39. Luis Benítez
Presentamos el trabajo del poeta argentino Luis Benítez (Buenos Aires, 1956). Con más de 30 libros publicados entre poesía, ensayo y novela, ha recibido diferentes distinciones por su obra, entre ellos, el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991) o el Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996).
NADIE SABE DÓNDE ESTUVIMOS
toda la tarde llovió
y nadie sabe dónde estuvimos
de ahora en más
me quedaré en tu sombra
viviré el fin de las estaciones cuando
el insecto retorna a su estado de larva
listo para creer que cada uno que anda
por la calle es uno que yo conozco
pero yo me quedaré en mi cuarto
hecho de tu sombra
en una habitación oscura
donde la muerte es una desorientada mensajera
donde entro en esa pobre tan mínima luz
sea como eso sea
A UN ÁRBOL INCENDIADO EN EZEIZA (*)
en el suelo ya flores
y hojas son los días
como el amor descuidado
por un alma salvaje
las llamas son pájaros que susurran en sus ramas
y mariposas hambrientas volando cada chispa
el mundo con ser tan grande
entero cabe en el incendio
se disuelve en el aire
se convierte en lo acre del perfume
mientras que un rostro se enciende
en lo encendido
abre sus ojos y nos mira
no entrará en la noche
sin llevarse algo de nosotros
y como en un sacrificio antiguo
el que enciende el fuego por la tarde
es lo que humea al alba todavía
qué veloz es su bala que nos atraviesa
hasta llegar a la primera juventud y sigue
para matar al niño que se nos parecía
(*) Ezeiza es una localidad de la Provincia de Buenos Aires, Argentina.
LAS CINCO ESTACIONES
a.
a través de nosotros corren a abrazarse los días y las noches
boca llena de hierba verde
la lluvia teje un vestido sobre ti
y eres del oro y del agua
porque sólo oyes la voz de los que hablan en sueños
un idioma impenetrable que nunca arde mucho tiempo
salvo en ese país al que llamamos recuerdo
e.
convengamos un día
para entregar lo que fuimos
una evidencia que no cesa
de frotar imágenes
para que el mundo permanezca
y tu alma se pose una a una
en todas las leyendas
i.
con las manos terrestres
apretar las del aire
con los pies del agua
caminar sobre el fuego
o.
esta tarde el deseo no agita
con su oleaje las horas
y apenas se distingue lo vivo de lo muerto
un espectacular desvanecerse
ocupa el lugar del sol y el de la hormiga
ir es lo mismo que venir
y todo mira a ninguna parte
u.
sentís los dedos de la noche
recorrer la escala por tu espalda
y es la barca de los muertos
que emprende la salida
a través del río de una sola orilla
tranquilo son palabras
LA MUERTE ASUSTADA DE NOSOTROS
la muerte es una leyenda
vagando por la avenida de su soledad
como una vieja demente que grita para sí misma
es esa muerte asustada de nosotros
una ausencia que retumba todavía
ahora en una época arrogante
hecha de papel chamuscado
y residuos de sus propios sueños
pero en la noche invencible
como siempre
el ruido de las campanas
reúne a los muertos y los vivos
se irá nuestra respiración
pero no lo sabremos
mientras pasa un avión
enseguida lo olvidamos
atentos sólo al añejo asombro
de un niño que señala el cielo
HOMBRES Y MUJERES COMUNES
hombre bravo en la parte superior de la luz
por toda referencia pasajero desde la estación
de los dinosaurios a la de lo que vendrá
un experimento fallido que dotó al mono
de álgebra y un cierto discreto romo muy discreto encanto
elementos esenciales para buscar en tu secreto
como una costurera que revuelve sus cajitas
y nada en verdad encuentra entre las dispersas cosas
porque el hombre empieza en los ojos
y termina allí donde saltando de témpano en témpano
no se halla finalmente otra cosa que el agua
del océano de lo conocido para siempre
(él ya tiene el olor de las bestias que se van)
un automóvil abandonado es tu metáfora
un edificio apagado acaso terminará la especie
en estos grises soldados de la noche
fustigados por todos los delincuentes y criminales
que hoy levantan la invisible y tan presente
lanza del jefe de los clanes la tácita corona de huesos
que ciñen la espada de poder ellos también
hombres comunes pero como los chamanes
capaces de invocar a todos los espíritus del miedo
cada vez que sea necesario tan efectiva cita
da siempre lucrativos resultados
oh pragmáticos asesinos ladrones y farsantes
herederos del primero que sonrió a escondidas
tras acertar el pronóstico de un eclipse
la migración del mamut la crecida del río nilo
señores del hombre y la mujer común
sus más preciadas y eternas posesiones
con la ternura de un nazi
y la sinceridad de un mentiroso
pregunté y me dijeron los que aprenden el lenguaje del temblor
que listos a migrar como los pensamientos desesperados
