Poema del Viernes # 162
DIOS FUE TESTIGO de mis plegarias.
Rogué por una oportunidad más,
rogué por la vida de mis hijos,
rogué por sus madres.
Sólo escuché risas burlonas,
insultos
y el ruido de un esmeril
sobre un metal grueso y áspero.
Lo último que vi
fue el brillo de esa hoja afilada
en forma de hacha.
Dios permaneció sordo
yo… perdí la cabeza.
CHARY GUMETA