Poema del Viernes # 38
Por Hellman Pardo
Su poesía va más allá del recuerdo de la infancia perdida. Vuelve a su memoria, tomándola de sus resquicios, y la transforma en la realidad del ahora. Un amor a la ciudad, a lo puramente entrañable. Elegía del ayer, inquietud del hoy. Así, uno de los poetas más interesantes del Uruguay. LIBÉLULAS El viento salta desde los más lejanos verdores de la ceiba: rompe las confusiones de la luz: destruye el perfecto temblor de un vuelo transparente. De espaldas en la alberca la libélula no puede gritar los colores de su muerte: sus quietos dientes aún se ocupan de un hígado de mariposa de una leve víscera de cínife de los muslos de un gusano macerados por el sol. Gotas de ceniza rodean las alas aplacadas los metálicos ojos el largo vientre de ese bicho del Diablo capturado por labios fangosos y lenguas inmóviles. En el fondo de piedras azules se disuelven pequeños cadáveres como cáscaras de carne. En los cielos de más arriba -bambú eucalipto palma realnadie ve las sedosas sombras el fulgor de las mandíbulas las olientes cacerías y el viejo viento que comienza a declinar.Saúl Ibargoyen