroyos del pueblo

Los hijos la rodeaban como el ganado en un potrero

tratando de construir un árbol contra las tempestades

 viento arreciaba con fuerza sacudiendo las ramas

los hijos caían como los frutos y las hojas

                                   sin certeza de salvación o de refugio

porque eran muchos

                         porque la abuela era un árbol que solo tenía raíces

Entrar a la casa de la infancia

                                             era entrar al corazón de la abuela

lleno de recuerdos y refugios cálidos

                                      de minúsculas sonrisas y sueños menudos

de un silencio tierno y nostálgico a la vez

La abuela parecía estar cosida con hilos de silencios

los hilos salieron de su cuerpo

                                                       y me taparon los ojos al nacer

pero mi voz fue rebelde, acumuló los gritos de la abuela

                                                                          y destruyó los hilos.

 

 

 

LA ABUELA ERA LA CASA

 

La abuela era la casa de madera incrustada en la montaña

bastaba adentrarme en ella para no sentir frío en las alturas

también era la hamaca y la silla en un patio del caribe

donde me arrullaba escuchando historias con la frente sudada

el tejido de la colcha de retazos

                                                     —refugio contra los relámpagos—

La abuela era la casa grande de muchas habitaciones

                                                  que aguardaban las risas de los niños

las paredes de árboles frutales donde el hambre se ahuyentaba

La abuela era la casa grande en la que me refugiaba de las tempestades

sin ella quedé expuesto, sin casa, y los rayos me han penetrado

 

 

 

MADRE

 

Madre me despertaba cuando mi mirada

se extraviaba en las alas caídas de las mariposas

y en los recovecos de una palabra a punto de nacer

De niña le escribía cartas

cuando los hilos de silencio apretaban mis labios

y decir amor era una palabra impronunciable

Tocaba removerla de las entrañas

para plasmarla en las paredes de la casa

Aún custodia mis cartas como los abrazos de mi alma

                                                                     su otra hija

Madre evitaba que el mundo me corrompiera

cerraba la casa grande para ahuyentar

                                                        los sonidos del miedo

La puerta quedó abierta

y con ojos de inocencia enfrenté las fieras de la noche

Madre ha sido una mujer fuerte                                                      

un árbol frondoso que no se ha cansado de dar sombra

No sabe de poemas

y se ha estampado mis versos en su pecho

No entiende de poesía

y me ha llevado sopa tibia mientras escribo

Madre ha estado tan presente

que no se me ocurre imaginar mi vida sin ella

ni siquiera la lectura de estos versos como despedida

 

 

 

DEVORADO POR GUSANOS

 

Perturba el crepitar silencioso de las vértebras 

el eco intenso del derrumbe que se avecina

Duele este desgaste de mantener la firmeza diaria

este frío de ultratumba que se filtra por las fisuras

duele andar intentando sostener una sonrisa amorfa

la jaula de cenizas cimentadas

                                        corroídas por este río que soy

duele exhalar en la otra orilla, pero duele más detener

el curso del río represado en esta pila de huesos

¡Que se quiebre esta firmeza por la fuerza arrasadora del río!

¡Que sigan abriéndose fisuras y agujeros!

Que la carne es río, y el polvo, polvo

y juntos la masa perfecta para una nueva creación

No me avergüenzan los ridículos pasos de un cuerpo amorfo

Es inútil luchar por sostener un cuerpo que pronto caerá

¡Que se derrumbe! Total, ya antes había sido devorado por gusanos

                          esos machos cabríos tan podridos como mis huesos

 

 

ÁRBOL CENTENARIO

 

Entre las ruinas hallé tus ramas y un pájaro

                                          con ansias de volar.

Te observé arañar la tierra y arrancar la hierba para

desentrañar una palabra, una fragancia, una creencia

Hundiste tus ramas para convertirlas en raíces

y apresar el ave que agonizaba entre las piedras

cesando la fatiga del encuentro anhelado

Amar es una palabra difícil de encontrar

la hallaste y la arrojaste hacia el vacío

ya no era eso lo te quebrantaba la garganta

Te observé arañar la tierra con desesperación

y el pájaro entre las ruinas extendió sus alas

sigue hurgando en las entrañas, árbol centenario

quizás de tanto arar la tierra te encuentres a ti mismo

 

 

 

MISIONERO

 

Misionero, también he visto descender la misma estrella roja

y aquel ovni recorrer el firmamento ante nuestros ojos.

