Poema del Viernes # 127
VENTANAS ALTAS
Cuando veo una pareja de jóvenes e imagino
que tiran y ella toma
píldoras o usa un diafragma,
sé que ése es el paraíso
que todo viejo soñó la vida entera:
ataduras hechas a un lado
como una cosechadora obsoleta, y los jóvenes
deslizándose sin límites, ladera abajo,
hacia la felicidad, sin fin. Me pregunto si
cuarenta años atrás, mirándome, alguien
habrá pensado: Esa es la vida,
sin dios, sin sudarlo nada en la noche
pensando en el infierno, ocultando
lo que crees del pastor.
Él y todos se deslizarán
libres como pájaros sangrientos. Y de inmediato,
más que en palabras, pienso en ventanas altas:
el cristal en donde nace el sol y, más allá,
el hondo aire azul, que nada muestra,
y no está en ninguna parte, interminable.
Philip Larkin