Henry Alexander Gómez, Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández
La Revista Latinoamericana de Poesía La Raíz Invertida felicita a Henry Alexander Gómez, uno de nuestros editores, por haber recibido el Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández-Comunidad Valenciana” (2022), por su libro “La torre de los caballos azules”, libro que hace una reflexión sobre el movimiento expresionista en diferentes manifestaciones.
Francisco Javier Díez de Revenga, uno de los jurados, ha valorado del libro ganador por “su originalidad en los escenarios y espacios creados y los aciertos constantes en las estructuras poemáticas y en los poemas en prosa, así como el carácter de poemario europeo por las alusiones a obras pictóricas y musicales de la Europa de entreguerras, en un contexto de reflexiones personales”.
Este libro será publicado por editorial madrileña Devenir.
Acá una pequeña selección de poemas del libro ganador:
Crónica del tren de media noche
Un día leí en un viejo periódico la noticia de un niño que intentó parar un tren con sus manos: “El pequeño joven se paró delante de la máquina que venía a toda velocidad y puso las manos hacia adelante con intenciones de frenarlo”, advirtió el maquinista. “No puedo borrar de mi mente sus ojos soñolientos y una risa púrpura que contrajo el tiempo por unos segundos”. Y agregó: “Comencé a tocar la bocina exasperado, ya que el tren no podía detenerse”.
El nombre del muchacho era Georg Trakl, pianista de Salzburgo.
Tiempo después, vi al niño del tren. Juro que brotó de la rama de un arce rojo y se puso a jugar en uno de mis poemas. No le bastó con haber mordido cada palabra para luego desperdigarlas en el suelo. Me dijo que la lluvia es ambulante y que los muertos llevan brazos de plata en las noches especialmente frías.
Franz Marc / Verdún, 1916
Hay un temblor sobre las casas que se enciende y se apaga. El ruido de los carros de combate es un río drenado que nos visita a medio día. Cada joven anciano debe elegir su plegaria.
También hay algo que cae sobre la caída, un libro que guarda entre sus páginas la historia de una quema de libros, pero la belleza es siempre un corazón dormido que abre los ojos.
Un caballo azul vaga en medio de los disparos ajeno a la voluntad de los hombres. Yo ya no puedo cabalgarlo.
Casa giratoria
Paul Klee / Madrid, Museo Thyssen-Bornemisz
Le jalé una hebra a un pedazo de la noche y la cubrí con un poco de cera. Mis manos moldearon una vela que alumbró la habitación. Miré la llama por horas y logré entender el reflejo de su luz en la pupila de cada hombre o mujer que alguna vez ha encendido un fuego; supe también cómo la llama me observaba.
Esa flama, esa gota de estrella que me abraza con mi yo primitivo, es un ringlete que rueda por el tiempo, una veleta de fuego movida por el corazón de todos los hombres.
Mujeres negras
Marianne von Werefkin / Hannover, Museo Sprengel
Esa niebla negra por donde ahora avanza una mujer que lleva en su alforja el nombre de cada mujer sobre la tierra:
la mujer que se levanta a la madrugada y en silencio atiza la mañana con la estufa de carbón; la que se crucifica cada noche en el Gólgota y muerde con rabia sus pecados; la que hizo llover y sustentó la cosecha; la que degolló un gallo con su piel y alimentó el sexo de Jesucristo; la que ilumina el sol mirando las estrellas; la que guarda en su corazón las piedras con las que se hacen los muros de las cárceles; la que abre las piernas para volver a ser niña; la que lleva en su rostro el rostro de todos sus muertos; la que escribe poemas en la oscuridad y la que teje la leve risa del aire.
Van, por la orilla del alba, bajo la niebla negra, fundando la tierra.
Obertura para una despedida
Mis huesos ruedan hoy por el viento igual que mi pequeño Paul quien acaba de dormirse; me aferro a la oscuridad y su vértigo de hogueras para escuchar por última vez su llanto doble.
Hombres y mujeres me llamaban Else Lasker-Schüler y así firmé mis libros. Aunque debo confesar que no nací en este mundo aunque le pertenezco, su idioma no bebió de mi sangre pero me tajó igual que las estrellas. Preño entonces la tierra con el color de la transparencia y suelto las sílabas de mí nombre para que sean arrastradas por las corrientes de los grandes océanos.
Mi esperanza siempre estuvo lejos de todas las orillas.
Sobre el diario personal de Oskar Kokoschka
Una noche me visitó Georg Trakl, su suave mirada me acompañó hasta la madrugada. Él tomó uno de mis pinceles y trazó una luna negra sobre uno de los vestidos de Alma. Me dijo que detrás las colinas, cuando las hojas del otoño se levantan y vuelven a las copas de los árboles, los poetas nos hacemos hermanos.
Tiempo después, me hice a una muñeca de tamaño natural. Su cuerpo estaba lleno de pájaros, aunque sus labios eran igual a una mariposa atravesada por un alfiler. A pesar de todo, sus palabras se grabaron inmutables en mi mente, incluso sin el hecho de haberlas dibujado sobre el lienzo. Nadie entiende por qué le hice el amor y la llevé con su mejor sombrero a la Ópera.
Esta mañana pensé otra vez en Georg Trakl y su mirada. Vi allí a su bella hermana tocando el piano y las notas ardiendo bajo un sol de polvo blanco, vi en sus ojos a Grete y en los ojos de Grete el grito del hijo prematuro y su salto voluntario al vacío. Y en el revés de mi mirada, atada a los ojos de Trakl, vi los labios de Alma y la muñeca guillotinada en medio de los árboles. Entendí la luna negra tatuada en mi pecho y algo más: los poetas siempre volvemos al útero.
Han dicho que tengo mirada de Rayos X. Nada más cerca de la realidad.
Henry Alexander Gómez (Bogotá, 1982) Magister en Creación Literaria de la Universidad Central y Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Entre otros, recibió el Premio Casa de Poesía Silva, el Premio Nacional de Poesía Universidad Externado y el Premio Internacional de Poesía José Verón de España. Algunos de sus libros son Memorial del árbol (2013), Diabolus in música (2014), La noche apenas respiraba (2018), este último fue Mención Honorífica Certamen Internacional Sor Juana Inés de la Cruz. En el 2021 recibió el Premio Internacional de Cuento “Juan Ruiz de Torres” por el libro Cuentos para hundir un submarino. Es cofundador de la Revista La Raíz Invertida (www.laraizinvertida.com).