
Margarita Laso
Margarita Laso
Presentamos una selección de poemas de la escritora ecuatoriana Margarita Laso.
SANGRE FRÍA
I
Es un cajón de 90 x 90 x 90.
En él se exhibe la espléndida pitón.
Carnívora de bronce y estaño.
No oye a su mandíbula elástica quebrantar
los huesos calientes de su comida.
Está enroscada sobre su lujuria.
Sorda y satisfecha.
No puede estirarse pero sus anillos de serpentina
se tocan como presas heladas.
Espera su merienda.
Por medio de una persiana
un ratón de blanco impecable
ha sido llamado a esta cena.
Será tragado sin que medie de cascabel o crótalo
advertencia alguna.
Sin que una orquesta de metales le despida.
Sin una danza funeraria.
El público está atento al momento del asalto.
El ratón merodea con unos saltímetros
esos pasitos que da en la epidermis el escalofrío.
Sus bigotes transparentes pronto temblarán
de una vez para siempre.
II
También yo
como la gorda constrictora
gozaré en la quietud estos banquetes.
Cada vez mis glándulas termosensibles me dirán
si has venido a lucir tu miserable gabardina
tu cola aguzada de escalpelo.
Si has venido quizás a llevarte la piel que mudo
o acaso
a mirarte en las placas y escudos de mi cuerpo.
¿No ves que tendrías que limar mis escamas?
¿Que arrancarme un colmillo?
III
Ven pues
que toda yo soy brazo que abrasa y destroza.
Y antes de engullirte
sabrás volar
con la sustancia tóxica que traigo en mi saliva.
Sabrás meterte en cintura.
Y engrosarme.
Ven
que notarás que soy ciega y siseo.
Que toda yo soy cuello y talle.
Que soy una víbora modesta.
Ven ratón que he perdido la línea.
Pero no el apetito.
Y tampoco el veneno.
Poema del libro Los lobos desarmados, 2004
LA TERRENA
I
más terrena que el polvo tú
material de cantera o gruta
mineral precioso
térrea magdalena
traes
sandalias aceites aceitunas
piel de aceitunas
lavas tus cabellos
en la fuente celeste del viento
en la tormenta del monte
¿cómo es tu cabeza magdalena?
¿una negra rosa rústica arisca?
¿un pedrusco orlado de sortijas rojas?
¿una lito-lámpara dorada?
llevarás algún día un cráneo desnudo
mas hoy
tu cabello te viste como a una cabrita labrada
en la caoba
tu cabello te sigue desvaneciendo tus pasos
en el polvo
tu cabello magdalena
ilumina la cantera
y la tempestad
está hecho de hilos herrosos
talla las lápidas con ellos
II
entre tú y las lápidas
apenas el abismo
roja magdalena
no me dejes de cara al desierto
apaga la candela de tu ropa
la hoguera al óleo de tus pasos de mirra
la lumbre de tus dedos de aceite que forma
con tu mano una fina corona
la canción de tu lengua apaga
roja magdalena
roja caminante de magdala
no me dejes de cara a la cueva
el animal nocturno
apaga
REGALO
a martina y rafaela
una jirafa de gamuza
musculosa pequeña
te he traído
-ten
te digo
-pero cómo
no podemos tenerla en este jardín - dices
crecería
su expansivo cuerpo de cartógrafa
su piel cubierta de islas
¿adónde nos llevaría su lomo craquelado?
- no es para cabalgar sobre ella
ni navegar entre sus grietas
es el cuello
¿ves?
la cabeza
su lengua flexible alcanza los luceros
ella los desprende de las ramas nocturnas
rutilan en sus labios con dulces movimientos
eso besa eso come
es como tú
y así sus antenas
huesitos que felices remueven las fogatas
en antares dubhe orión
llenan el cielo de chispas astrales
oh criatura comestrellas
esta jirafa es para ti
EL CAMAL DE LOS LEONES
has llegado al camal de los leones
la chuma de estas moscardas talla 14
el olor de vino con que sirven los últimos bocados
las migas que arrojan a las larvas
¿adviertes la curtiembre?
retazos de todo tipo
como corresponde a las
cadenas de depredadores
lagarto alce cebra
la mano ilegible de alguna gitana
piezas óseas para tallar
has llegado
alguna ramita de gacela queda por aquí
no la pises
el sol mostaza se evapora en la tierra
no hay ronquidos ni maullidos
es una cama de leones
apenas ronronean
los otros hocicos untados de sangre
duermen cerca del agua
cambian del fulgor al pardo
en su camal como camaleones los leones
tendidos bajo las moscas
esas cobijas de la bruma caliente
esa música inoxidable
los hay ocres los hay color de ron
y sé que en el matadero hay carnívoros satisfechos
ha sido mi comarca esta
este mi espejismo
mi rodaje
y la noche está cayendo sobre los felinos
a ras de la hierba huraña ruge bajito tu leona
lame el recuerdo de la pata delantera
aún conserva -puedes ver- el juego de cuchillos
y almohadillas de las zarpas
mas ya no saldrá a tu encuentro
ha dejado un ojo destazando al búfalo
sus vértebras fueron la rueca de la tarde
los belfos que mordió
la última certeza de un manjar vencido
y vencedor
Poemas del libro El Camal de los leones, 2018
PIÑONES
este es el planeta de hierro
sangre de la guerra marte
donde la pala mecánica dibuja un mordisco
en el campo de dunas
tienes el yelmo encrestado
oh marte de pedregal
no veo tus casquetes polares
solo el basalto
recuerdas a la diosa de la discordia
aquí grabo tus cráteres con estas orugas
que me conducen al desierto quemado
y dejo una señal digital
en otra era solar
una jardinera dará con esta pila de piñones
el viento del tiempo geológico la habrá pulido
ella
granjera del mar que ahora no existe
pondrá a un lado su canasta de langostas
su pesca azul
y examinará anzuelos llaves tuercas
rodillos que he dejado
y advertirá los perdigones de nieve
que tallaron sus poros
y silbará en ellos
toda máquina agrícola
es un instrumento de música
la nieve es de sal en ese norte
donde mares hoy no hay
donde mañana la humedad
es mi promesa
una orilla
con el hormigueo carmín de jaibas y cangrejos
el pedregoso es rojo
polvo y cascajo
una pala mecánica le deja un mordisco
una jardinera
qué hace en marte
tomando sol
Poemas del libro La rapájara, 2024
Margarita Laso nació en Quito, Ecuador. Poeta y cantante de música popular. Ha publicado: Erosonera (1991), Queden en la lengua mis deseos (1994), El trazo de las cobras (1997) Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade, Los lobos desarmados (2004), La fiera consecuente (2012), El camal de los leones (2018), La rapájara (2024). Su poesía se ha publicado en Italia: La memoria del sensi, con traducción de Emilio Coco, en 2020; en 2024, en Argentina apareció Leonas, con la Editorial El suri porfiado y en Bolivia Teclado de tierra, con la editorial Llamarada Verde.
Desde los años noventa los textos de esta autora aparecen en antologías y traducciones, así como en páginas virtuales de poesía. Algunos de sus poemas han sido musicalizados y tiene también letras de canciones.