Las caligrafías de Luz Mary Giraldo
Reseña y selección por Hellman Pardo
¿Qué se oye, qué sentimos, al escuchar “Caligrafía de la sombra”? Caligrafía: escritura característica, flujo y ritmo de la mano que escribe. Sombra: intercepción de la luz, claridad y desplazamiento de lo velado. Luz Mary Giraldo, desde su libro “Postal de viaje”, nos incita a una observación viva, aguda. Su último libro, “Caligrafía de la sombra”, publicado por la reconocida editorial colombiana Sílaba, es un viaje hacia el interior, una peregrinación hacia nosotros mismos. Palabras no pronunciadas, que encuentran voz en este libro. En el poema “Música extraña”, por ejemplo, Luz Mary nos habla de lo visto, lo escuchado: la costumbre de lo doméstico, el repiquetear de la lluvia, quizá en alguna ventana con frágil opacidad por la neblina. El tiempo en la mirada del reloj, dice, la felicidad de la belleza con sus lágrimas. Observación, repito, la mirada advertida del poeta que reconoce otra luz, a pesar de la sombra.
Aunque el libro se desdobla en un sentido introspectivo, Giraldo pausa su propio advenimiento y torna en una voz plural, como sucede en el poema “Y todo tan silencio”: Cae la noche en otras geografías / y no hay plato de sopa / ni flor ni jardín ni canto de pájaros. / El aceite salta y el grifo gotea / los cubiertos son manos / y un poco de restos se llama milagro.
Hay tiempo para pensar el país. Existe el intervalo sensitivo para reconocer la violencia, el desafuero de la Colombia profunda, aquella hundida en la omisión. En el poema “No se oye tu voz”, Luz Mary Giraldo pulsa, con inquebrantable oído, el desconsuelo común de la infamia, al modo Ayarza: Tu voz / no se oye tu voz. / Tu luz / no alumbra tu luz. / Tu garganta pide a mi lengua que hable / y en silencio yo pido por ti.
“Caligrafía de la sombra” aparece en 2024 como un sonido que dobla las campanas de la vida. Un poemario sobre la sobrevivencia, el retorno hacia lo invisible, lenguaje que oye el silencio que callamos.
Aquí, y en exclusiva para La raíz Invertida, tres poemas del libro:
OLVIDO
Vaya usted a saber si cuando el tiempo pase
alguien recordará las noches llenas de estrellas
sin pedir un deseo.
Tal vez despierte la vida arrumada en la memoria
con la foto que naufragó en el río
y evoque la música de quien cantaba como si fuera dios.
Vaya uno a saber si el tiempo perdió su paraíso
cuando descolgó el vacío de la nada
y trajo el miedo enredado en cada una de las letras.
La memoria llama al silencio ahogado por la lluvia
y escucha el aullido de los lobos o el esqueleto de pájaros chillando.
Vaya usted a saber si después de tanto grito
y tanto peregrino con trajes raídos y zapatos rotos
aprendió a limpiar sus lágrimas y las de sus hijos
y desdibujó la mueca de sus labios para volver a sonreír.
Vaya usted a saber cómo se dice olvido
con la boca llena de tierra.
AL COMENZAR EL DÍA
La luz se detiene en el pan que humea sobre la mesa
y no alcanza para morder la noche
que aguarda en el tintero.
El tiempo pesa sobre la cena miserable
a la que asistimos todos
y la luz atrapa la mano que sube hasta la boca
sin nada para masticar.
Solo queda un pedazo de pan
pintado en el bodegón.
SOBRE LA PÁGINA
Como si fueras responsable del crujido de huesos
que debes cargar a todas partes
sin sosiego preguntas por qué esa miseria que asusta
qué culpa tienes de la desolación y del miedo
de tu dolor y el mío
qué culpa.
Como si fueras Caín sobre la página
llevas la tristeza
la arrastras
y no ves a las aves que vuelan y cantan
para alegrar tus días y tus noches
mientras el perro ladra como tu pecho roto.
LUZ MARY GIRALDO (Ibagué, Colombia). Doctora en Filosofía y Letras, Magister y Especialista en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana. Ha publicado varios libros de ensayos, antologías y poesía. "Caligrafía de la sombra" se presentará en la FILBo en 2024.