Trilce en La Galería con los poetas John F. Galindo y Juan Camilo Lee
El martes 4 de julio Trilce en La Galería tendrá la presentación de los poetas John F. Galindo y Juan Camilo Lee. 7:00 p.m. Aquí, algunos de sus poemas.
JOHN. F. GALINDO
Bucaramanga 1978. Licenciado en Literatura por la Universidad Industrial de Santander. Promotor de lectura del Ministerio de Cultura. Ganador del XIX Premio Nacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia, 2007. Su libro Ventanas de otros días recibió el IV Premio de Impulso a la Poesía Joven Colombiana (2008). En 2009 recibió la Primera mención de honor en la bienal de Poesía “Julio Flores”. Ganador del Premio Nacional de Poesía Relata- Ministerio de Cultura 2012. Cuentos y poemas suyos han aparecido en publicaciones nacionales e internacionales así como en diversas antologías. Ha publicado los libros Ventanas de otros días (Ediciones UIS 2008), Karaoke Demon (Ediciones UIS 2010) y [L] (Cuatro Colectivo Editores 2011). En 2016 ganó el Concurso de Poesía Tomás Vargas Osorio con su libro Lavar la culpa.
ANTICRISTO TELEVISION BLUES
Escucho una canción que descaradamente copio y pego en alguna parte de mí
y pienso en que no quiero hacerme viejo
ni recordar la suma impar de mis fracasos
ni detenerme en la hermosa voz de mi franqueza
que pasa por la acera de enfrente y saluda con la mano poderosa
de los que tienen el miedo como voz
A menudo soy un mal sujeto
robo cosas en el supermercado de mi barrio
burlo la cartera de mi madre
me drogo con nostalgia
meto mi mano por debajo de la falda de colegiala
de mi vecina sordomuda
que canta como un pájaro libre cuando moja sus delicadas carnes
¡Oh Señor, sin tan solo te apiadaras de una parte de mí
de mi piel o de mi lengua o de mi pequeño miembro que tanto se parece a ti!
Tú sabes que no tengo tiempo que perder
que por eso te odio aunque duerma hasta las once
que aunque me cueste trabajo he empezado a esgrimir el asco como única patria
el miedo como documento
Sé que hago lo correcto Señor
tú eres la luz
y yo las baterías gastadas de la linterna con que ilumino mi camino
No he trabajado en ninguna oficina durante mi vida
y eso me hace un oponente digno
Mis labios están cerca pero mi corazón es lejano
y bailo
y me hago grande
Y sobre este infierno que se quema
canto como un blusero viejo que no conoció la televisión
ni los dulces de paquete ni la crema para dientes
canto como un blusero herido en un cielo sin estrellas
Señor si estás ahí no dejes que pelee solo
que he entrenado lo suficiente para derrotarte
y que mi peso y mis guantes y el protector de mis encías
son de la medida reglamentaria para el combate
Apaga la maldita televisión de una buena vez
y baja de la modorra de las nubes
a enfrentar mis puños solitarios
mis dolorosos puños de hombre feo
capaces de aplastar las flores y las soleadas tardes de domingo
en las que mis tías empolvan sus vergüenzas y van a verte
DERRÓTAME
que el número de mis caídas es más grande que el de tus milagros
¿Estimado dios, quieres que me levante?
¿Que si pierdo ponga tu retrato encima del televisor?
recuerda que soy un blusero viejo
ahogado en el Mississipi de su pantalón
que tengo encías sensibles
que amo los trece años de una mujer sin voz
¡Oh! Mi pequeño enemigo
¡Oh! Mi dulce contendiente
nockeame de una buena vez y vete pronto
que la policía viene y estoy cargado
y los viejos como tú ya no corren mucho
ya nos veremos otra tarde
en el mismo canal a la misma hora
en la misma esquina donde siempre jugamos a perder
***
JUAN CAMILO LEE PENAGOS
Desertor de las ciencias exactas –en su adolescencia representó a Colombia en eventos internacionales de física y ganó concursos nacionales de matemáticas-, Juan Camilo Lee Penagos (1982) en la actualidad es becario doctoral de Colciencias desde 2014, y desarrolla una investigación sobre arte y literatura latinoamericanas en los años 60. Publicó Ciencias de la mañana en la colección “Viernes de poesía” de la Universidad Nacional de Colombia en 2011. Su libro Voces de Casa fue ganador en el II Concurso Internacional de Poesía Paralelo 0 2015.
Poemas de la serie Voces de casa
II
Las baldosas pálidas en la casa,
las cañerías que gotean su humedad adentro de las paredes,
las materas llenas de lluvia en el jardín olvidado,
son los elementos de este lento desastre que ocurre mientras recuerdo,
mientras escribo,
mientras termino de fumar frente a las rosas del patio que se desvanece.
Olvidar el encuentro de las otras cosas,
las explosiones innumerables de lo que fue,
los ecos de lo que alguna vez dijimos en el abismo de lo que será,
el endurecimiento de los días alrededor de lo que pudo o podrá ser:
la potencia de la vida que soporta su propio peso como un árbol torcido,
como un cojo que fortalece hasta la deformación la pierna que lo salva.
VII
La memoria tiene mucho que ver con el sol:
ilumina y enceguece al presente.
Las imágenes de la memoria
son vitrales que se superponen unos a otros,
que oscurecen la luz que podría atravesarlos
para hacer visibles sus figuras.
Es por eso que lo único innegable es el silencio y la transparencia
de quien,
hundido en una bocanada de tabaco,
de repente
recuerda.