“A la espera del verano” de Camilo Marroquín
Presentamos una muestra de poemas del libro A la espera del verano del poeta huilense Camilo Marroquín, el cual resultó ganador del Concurso de poesía José Eustasio Rivera.
Nada germinará, salvo la sed
Ya la brisa seca anuncia la llegada del verano,
pronto la ciudad será una enorme huella dactilar
de uno de los millones dedos fríos del sol.
La inteligencia de las flores echará raíz,
buscará el centro del hombre que no descansa,
el obrero tendrá que visitar de nuevo a la muerte.
Nada germinará, salvo la sed,
que embriaga a los sirvientes de la luna.
La tierra se congelará, y el joven aprendiz
estará a la espera de que germine un pensamiento anciano.
¿Dónde estaremos
cuando nuestra sombra se borre
de los muros del día
con su vientre lleno de estrellas?
He oído decir al viento
Se aproxima la noche,
silencioso es su trote,
y oscura su llegada.
Se acerca el tiempo
con su máscara brillante
que alumbra en las tinieblas
como una linterna en el sol.
¿Qué fue primero,
el huevo nocturno
o el ave de sol?
Estamos atrapados en medio
de dos muros,
la noche sin nombre y el día sin fecha.
He oído decir al viento
que somos libres
cuando amanece y se pone el sol.
Yo estoy en ti, amor
Yo estoy en ti, amor,
como un topo en la tierra
o un águila en las cuevas del cielo.
Yo estoy en ti, amor,
como la sangre en el árbol
y el viento por los caminos del río.
Yo estoy en ti, amor,
y tú no lo sabes,
soy un recuerdo de la infancia,
la primera luz que viste
cuando naciste
del reino de los muertos.
Yo estoy en ti, amor,
cuando me alejo
como un asteroide listo a colisionar
con el corazón de la vida.
Es doloroso el final
He mentido sin haber mordido la manzana
y, sin embargo, me cubrió el manto del pecado,
una sábana con la que se ocultan los ávidos de amor.
Todo gemido es una oración.
La tierra se llena como un cántaro de plegarias.
Ningún hombre miente cuando hace el amor.
Es doloroso el final
un parto de millones de estrellas,
aquí empieza el génesis:
con una mentira sudorosa,
el éxtasis de Dios.
Un orgasmo hace que el hombre abandone su piel
como una serpiente su alma.
El momento menos pensado
Tu cuerpo cambia con el paso de las lunas,
maduras con cada hora que cae del árbol,
y no sabes si es hombre o mujer
el nombre de tu futuro.
Esperas sumergido en las aguas de la muerte
mientras tu padre pasa los dedos por la superficie
del vientre de la diosa desconocida.
Un día demora lo que demora un universo en extinguirse.
Canta el tiempo entre las entrañas una canción de carne.
El momento menos pensado,
abrirás el sarcófago
y te sacudirás el polvo
de tu alma egipcia o azteca.
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CAMILO ANDRÉS MARROQUÍN DÍAZ: Neiva, Huila,1992. Estudiante de Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia. Autor de los libros: Huésped de la realidad (2012), Ecos y destinos (2014) y coautor de la antología: La persistencia de lo inútil (2016). Ha obtenido los siguientes premios: Segundo puesto en el concurso Nacional “La poesía de los objetos” que organiza la Casa de Poesía Silva. Mención de honor en el Concurso Nacional Universitario de poesía que organiza la Universidad del Externado, en el año 2014. Segundo puesto en el concurso de minicuento “Rodrigo Díaz Castañeda”. Primer lugar en el concurso de poesía José Eustasio Rivera.