Sebastián Basualdo
Publicamos una selección de poemas del libro La intimidad del fracaso, del escritor y periodista argentino Sebastián Basualdo (Buenos Aires, 1978) Este poemario será publicado este 2021 por la Editorial Hojasdelsur. En Colombia se publicó Cuando te vi caer, Editorial Babilonia, 2018.
1
Terrazas en Montparnasse
No soy tan inteligente como me gustaría hacerte creer, imaginate.
que de saber cuál es tu juego haría todo lo posible por arrinconar contra las cuerdas la trampa
las reglas escritas para un manual de perdedores
Te agachaste para levantar la carta que barrió el viento
y yo conté -mentalmente- las monedas que pesaban en mi bolsillo de jean.
Bebí del vino que destapaste al sol
No sé jugar
-te lo advertí-
Al dado le faltaba un punto.
Quizá fue un guiño a la tarde como una cicatriz en tu mirada despojada de ternura.
No sé.
Desde la adolescencia vengo sintiendo la falta.
Madurá, oí.
Es fácil decirlo.
¿Cómo se hace si anochece siempre demasiado temprano?
En otoño.
10
Rutina
Los años se apilan
uno a uno como ladrillos
en las paredes del recuerdo
no hay modo de derribar
el camino transitado
acaso las horas enteras
que compartimos juntos
hasta agotar el último resquicio
de cotidianeidad.
Quizá por eso la rutina se vengó de nosotros.
18
Un instante antes
Todo lo que dura un exceso
Un golpe de suerte
La risa en desgarro.
El remordimiento haciendo equilibrio sobre la baranda redonda vidriosa delgada del vaso sin whisky
El orgasmo detrás de la melancólica sensación del enamorado
Pero antes
-y en un cielo remoto-
Cuánto dura una promesa arrodillada mientras nos atan los cordones de la infancia?
No lo sé.
-dijo -
Uno nunca sabe cuándo deja de girar
la cerradura que guarda la palabra cargada sobre la cien.
20
Breve consejo
Parate del otro del recuerdo más frágil que haya conservado durante años
-quince años mínimo-
y partí una de esas baldosas de barrio cuyo brillo se asemeja a la victimización rencorosa
Arrojá piedras pequeñas hasta que te quedes sin aire y su dolor llore frente a tu mirada victoriosa, sonriente
-si suena a vidrio partido mejor-
el amor cuando muere deja astillas que se clavan en los pies desnudos
tradicionalmente durante los dos primeros meses del año.
Prendé fuego cada bar, restaurante, avenida, plazoleta, cine, hotel -las sábanas del hotel-,sobremesa, viajes, colectivos y un taxi
-de ser posible-.
La última noche
-la que nos importa porque será la noche en que muera el amor- vestite con sus ropas más íntimas y bailá....
bailá entre los pasillos del noviazgo
y en el living del primer nerviosismo cuando escuchaste su voz.
Bailá con la música de tu infancia a todo volumen.
Inventate el despecho en una coreografía mínima.
Vos dejate llevar por la música y de a poco soltá la desnudez de una sola risa (no es fácil)
Reíte.
Mucho.
La risa tiene que ser un puente partido y de madera
que suene hasta lo último que no le dijiste nunca por miedo.
Después abrí una puerta cualquiera.
Y no te olvides la frase final
-nada demasiado teatral-
que tenga una pequeña nota de sinceridad emocional, tu voz.
Honesta hasta la arcada del trago sin tomar sobre la mesa.
Después, andate a dormir sin culpa
26
Una gitana en la palma de mi mano
Vas a perder el amor muy joven, me lo dijo una gitana
o mejor dicho: se lo adiviné cuando tropecé con su gesto atroz
poco antes de conocer el Mercado Modelo en Salvador de Bahía.
Pero lo más importante de todo esto es que la gitana leyó tu nombre.
¿Podrías creerme?
No sé dónde andarás en esta hora anónima de la noche.
Necesito que sepas algo: hay días en que yo hago un recorte,
un trozo de tela en el tiempo y dibujo nuestra historia.
Es un dibujo infantil, claro.
Pero si tuvieras la posibilidad de prestar atención a los detalles
podrías ver una cotidianidad
colmada del otro lado de una ventana
que guarda el orgullo de los que amasaron el amor como pan caliente.
33
Me gustan los hoteles de tres horas
-dijo ella-
que acaban como un desalojo luego de un anónimo
llamado telefónico de calmo tono amenazante
y te encuentra siempre estirando el brazo
tanteo la punta del dedo rozando el orgasmo
ardiendo como el primer pensamiento acelerado en medio de la tarde.
El cuerpo blando como una noche de lluvia y el descuido de tu beso
vestido al final en la comisura de los labios
como un arrepentimiento naciendo del gesto tu migaja de libertad...
Eso me gusta.
Nunca te lo dije, ¿no es cierto?
Ese poeta... que me leíste un día: verdades efímeras.
Eras tan hermoso en esa época.
No.
Yo quiero pagar mi parte, dijo ella.
34
Mañanas donde repaso
como un tónico
tus palabras para sentir
un poco menos el abandono de esta
laguna de soledad que yo mismo socavé
a mi alrededor después de la estúpida
y traicionera realidad de soltar tu mano
ardiendo en la espesura de la noche
donde ya todo era traición lágrimas desencanto
La soledad era esto.
El miedo y el dolor nada tienen que ver con la literatura
esta mañana la imposibilidad de vivir se extiende
como una sábana blanca encima de tu nombre
mientras preparo un café para arrastrar el día.
Sebastián Basualdo (Buenos Aires, 1978) Escritor y periodista. Escribe para el suplemento Radar Libros de Página 12 y otros medios gráficos. Publicó su primer libro de cuentos, La mujer que me llora por dentro, a los veintitrés años. Es autor de los libros Fiel, La intimidad del fracaso y Mañana solo habrá pasado. En 2008 apareció la novela Cuando te vi caer, que fue finalista del premio Emecé. Novela declarada de Interés Cultural por la Comisión de Cultura de la Nación Argentina debido al tratamiento que plantea sobre los ex combatientes en la Guerra de Malvinas. Es director desde 2013 de la revista literaria "Los inútiles de siempre" y su participación en encuentros, Ferias del libro y Festivales literarios ha sido cada vez más citada. Visitó Colombia en el 2019 en el marco del Festival de Las artes en Barranquilla donde presentó la edición colombiana de su libro: Cuando te vi caer, reeditado en 2018 por Editorial Babilonia. Su próxima novela Todos los niños mienten está por ser publicada por el sello Planeta-Emece; varios de sus cuentos siguen traduciéndose al inglés y otros idiomas.