Mailín Valdés
Presentamos un conjunto de poemas de Mailín Valdés (Baire, Cuba, 1988) Graduada en Informática. Poeta y narradora. Miembro del grupo Literario Verbum. Ha obtenido premios nacionales entre los que destacan Encuentro debate nacional, Poesía 2015. Patria Chica, 2020. Beca Casa Seoane, Santa Clara, 2022. Textos suyos han sido antologados en Contramaestre y La Ceiba, Honduras 2019. Revista Nube cónica, Chile, 2021, Revista Pérgamo, Cuba No 1 y 2 año 2020. Y Revista Viña Joven Cuba 2021.
EN CADA VIERNES SANTO
profanaba tumbas para hurtar calaveras
escogía las más ennegrecidas.
Desnuda se iba al jardín
a juntar yerbas para hacerles un cuerpo
sin memoria
y las cubría con sendos girasoles.
Más de una vez la sorprendí dormida.
Las yerbas en su piel
me seducían
pero era viernes santo
y en esos días me resisto a pecar
ella lo sabe o lo intuye
y solo en esos días se aventura
a remover mis huesos
sin memorias.
NUEVA SUBJETIVIDAD
Mi padre fue solo un nombre
y quince pesos.
Un patronus sin luz
que invocaba mi madre de vez en vez
para blasfemar y maldecir.
Cuando crecí, abogué por él
hundí el filo de la palabra en sus entrañas.
Entonces quiso demostrar que podía hacer
que la sombra regresara algunos grados.
pero era demasiado tarde para cambiar de nombre
y sacar de mi regazo
algunas monedas.
BREVÍSIMO ENSAYO DE LAS RUPTURAS
No me pidas perdón hombre de yeso
no implores
no prometas
no persistas
algo se quebró en mí
cuando dijiste: eso es normal
un errorcillo que habría que abortar.
Porque los tiempos
porque el salario
porque si alguien se entera.
No me pidas perdón, no quiero
imaginar los restos de esa noche
en que fuimos falsamente felices
mezclados con sangre y algodones
en una sucia sala de hospital.
DUDA RAZONABLE
Alguien probó mi vino
puedo sentir su aliento
en mi vasija
no vi su huella
no descubrí ninguna
marca obscena
solo un dolor agudo
en el silencio
y un grito infeliz en su mirada.
Alguien vino a alterar
esa nomenclatura
quizás fue solo un sorbo
pero no sabe igual
ya no me sabe igual
y en la vasija
algo cambio
algo dejó de ser mío
aunque aún lo poseo.
El vino sigue ahí
la vasija está ahí
pero no sabe igual
ya nada sabe igual.
CLEPSIDRA
Ayer
las madrugadas
los poemas infames
las estrellas.
Una ilusión cantada en tonos graves
desde tus ojos.
La hierba alrededor, entre las piernas
hasta el amanecer.
Hoy
tengo otras llagas que alimentar
vasijas sucias
versos que ronronean mis desvelos
y lamen como peces en mi vientre
una canción lejana.
No sabré entonces de este cielo
de las gaviotas que se han ido
ni los poemas infames que rumiaré
Mañana
PATRIA POTESTAD
Mis hijos corren por la casa
cuando su abuela no está.
Gritan, patalean
hasta que ven el cinto de su padre
en manos de su madre
danzar en el aire.
Doy un golpe y recuerdo los tiempos antiguos
que tiempos aquellos
en los que abuelo
me torturaba con el periódico.
PALABRAS CLANDESTINAS
Terminará por tragarme
esta casa.
Los pantalones esplendorosos
espejismo del eco y de las rimas
cuerdas de piano retorcidas
en las entrañas de Chopín
o de Schubert.
Temo a la casa, a que sus
cuerdas se multipliquen.
A las moscas que enturbian mi banquete
y me harán pobre de espíritu.
Al álbum de familia
con páginas a medias mientras escribo.
mientras rompo las consignas
del silencio.