Poema del Viernes # 12
Por Hellman Pardo
Homero Aridjis es un extraño acontecimiento en la poesía latinoamericana. Con una voz que sobrepasa a algunos de sus contemporáneos, ha logrado adentrarse en el mundo de la intuición. Pero no la intuición del lenguaje, o de las simples palabras (de aquello hay demasiado). Es el discernimiento del fondo mismo de la realidad: las putas, los kioskos, los taxis, los ombligos motosos. He aquí una muestra de su verdad:
PUTAS EN EL TEMPLO
Llegaron una mañana de septiembre
cuando ya se habían ido los turistas
En los cuartos arruinados abrieron sus maletas
se cambiaron los vestidos
y por un momento desnudas frente al templo
fueron aire carnalizado
Las golondrinas huyeron de sus cuerpos
al entrar ellas en el recinto oscuro
y sus voces gárrulas sonaron en los muros
como el ave más trémula de la tarde
Al ponerse el sol los hombres de los pueblos
vinieron a buscarlas
e hicieron el amor con ellas en camas plegadizas
que parecía iban a caer sobre las piedras
y después en la noche
A lo lejos se oyeron los perros los árboles
los hombres la pirámide y el llano
cantar el mismo murmullo de la vida
Y por semanas bebieron y amaron en la ciudad antigua
atravesando al moverse fantasmas y perros de la muerte
hasta que una mañana la policía vino a arrestarlas
en un coche viejo,
y se fueron de Uxmal bajo la lluvia.
Homero Aridjis