Revista Latinoemerica de Poesía

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137. César Cañedo



Poeta, atleta, profesor y jota. Miembro de la casa de Vogue House of Apocalipstick. Fundador y Coordinador de Seminario Interdisciplinario de Estudios Cuir, UNAM. Ha publicado cuentos y poemas en diversos medios impresos y electrónicos. Tiene dos poemarios: Rostro cuir (Mantra, 2016) e Inversa Memoria (Valparaíso México, 2016). Una muestra de su poesía ha sido antologada en los libros: Afuera. Arca poética de la diversidad sexual (Diablura Ediciones, 2017) y Al menos flores, al menos cantos (Valparaíso México, 2017). Ganador del Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal 2017, con su poemario Loca [Demencia asociada al vih]. Algunos poemas suyos han sido traducidos al catalán e italiano.

email del autor: cesargcanedo@gmail.com

 

 

 

 

Hablo

 

Nací sin una oreja.

Y mi abuelo en sus manos

presentándome al mundo malformado,

y mi madre diciendo: ¡hay que arreglarlo!,

y mi padre diciendo: ¡yo lo pago!,

y mi abuela, tan solo: ¡qué belleza!

y ese niño incompleto creció y se hizo poesía

incompleta.

He aquí mi cántico sulfúrico.

La misericordia me llegó del culo

y me encendió las noches

en que mi cuerpo

incompleto

mi amor

incompleto

mi rostro

incompleto

se encarnaban

de la diferencia.

Con el pegamento

de los compañeritos del kínder

y el gesto inclino de Jesús abierto

y machacado en su compasión por mí,

como Dumbo de circo

sin todo lo que le sobra,

pásele a ver a la mujer araña,

pásele a ver a la carcacha humana,

pásele a ver al joto de este barrio,

pásele a ver al que será joroba,

sábana de miedo,

pesadilla de ridículo,

flor de asco,

estrella de tres picos,

chuequito,

arrancado del cielo de la simetría

perfecta, de la griega belleza,

del cerrado monumento.

Sin aristas, con cachos,

retazado de versos,

siempre copia fiel de incompletud completa.

Cuir antes de lo queer,

torcido de selección natural,

herencia de un patriarcado que te esconde,

pelo largo para ocultar sus fallas.

 

Y se me abrió el poema

como la flor de loto en que me siento

para no ser original

ni registrado made en el Olimpo

porque sería un exceso

que yo con tantas marcas

buscara lo perfecto

en lo absoluto de un culo sin flatos,

en las constelaciones de la noche Ocolome,

en el río Fuerte, que siempre es el mismo río, porque la presa no abre la compuerta,

y empecé a sonar con voces impostadas

pedacitos de versos que eran de otros,

de Darío, de Novo, de Bohórquez,

de la víscera seca, del maizal en invierno,

de la princesa triste de labios de clítoris de fresa,

del zagal que se vino vino,

del marcial que se corre corre,

de los gachos y cursis románticos tan nuestros,

del dildo del hechizo que más quiero

y en medio de nosotrxs

 mi madre oliendo a Dior

y un no sé qué que queda

que no que no

que Noa Noa

¿vamos?

 

Hay tantas metáforas en el mundo

que mejor las reciclo.

Hago oropéndolas de tantas tan perfectas

mamadas

y las vendo en la feria,

¿traes feria?

a peso si es barroco,

a cinco si es soneto,

a tres por diez Vallejo,

el César que me ganó

el derecho de ser único César

y entonces soy Cesárea de mi rostro

de mis versos y mis hombres

que esos sí, no reciclo.

Me enseñaron de niño

que una costilla,

un cartílago blandengue

(por más del Génesis que suene)

puede ser una oreja que no oye,

y no agradezco al cielo la ironía,

y llenarse de pelos que eran púbicos

para la alquimia de sonrisa perfecta

a la que se le nota el truco

como a mis ortosílabos,

versos que nacen del ano

que van a dar en el dar

que es el plaisir

de la petite mort jotuá

y así creí en la magia del poema

 a mi manera.

 

¿Si un día no fueras mayate

qué querrías ser?

Mariposa.

Todo queda entre bichos

y entre bichis.

Y por la tambora

que si alguien no me entiende

cáigale a Sinaloa

donde se rompen los machos,

donde nací quebrado y descompuesto

en medio del narcosilencio

que te arrulla en las noches rorro nene.

 

Derramando poesía

igual que semen

en aleteos de chupa

rosa,

una tarde se entrega

otra despierta

a tanto amor

de espaldas,

y cobijo mis miedos

en toda mi asimetría,

tuércele al verso el rostro,

y mi sonrisa torcida

es la perla que brota de la pérdida,

de raspar el dolor en tantas burlas,

de soñarme poeta

y ser fallido

y encontrar gozo en ello.