Los misterios del universo son tan infinitos

como los que trato de descubrir en tu mirada cuando me miras

Yo tengo una avalancha de preguntas

tu cierras la puerta en el momento justo y te vas

con esa paz que me acaricia el rostro

La lluvia ha logrado juntarnos, pero yo he perdido la fe

y ni siquiera entiendo la misión de la misión

Misionero, no juegues con mi impaciencia

no es solo la estrella la que arde

también la recurrencia del encuentro onírico

No juegues a fingir que no me conoces

imponiendo tu incandescente luz

Recuerda que para brillar también necesitas

de la vasta oscuridad que nos cobija

 

 

LA FE DE LOS CRISTIANOS

 

No hay nada más bello que la fe de los cristianos

Un hombre se ha arrancado los vellos de su pecho

no sabe dónde tiene el corazón

su hija ha perdido un ojo en medio de la guerra

la levanta aún sin fuerzas, sin flores en su pecho hendido

No hay nada más esperanzador que la fe de los cristianos…

Esperan la resurrección de los cuerpos inertes

la reconstrucción de las carnes

                                       sin tiempo, ni agujas para coserlas

No hay nada más inocente que la fe de los cristianos

esperan en la tormenta el arrepentimiento del villano

la apertura de una puerta para los lisiados en medio de la guerra

No hay nada más ilógico que la fe de un poeta

que tarda horas tratando de lograr un poema espeluznante

con la esperanza de ganarse el pan con el dolor de otros

No hay nada más absurdamente bello

                            que la esperanza de poetas y cristianos

que creen que la palabra salva

                                                  aunque sea lo único que posean

 

 

 

MAGIA

 

De niño te gustaba chapotear en las charcas de barro

jugar y reír sin estar pendiente del reloj

                                                    ni de las manchas en la ropa

¿En qué momento el tiempo nos robó la dicha de la magia?

Jugabas a la gallina ciega y el sonido de las risas

                                                   te hacía encontrar a los otros

Ahora sigues ciego, no hay alguien a quien buscar

                           ni el sonido de un corazón latiendo que te despierte

Girabas sobre tu eje, y luego en la penumbra, tus pasos eran certeros

No, no gritabas como ahora pidiendo ayuda

                                                 ni tampoco la duda te frenaba los pies

Amabas descubrir el rostro de los otros como si fuera un obsequio

amabas la magia, el sonido de las risas, los corazones latiendo

la confusión de las voces y de los cuerpos

                                                          aun a riesgo de padecer neurosis

No, no había dudas, ni tiempo, ni distancia en la que pensar

ni ansiedad de limpiar la ropa, dejar de chapotear en el barro

dejar de jugar y reír sin estar pendiente del reloj

¿En qué momento el tiempo nos robó la dicha de la infancia?

 

 

 

 

ANSIEDAD

 

El pensamiento se ha vuelto piedra

de tanto arar la tierra en la sequía

¿Qué sentido tiene moldear la tierra

Si no hay agua, ni herramientas

ni manos de alfarero para crear?

Me es imposible ser un alfarero

ante la inutilidad de darle forma

                                a las palabras

En la mitad de una llanura

cayeron capas y capas de tierra

            -de tanto pensar-

el pensamiento se volvió roca

¿Se romperá la vasija que vaticina

                                    la catástrofe

o, caerá la lluvia que ablandará

                                         la piedra?

No lo sé, soy una roca en la ansiedad

                                  de este desierto

Solo tengo dudas, no agua,

el torbellino de las voces, los ojos cansados

la cabeza pesada de tanto arar la tierra

pero la lluvia me despierta

                                     madre abre la puerta

trae consigo un torno de alfarero.

 

 

 

LENGUAJES DEL DOLOR

 

No busques la resistencia entre los árboles al interior de un bosque

mejor adéntrate en los pasillos de una urgencia de desahuciados

Cada dolor exhalado de cuerpos temblorosos

cada aguja perforando la piel, intentando tapar un dolor con otro

cada aguantarse las ganas de exterminarse para poder dormir

Es imposible conciliar el sueño en medio de tanta resistencia

de pilas de huesos que se resignan a caer

de cabezas desnudas ostentando una palidez enceguecedora

Yo que me creía fuerte, he caminado los pasillos

de una hilera de árboles de piedra

estremecidos por la desesperanza de no poder dormir

Así que no busques la resistencia al interior de un bosque

mejor adéntrate en el silencio de los cuerpos

                                 que han agotado los lenguajes del dolor

 

 

 

LOS VIENTRES PESAN

 

No, no parirás con dolor

ni sentirás el paulatino crecimiento de la semilla

abriendo sus ramas buscando el sol

ni sentirás una corriente de leche bajando hacia tus pechos

cuando el llanto de otro se filtre entre tus sueños

ni esa sensación de ser tierra viendo crecer jardines y árboles frutales

quizás tampoco de arrancarte la piel y ser otro, o quizás tú

 sin consciencia de llevar ningún peso de vida delante de ti

tampoco percibirás el nacimiento de más piernas y brazos

más sueños y sonrisas, lágrimas y dolores, y seguir caminando

con las mismas dos piernas con las que llegaste al mundo

Encima de todo, tendrás que cargar con el peso de los vientres

sobre las ciudades, porque los vientres pesan más que tus anhelos

o con el peso de robles antecesores que te tapan la boca

para evitar soltar un beso en la mejilla de otro hombre diminuto 

de gritar amor hasta parir canciones y poemas

                                  exhibiendo tu fragilidad de macho costanero

No, no parirás con dolor, sin embargo

nueve meses esperarás la recolecta de tu siembra

con la esperanza de que al crecer abra sus labios, para decir papá



Nuestras Redes