están dispuestos siempre a dar por la primavera natal
la suma de muchas pilas de calaveras la moneda oficial de la muerte
el cambio menudo de la vergüenza
en la primera helada del año que se levanta como la lluvia
una diosa severa enciende nuestros hogares y sólo se escucha el miedo
su cabeza los hombres inclinan cuando ella ha llegado
UN BUEN “CAPITÁN GARFIO” CON HIELO: ÚLTIMA RECETA PARA SER FELIZ
dos medidas de vodka una de vermouth rojo media de jugo de arándanos y allí vamos de cabeza al infortunio el cóctel que mejor combina con el gusano que nos roe por dentro como un traje negro para un asesino serial
a perseguir a la chica de cabellos dorados por toda la calesita con el cuchillo en la mano a entrar por la ventana mientras duerme la viuda a colocar minuciosamente bombas en las cañerías de la escuela donde nos aburrimos y fuimos sancionados
a escupir tantas caras que ya perdimos la cuenta a decir lo que nunca se debe decir sí sobre todo a decir lo que no se debe decir porque eso daña más que todas las pistolas las heridas cierran las palabras no
TAXIDERMIA
tomar un buen poema y quitarle cuidadosamente las tripas
que son tan venenosas como las del pez globo
rellenarlo de paja académica
peinarle los pelos como está a la moda aunque
insistan en irse para el otro lado
colocarlo sobre un pedestal y aplicarle en la base
una placa de bronce con su nombre imaginado en moderno latín
y la bestia inmóvil nunca más molestará
LA MOMIA EN SU VITRINA
el nilo azul las móviles barcas que doraba el dios
las pirámides hechas de tiempo detenido
el ambicioso insomnio del faraón la cacería de hipopótamos
bajo la luna nueva ni siquiera ya recuerdos son
en la cabeza vacía y el hueco de los ojos
las podridas vendas que mal sujetan su vientre destripado
pedazo a pedazo caen sobre los pies paralizados
las manos yertas las piernas consumidas
cuando ella piensa es porque una mosca distraída
le ha entrado por la oreja y si sonríe es porque una
mueca nueva le regaló impiadoso el roer de las polillas
LENGUA DE LOS DIOSES
“lo que sucede en la poesía, ocurre en el porvenir”
Alejandro Schmidt
yo quiero saber si hablas
o entiendes la lengua de los dioses
por supuesto los dioses no existen
y toda metáfora es una traducción
yo quiero saber si al mirar el árbol
ves la semilla y también el tronco entre las llamas
si sientes en un solo segundo condensarse
el peso estupendo de los siglos
si en tu corazón los planetas y los átomos
tienen el mismo tamaño porque ésa es la clave
quiero saber si para ti las palabras
son las cosas y todavía más
mucho más y tras el mucho más
se te va la vida el paso la mano
siempre extendida hacia esa máscara
la nuestra es una conspiración sintáctica
y quien reordena las palabras
está ordenando el mundo
nacemos en córdoba en londres o en burzaco
ese muchacho que en un patio de praga
está ahora mismo fatigando el papel
no sabe todavía que está haciendo los palotes
primeros de la lengua de los dioses
el nuestro no es un solo idioma
congelado y secreto la lengua de los dioses
tiene infinitos dialectos usos regionales
localismos perfectos y todos ellos hacen
que siendo mestiza oscura impura
sea así de trasparente y clara
hablándola hablarás con los vivos y los muertos
el tiempo es mentira el espacio una ilusión
y como dijo alguien (1) en su momento
leer poesía es otra forma de la telepatía
están los monederos falsos los especuladores
los traficantes de palabras los pueriles pordioseros
pero ninguno de ellos habla ni comprende lo que les dice
inquieta una y otra vez la lengua de los dioses
alguno balbucea apenas otro desfigura aquella prostituye
pero siempre la lengua queda fuera intacta ignora
los dioses no los oyen cuando hablan
sólo escuchan agitarse sus silencios
nosotros tuvimos y tenemos guerreros sacerdotes
y los mártires es nuestra tradición
saber querer osar y callar
según lo dicte la buena salud de las palabras
por eso es que yo quiero saber si tú hablas
si tú entiendes la lengua de los dioses
(1) Denise Levertov
-Los textos pertenecen al poemario Nadie sabe dónde estuvimos, de próxima aparición.
Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, (EE.UU.) con sede en la Columbia University; de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina (SEA) y de la Asociación de Poetas Argentinos (APOA). Sus 36 libros de poesía, ensayo y novela fueron publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay. Entre otros reconocimientos nacionales e internacionales, ha recibido el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Primer Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2008).