 

 

 

***

 

 

Better is Better

A John Better

 

Señora de la noche bacanquillera,

flor funesta de coca y metanfetas,

aguardiente y mansito paisa fiesta,

inventada lemebélica y tremenda.

Tuyo es el verso

y la crónica análica

salivante redime

feligreses del freakshow.

Sublimación latinchática y conversa,

mercadóloga web del sexo erecto

corrompes con tu labia el laberinto

orquestado de cisnes y poesía.

Masa amenaza de la paz y el orden,

cuerpos que importan desde Cartagena,

tu palabra prodiga lo torcido

y un collar de excrecencias te laurea

subsumido de tierra que se esconde

en la carne fusil pie de combate.

Viciar es construir,

orquestas libros

desde beodez patente

y salen buenos.

Fúndete noche, insomnio y tele abierta

y transmuta el pedazo en oro negro.

 

 

 

*** 

 

 

J cartagemida

 

Amurallado falo y cuidadoso

de lúbrico mulato relamido,

mansito en short debajo del vaquero

para abultar defensa gol de James,

el héroe nacional imbervergado.

Deleital jugosístico de lulo,

la carne urgente con el mar de fondo,

me entrego arrecho al colombiar columpio,

preservatal me pides como paga,

“soñamos gaycolombos con de pronto

casar con joven de tu patria tele

y no hay futuro si jotear atreves

ni ser feliz sin que Jesús bendito”

y yo me quedo con el gusto en cuatro

ano nadado de gemir historia,

colonizaje inverso fluvialoso,

shakirosiento capital privado

del Magdalena y su muralla corte.

Siguiente toma,

llueve y duele

beber labiocruzado tu aguardiente,

rasgar un a distancia hastaluegado,

plañir atlántico y volver azteca,

seguir probando mundo y testicales.

 

 

 

 ***

 

 

Una loca es quien desata todas las cuerdas.

Una loca es una mirada de soslayo y retadora.

Una loca es un perfume en una navidad triste.

Una loca es estar perdida sin querer salir del laberinto.

Una loca es un contoneo que enmudece al mundo.

Una loca lame las puntas del riesgo.

Una loca rebautiza a sus amigas con poesía.

Una loca es una sonaja en un velorio.

Una loca abre la caja de Pandora y ahí guarda su labial.

Una loca ha vivido mucho: el miedo del salón vacío y el calor de la calle a solas.

Una loca es toda la que se atreve.

Una loca es esquivar el puño que corrige anormales.

Una loca disfruta, luego arregla.

Una loca es hablar sola y contarle secretos a tu cuerpo.

Una loca es muchas ganas de bailar donde no se puede.

Una loca es la aguja del tacón invertida.

Una loca gasta el dinero, pierde el tiempo, se equivoca de dirección, llega tarde o no llega, deja abierta la llave y ríe mucho.

Una loca juega con las ideas ajenas y las tuerce.

Una loca es no saber estarse quieta.

Una loca seduce con el repudio ajeno.

Una loca es prima de la vestida, hermana de la obvia, racimo de la flor.

Una loca sabe hacer malabares con jeringas.

Una loca es cambiar lo seguro por una noche eterna.

Una loca hace del equilibrio un sube y baja.

Una loca rompe el billete de lotería si es que gana.

Una loca no tiene memoria, solo cuentos.

Una loca hace una pasarela con su lengua.

Una loca es feliz y eso ha ofendido.

 

 

 

 ***

 

 

Ausencia

 

Hoy también quiero ser

esos poemas

que no escribo jamás,

que la falta de tinta o de memoria

se llevan para siempre.

Quiero habitar la sombra de esos sueños

que no recuerdo,

quedarme fijo en tu vivimos tanto

que no podrá tocarme

sin despecho.

Calcar y deshacer aquella lista

de cosas por hacer y nunca hicimos,

la blanca arena

que tocaría tus pies

y mi regazo,

el viaje a mi terruño de la primera edad

y la caricia,

inventar un platillo a nuestro nombre,

desafiar el telón,

resarcir versos,

desde aquel mutuo paso.

Aprender lo que fuimos

para desaprender a enamorarte.

Inventariar el juntos que no te pude dar

para vaciarlo.

Quiero llenarme en todo lo que oculto

para así vomitar desesperanza.

Quiero sembrar infértil la semilla

de todo ese lenguaje que creamos,

del saber tantos nombres de tu historia

y no poder tan solo conjurarlos.

Quiero asirme de todo lo que olvido

para llegar a lo que no te dije,

que no mencionaré,

que ya no importa.

 



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