Gabriela Álvarez
Compartimos una muestra poética de la destacada poeta argentina Gabriela Álvarez, autora de los poemarios Migraciones, La mujer suelta y Poemas a Lucía.
De La Mujer Suelta (Mundar, 2022)
LA ROPA QUE SE LAVA
Visto una campera de mamá.
Le pregunto quién nos estimula
como si el miedo a equivocarme
estuviera en el futuro.
Ordenamos la casa
la ropa que se lava
para distraer al dolor.
La sombra de la noche
es una huella temerosa
que se mueve y baila
una risa negra
sobre los troncos podados.
SIGNOS
En la casa donde crecí
los árboles no existen
en su lugar soy
esa mujer que fuma
un signo del hambre.
Natural y ridícula
es la forma de ver
los bordes que faltan
el tabaco cayendo
en cenizas claras
esa línea de papel que arde
cerca de la piel.
Mi boca elimina la bruma
del paisaje.
Origina esta razón
que huele a rosas.
DESPLAZAMIENTOS
Saco la mano hacia el jazmín
y toco la menta.
De quién es este miedo
de quién estas manos.
Mi nombre es un pulóver
heredado
que fertiliza al tiempo.
Un cuerpo que habita
su antigüedad huérfana.
No fui el vuelo
sólo su temperatura
un carácter del pulso
en cada azulejo
de la casa.
De Poemas a Lucía (Falta Envido Ediciones, 2024)
BRUTA
Crecí junto al desperdicio
cada silencio
de las cosas muertas
me dio fantasías y restos
de una mujer bruta,
pero sé escribir desde mi prisión
darme cuenta de que no mentimos,
trazamos pequeños círculos en el aire
mientras los demás duermen.
Puedo ver cómo se desarman
las cosas de la casa,
ayer caían insectos en la mesa
secos por el calor.
No puedo acomodar lo sucio
ni el paso del día
no puedo limpiar las huellas
de los que quiero.
DESASOSIEGO
Lucía,
escribes una oda a la cebolla
y aparece el olor dulce de tus ojos
esas palabras torpes
cortan lágrimas
sostienen un cuchillo por amor.
Nuestra boca es libre,
transforma paisajes ácidos
en muertes bellas.
Nos toca el fondo de los huesos.
Esa metamorfosis del odio
se desparrama en la cocina.
Inédito (2025)
PLAZA BELGRANO
Mi cuerpo crece si te escucho
¿hay otras formas de aprender a caminar?
Me inclino en el pensamiento
esos pasos sobre los que decido quererte
en tu infancia
o en el tiempo en que alguien soporte
perder a otro.
Dices que tu casa era hermosa
como la glorieta que cruzamos
en la Plaza Belgrano
apenas un techo unía la cocina
con una enredadera
mientras el sol y las deudas
martillaban las paredes.
Hubiera anhelado
apropiarme de tus gestos
una parte de tu ropa o el perfume
merecer un descanso
sofocar la pérdida entre las sábanas
que elegí para esa tarde.
El tiempo nos saqueó las voces
pero algo dignifica el amor
tus manos todavía cortan el pasto
donde arrodillada tapo mis oídos
para no escuchar la muerte.
***
GABRIELA ÁLVAREZ
Nació en Santiago del Estero, Argentina. Es poeta, abogada y editora. Publicó Migraciones (ediciones En Danza, 2018), La Mujer Suelta (Mundar, 2022) obra ganadora del Concurso de Libro de Poesía Clementina Rosa Quenel 2021; y Poemas a Lucía (Falta Envido ediciones, 2024). Participó en el XVI Festival Internacional de Poesía, Bs As. Integra Piedra Madre editora. Estudia con la poeta Natalia Litvinova.