Revista Latinoemerica de Poesía

Revista Latinoemerica de Poesía

post

Wisława Szymborska (2 de julio de 1923 -2012)



 

Hoy conmemoramos el natalicio de Wisława Szymborska con tres poemas de su libro Llamando al Yeti (1957), una poeta que, como bien lo menciona Elena Poniatowska, es gracia y descubrimiento:

 

 

 

ALGO EVIDENTE

HENOS AQUÍ, AMANTES DESNUDOS,
bellos —y mucho— para nosotros mismos,
sólo cubiertos con hojas de párpados,
recostados en una noche profunda.

Pero saben ya de nosotros, saben,
estas cuatro esquinas, este quinto horno,
esas sombras sagaces sentadas en las sillas
y la mesa con su muy significativo silencio.

Y saben los vasos por qué, en el fondo,
el té se enfría sin que nadie se lo tome.
Swift ya no tiene ninguna esperanza,
nadie lo leerá esta noche.

¿Y los pájaros? No te hagas ilusiones:
ayer vi cómo en el cielo
escribían abierta y claramente
el nombre con el que te llamo.

¿Y los árboles? Dime qué quiere decir
su murmullo infatigable.
Dices: tal vez el viento tenga a bien saber.
¿Y cómo supo el viento de lo nuestro?

Entra por la ventana una mariposa nocturna
y con sus alas velludas
ensaya despegues y aterrizajes
zumbando terca sobre nuestras cabezas.

¿Acaso no ve más que nosotros
con agudeza de su vista de insecto?
Yo no lo presentí, tú no lo adivinaste:
nuestros corazones brillan en la oscuridad.

 

 


ANUNCIOS CLASIFICADOS

 

QUIENQUIERA QUE SEPA DÓNDE ESTÁ
la compasión (fantasía del alma),
¡que lo diga!, ¡que lo diga!
Que lo cante a voz en cuello
y que baile como si hubiera perdido la razón,
alegre bajo el delicado sauce
siempre a punto de romper en llanto.

ENSEÑO a callar
en todos los idiomas
con un método contemplativo:
del cielo estrellado,
las mandíbulas del sinantropus,
el salto del grillo,
las uñas del recién nacido,
el plancton,
el copo de nieve.

DEVUELVO al amor.
¡Atención! ¡Ganga!
En la hierba de hace un año,
con el sol hasta el cuello
recostados mientras danza el viento
(coreógrafo de sus cabellos).
Para ofertas ver: Sueño.

SE NECESITA persona
para llorar
a los viejos que mueren
en los asilos. Favor
de no solicitar por escrito
ni anexar ningún tipo de actas.
Se destruirán los documentos
sin acuse de recibo.

POR LAS PROMESAS de mi marido
—quien con todos los colores
del populoso mundo, su lenguaje,
su canción en la ventana y el perro de los vecinos
les hizo creer que nunca estarían solos
en penumbra, en silencio y sin aliento—
yo no puedo responder.
La Noche, viuda del Día.

 

 

 

ENTIERRO [ I ]

 

SACARON CRÁNEOS DEL BARRO
y los pusieron en el mármol
arrullando unas medallas
en almohadillas moradas.
sacaron cráneos del barro.

Leyeron de unas tarjetas
a) éste fue un buen campesino,
b) que empiece a tocar la orquesta,
c) lástima que no fue eterno.
Leyeron de unas tarjetas.

Y tú valora, nación,
y tú respeta el botín,
que quien sólo una vez nace,
puede dos tumbas tener.
Y tú valora, nación.

No faltaron los desfiles
para miles de trombones
y policía antimotines
y repicar de campanas.
No faltaron los desfiles.

Tenían ojos evasivos,
de la tierra hacia los cielos
¿volarán ya las palomas
llevando en sus picos bombas?
Tenían ojos evasivos.

Entre ellos y la gente
sólo había árboles previstos,
y sólo lo que en las hojas
se calla y se tararea.
Entre ellos y la gente.

Y aquí puentes levadizos,
y aquí un barranco de piedra:
fondo plano por los tanques,
y un eco para que suenen.
Y aquí puentes levadizos.

Todavía ensangrentado
el pueblo ya nada espera,
no sabe aún que de espanto
palidecen las campanas.

Todavía ensangrentado.

Traducción de Gerardo Beltrán



Nuestras Redes