85. Luz Mary Pineda
En los versos de la poeta bogotana Luz Mary Pineda transitan los ecos de la música de los pasos, las huellas que habitan los costados del tiempo, los templos donde la memoria borda su vuelo. Aquí una selección de sus poemas.
COSTAL DE SOMBRAS
…que el mundo lo teníamos cogido
como a una lagartija por el rabo
Euler Granda
Un tatuaje con cicatriz de abandono
observa el exilio en esos otros que somos.
Sabe dónde habita la maleza del alma.
No se anuncia.
Emerge sin respiro
en el follaje de cada hora
y nos habla del destino sin destino.
De repente
vuelve
con rostro de evangelio en las manos.
Retorna
en otro que duerme a nuestra espalda
lamiendo las costillas.
Es tan rápido el vuelo.
¿Quiénes somos?
En este instante
algún extraño
borra las cenizas del cerrojo.
MEMORIA HABITADA
Los ojos
contemplan la huida en su infancia
Pueblan
el refugio con raíces perdidas.
¿En dónde esconden del pincel el paisaje?
¿Dónde enjuagan las lágrimas su sal?
Los ojos
muerden los párpados.
Saltan
sobre agujeros tatuados por hormigas.
¿En dónde atraviesa la vista su dardo?
¿Dónde habita la tiniebla su sombra?
Los ojos
Son un mar secreto que ata relojes sin memoria
TARDE PARA FUGITIVOS
Presa de ronquidos
la tarde viaja con las alas perdidas.
Me inquietan sus aires fríos
sus velos destiñendo.
Ella es dos veces día.
Es letargo hambriento en la penumbra
cuando la aprieto para conversar con mis delirios.
En mi cansancio ella es alborada
atrapada en los arbustos del rostro
La tarde agolpa el abandono
en la infancia que todo lo olvida.
Y aquí
en el susurro me adelgazo
como harapo en un poste.
Ella es la tinta con la que maquillo mis silencios.
INCENDIOS
Las horas
muestran un desamparo
tras los cristales del sol.
¡Cuánto vértigo encierra el miedo!
Un pequeño puño incendia las calles
y Harlem sabe que no es llanto
lo que aúlla en los suburbios
que es el blues fundido sobre los dientes nocturnos.
En toda esquina
batalla una pantera su abandono.
Es tiempo de arañar la sombra y volverla antorcha.
Es tiempo de calcar las piedras con olores negros
para que el pregón sea camino.
Las banderas no son horas enredando el corazón.
¡Clama el orgullo!
Un largo gemido es la cola de un gato serpenteando en los basureros
borrando en la hoguera la indiferencia.
Un puño habita el último aliento negro de la ceniza.
LA TARDE RECLAMA SU VOZ
He pensado que soy Laura y la sombra me acorrala.
Sus ojos se aferran a las heridas cada tarde cuando regresa de clases huraña y se
mece sobre los silbidos torpes de la respiración.
Deja caer a borbotones mil palabras en una cama abandonada a la inocencia.
A las tres, ella ronca para agotar el futuro. Desenreda el miedo y crece cual destello
urgiendo pizzicatos de violín.
Llega y agarra a mordiscos los morados precipicios de la irá.
Contemplo su ímpetu halando tonalidades. Eso es ella. Una arista que rescata huellas a
las preguntas.
Aún dormida, cuela tristezas que caen como cenizas flageladas. Entonces despierta
sobre las últimas huellas de la tarde para florecer a sorbos en las raíces que van
vistiendo los caminos.
Mi hija sin saberlo, habita la soledad que nos ronda.
***
LUZ MARY PINEDA (Bogotá) Poeta, periodista y docente de ciencias sociales. Profesional en periodismo de la Escuela Superior Profesional Inpahu, con estudios de perfeccionamiento en Radio. Sus poemas están publicados en los libros “La hora de los búhos” (2018), “Caligrafía de la araña” (2018), “En AmorArte” (2015), “Cóncavo y Converso” (2014) en conjunto con el Colectivo Esperanza y Arena. “Antología de poetas facatativeños” (2006). Ha escrito dos libros inéditos de poesía “Amalgama de telarañas” y “Poemas de breve murmullo”. Participante en encuentros literarios como el Encuentro Internacional de escritores de Facatativá (2017), Encuentro Departamental de escritores en Chaguaní Cundinamarca (2018 y 2019), Tertulia virtual Internacional “Palabras en el ático” (2020). Actualmente hace parte del grupo literario Esperanza y Arena.