Revista Latinoamericana de Poesía

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Ciudades corpóreas:



Ciudades corpóreas: la forma de los cuerpos

Sobre Corte Invisible de Sara Fernández

 

Por Lia Pillimue

Fotografía: Lectores secretos

 

En el poemario Corte Invisible, de Sara Fernández, nos encontramos con una relación cálida de la corporeidad de las cosas, el sentir y la ciudad. Esta relación es construida en la búsqueda de las cosas mismas a través del cuerpo y el lugar que habita. Cómo la ciudad es una especie de organismo corpóreo y viceversa. A lo largo del poemario se utiliza la imagen onírica, construida y cercana, cuya creación de imágenes atiende muy bien a la contemporaneidad del texto. Utiliza la cotidianidad para la construcción de estas y la posible intervención de palabras que no habían sido puestas en encuentro antes.

En el trayecto nos sumergimos en sueños, nadamos con los sentidos y resurgimos de entre las grietas en el pavimento de la calle. Es una lectura compleja que amerita la relectura, como un ritual del lenguaje que evoluciona a cada intento.

Así pues, vale la pena dejarse encontrar por esta apuesta al lenguaje a la que nos somete Fernández, en la que nos dice con su poesía (poesía como la escritura desde su poética) que las palabras y las cosas nombradas se parecen en la lejanía, pero aquella semejanza forma un entramado casi problemático que lo vuelve cuerpo y, a su vez, este funciona como una ciudad (ciudad en la que habitan muchos otros cuerpos).

Para entender la relación que propone Fernández en Corte Invisible debemos tener en cuenta los temas con que aborda la creación de vínculos y luego su propia significación de estos temas. Primarios y secundarios, los primarios serían aquellos esqueléticos que estructuran el cuerpo del poemario: el cuerpo, la ciudad y la poesía. Los secundarios serían la carne, la piel y las conexiones de ese cuerpo: el agua, el vuelo, el tiempo y lo invisible.

Parte de un problema que le atraviesa, esbozado en “Carta sin remitente”, al preocuparse por la imposibilidad de comunicación cuando se trata de un cuerpo a través de las palabras, porque quizá no se puede traducir en exactitud la corporeidad con unas cuantas palabras. Fernández nos muestra que la simplicidad no basta:

 

debajo de estas líneas que forman las palabras

hay un entramado de movimientos incomunicables

 

el cuerpo no se puede decir

 

¿Cómo encontrar la manera de que las palabras digan lo que no se puede decir y poder romper esa imposibilidad que las abraza? La poeta nos propone no decir las cosas desde la normalidad del verbo sino desde la corporeidad de la expresión misma. El lenguaje siendo atravesado por el cuerpo más allá, no desde la sola percepción de los sentidos sino desde los sentidos mismos, creando una relación de suma complejidad de lenguaje corpóreo. Nos dice que la exploración es capaz hasta tal punto en que las palabras generan nervios, columna, dientes, como lo expresa en el poema “Uno”:

 

si el cuerpo

que es la posibilidad más certera del lenguaje

 

Y reitera sobre la necesidad de buscar otras formas en el lenguaje en el poema “La mirada”:

 

sobre todo mirar con inocencia

como si se abrieran los ojos por primera vez

con la mirada maravillada ante el mundo

 

debajo de las cosas no están sino ellas mismas

 

es de noche

la voz inaudible de los insectos

el ruido sordo de los aviones que rayan el cielo

que son insectos gigantes

las miradas de un muchacho y una muchacha

bajo un bombillo amarillo

buceando en la vastedad del lenguaje

de donde surgen todas las cosas

 

El deseo de traer la palabra al más acá, incorporarla al cuerpo, en el poema “Consideraciones nocturnas desde el cuarto piso” de manera literal y directa, para que su lectora explore en el poemario, pero que no pierda de vista la intención detrás. Después del sueño volvemos al concreto, del que no se le puede despojar a la palabra aun en este proceso de discectomía:

 

cómo hacer de la poesía

un acontecimiento más cercano al cuerpo

 

Crea una manera propia de percibir sentidos a través de las palabras y de una creativa relación y descripción. Experimenta sobre las relaciones de las cosas y el cuerpo, las cosas siendo cuerpos, el cuerpo siendo distinta variedad de cosas, las cosas junto al cuerpo, y el cuerpo al lado de las cosas. Es el cuerpo el medio al igual que los sentidos. Es este poemario un organismo complejo y erguido, en construcción, que merece ser recorrido y contemplado.

 

 

Sara Fernández (Bogotá, 1994). Realizadora de Cine y Televisión de la Universidad Nacional de Colombia. Es directora y sonidista. Ha realizado, junto con Juan Carlos Sánchez, tres cortometrajes: Los niños y las niñas (2014), Sin Sangre (2016) y Los innombrables (2018), que han participado en varios festivales nacionales. Ha hecho el sonido directo de varios cortos. Fue beneficiaria de la Beca de Curaduría Audiovisual de la Cinemateca en el 2018, con la curaduría Un mundo sin adultos. Hace música experimental, sola y en proyectos como Opus Nigrum y Mercurio frente al sol. También escribe poesía: Corte Invisible, poemario compuesto de 31 poemas, publicado en 2022.

 

Lia Pillimue (Bogotá, 2005) Estudiante del pregrado creación literaria en la Universidad Central.

 

 

Bibliografía

https://www.retinalatina.org/personajes/sara-fernandez/

 

 

 

 



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