Revista Latinoemerica de Poesía

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El zorro rojo de Bernd Lüttgerding



 

Nota, traducción y selección de Laurel Reinthaler

 

El zorro rojo (2019) de Bernd Lüttgerding (Alemania, 1973) es todos los zorros rojos del mundo, quizá todos los animales de la tierra. Su poemario dedicado a este mamífero, común en la literatura germanoparlante y cada vez más extraño en los paisajes, dibuja la imposibilidad de la simbiosis entre la civilización y la naturaleza, señala la grieta entre sus lenguajes.  La resención del poemario en alemán lo describe como un “Denkmal” o munumento al zorro rojo. Paradójicamente la literatura, las imágenes culturales que nos hacemos de lo salvaje son un monumento, un símbolo inerte que lo fija y lo extingue. Lüttgerding plasma en sus poemas este proceso de petrificación, la desaparición de su cuerpo real en la urbe y entre pesticidas. Singer, Derrida, Amir. Son varias las voces filosóficas que desde el intelecto nos alertan de esta situación, pero el poemario de Lüttgerding es la voz de la sensibilidad que abre en nosotros la zanja donde mueren los animales.

 

 

16.

Si fuera más cercano al zorro y hablara
las lenguas de otros animales y pensara
de manera más salvaje y pudiera escribir letras animales
la escritura de pájaros, así fuera la escritura de los pollos,

tal vez resultaría mejor llevar al zorro
a su cercanía, mas no podrían
entenderme. Y estaría seguro
de que aullo, me levanto y me quemo,

pero soy quien soy, en tachones toscos
engaño a un espejo y como mucho
viene aquí un zorro entre líneas
escabulléndose.

 

 

16.


Wäre ich dichter am Fuchs und spräche
Sprachen anderer Tiere und dächte
wilder und könnte Tierschrift schreiben,
Vogelschrift, sei’s nur die Schrift der Hühner,

vielleicht gelänge es besser, den Fuchs
euch nahe zu bringen, doch könntet
ihr mich nicht verstehen. Und wäre
ich sicher, ich riefe, steht auf und brennt selber,

doch ich bin der ich bin, in plumpen Strichen
trickse ich einen Spiegel und höchstens
kommt hier zwischen Zeilen ein Fuchs
ein Mal entlanggeschlichen.

 


19.

El niño en el tranvía lleva un huevo.
y el psicótico, entre las axilas
mojadas de los otros,
lleva una chaqueta de invierno, su identificación
junto a un chupón en un cordón
al rededor de su cuello. La chaqueta invernal
de paño, pesada y caza -verde cazador,
la lleva como una armadura,
su mirada ensimismada.
Debajo de ella está orinado.
El zorro, un peluche, caído bajo el asiento.
– ¿se inclina alguien? – al instante es echado de menos...

 


19.

Das Kind in der Tram tragt ein Ei
und der Psychotiker zwischen den nassen
Achselhöhlen der andern eine
Winterjacke, seinen Ausweis
neben einem Schnuller an der
Schnur um seinen Hals. Die Winter-,
eine Lodenjacke, schwer
und jäger-jägergrün, als Rüstung
trägt er sie, den Blick entrückt.
Darunter hat er sich bepisst.
Der Fuchs, ein Plüschtier, untern Sitz gefallen
– bückt sich wer? – wird sicher gleich vermisst…

 


27.

La mayoría de las gallinas están desde hace años.
En el campo de concentración. Los insectos desaparecen.
Encontramos el cadáver de un zorro
al borde del camino, atropellado.

El zorro come basura, se torna rabioso.
Las ciudades son el nuevo bosque.
(con mayor contenido de óxido de nitrógeno).
Lo que cargó del camión hace un momento

es un herbicida de amplio espectro.
El científico se arrodilla ante la zanja.
e indaga de qué murió el zorro.
(Ya hablé de la grieta. – También se abre aquí adentro)

 


27.

Die meisten Hühner sind seit Jahren
im KZ. Insekten schwinden.
Einen Fuchskadaver finden
wir am Wegrand, überfahren.

Der Fuchs frisst Müll, wird toll vor Wut.
Die Städte sind der neue Wald,
(mit erhöhtem Stickoxidgehalt).
Was man vorhin vom Laster lud,

ist ein Breitbandherbizid.
Am Graben kniet der Wissenschaftler
und forscht, woran der Fuchs verschied.
(Ich sprach schon von dem Riss. – Auch hierin klafft er.)

 


44.

El zorro de la tarde es rojo como vino
El murciélago le canta algo
Las gotas de la lluvia golpean
en su pelaje, crispan su oreja.

El zorro de la tarde es rojo como la sidra
Y su tristeza es un mar
Que lejos de todo consuelo
Envía olas, olas hacia él.

El zorro de la tarde va acercándose al negro.
Las gotas allí en su piel,
son estrellas, pálidas, de cuarzo,
Bordadas en la tela de la carpa de la noche.

 

 

44.

Der Abendfuchs ist rot wie Wein.
Die Fledermaus singt ihm was vor.
Die Regentropfen schlagen ein
in seinem Fell, es zuckt sein Ohr.

Der Abendfuchs ist rot wie Most
und seine Trauer ist ein Meer,
das weit entfernt von allem Trost
schickt Wellen, Wellen zu ihm her.

Der Abendfuchs, annahernd schwarz.
Die Tropfen da in seinem Pelz,
das sind die Sterne, blass, aus Quarz,
gestickt ins Tuch des Nachtgezelts.

 



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