206. Hoz Léudnadez
Reflejos en desbandada huyendo de un bosque de voces, así los poemas de HOZ LÉUDNADEZ. (1989, San Juan del Río Querétaro, México), donde se instalan recuerdos constantes y agonías estridentes, huellas afiladas en un vértigo de canciones que incendian el tiempo. Aquí una selección de sus poemas:
ECLIPSE
Encontré fotos de ese día,
fotos que solo puedo ver
durante las mañanas
el eclipse de la década.
Me da frío la imagen,
me da rabia el color.
Cuando la luz se apaga
aquí, en mi entorno
todo pensamiento
se materializa en llagas.
Me da frío la imagen,
me da asco la oscuridad.
Aquí, aislado,
recluido en compañía
de ese goteo interminable
de pensamientos asesinos:
extraño a mamá,
extraño a papá.
Quisiera tenerlos cerca,
quisiera preguntarles:
¿así se volverán mis ojos?
¿mi corazón será tapado por la luna?
¿el cielo está enfermo como yo?
Mamá:
¿seré como el ave despistada que,
confunde la oscuridad del fenómeno
con la auténtica noche?
¿me iré a dormir temprano colgado de los alambres
que no sostienen luz, ni cordura?
Papá:
¿verdad que las nubes arrullarán mi sueño?
¿verdad que soñaré con las estrellas?
¿verdad que sólo será pasajero?
¿verdad que estarás viéndome arder orgulloso?
¿Verdad… que este eclipse y, esta enfermedad, no serán eternos?
¿Cómo es posible que ese eclipse… esa luz, no sienta asco de sí mismo
al ser obligado a morir en la negritud?
Las mismas preguntas,
los mismos anhelos, día tras día.
Al término, siempre me abrazo al recuerdo
que se me extingue cuando descubro,
otra vez el miedo inmenso que tengo de la oscuridad.
Y me aferro con fuerza
a la invisible esperanza de un siguiente día
en donde pueda decir que no existe
este miedo inmenso, este horror infinito
que paraliza mi alma y me impide huir.
Al menos ahora entiendo que,
en los eclipses: el cielo no está enfermo,
soy solo yo, el que no tiene cura,
ni la tendrá,
mientras estas personas
me sigan diciendo que es un juego,
el de montar su negra humanidad
sobre mi piel blanca
mientras mamá y papá,
no están cerca para poderles preguntar:
¿porqué es que a ese sol… no le da asco la oscuridad?
//Del Libro: Ojos de Pájaro
//Editorial Tren de letras Qro 1998
ÓRBITA
Sé que pronto me afectará este atardecer,
quiero aferrarlo a la boca del mar
y evitarme la tortura de los perfumes
llenos de palabras que,
solo se respiran en la noche.
Sé que a la soledad le desagrada su naturaleza
porque sé que pronto dejará marcas,
porque para ella los sollozos
son una eterna fiesta,
una lastimera mezcla,
una danza venérea de dolores reptantes,
de orgías que colapsan
y erosionan al cuerpo donde habita,
qué mejor compañía para esta aburrida enfermedad.
¡Cómo gritan estas lágrimas,
cómo alteran el confín!
Antes de la luna
ya le estoy ladrando al recuerdo.
A las circunferencias
donde mi lengua fue un péndulo
en la aureola de tus pezones.
Donde fui un circo,
en el círculo,
con tus pupilas que me vieron arder
en el aro de fuego
conocido como el final con lumbre
que tiene una mujer.
Cómo gritan estas lágrimas
y cómo grito yo
al no poder vomitarlas cuadradas,
cómo son tan miserables las vidas
y su transcurso redondo.
Porque ahora,
en esta súbita despedida:
no me duelen aquellas órbitas tanto,
como ponerle el punto final
a una historia que aún muerta
en mi cabeza sigue girando.
//Del Libro: Escarnio: doble filo. Alegro: graznido y trino
//Editorial Letras Feroces 2005
SI YO FUERA MUJER
Si yo fuera mujer:
sería una puta con diente de oro.
Sería perfecta para cualquier demonio lascivo,
exacta para estandarte o como logotipo
de algún congal del averno.
La más cercana descripción del pecado,
casi como santo y seña
del retrato hablado en la biblia
o en el manual de caza
de cualquier asesino de brujas wicca.
Sería fría, elástica y convenenciera,
sería la noche y sus gemidos,
sería la teta derecha de Jehová
y el glúteo izquierdo de Luzbel.
Yo sería de esas femme fatales
que marcan con fuego su nombre
en los ojos de los poetas de sentimientos nobles,
sin alarde, puedo asegurar que yo
bien podría haber sido,
la primera que cubría de un sudor frío,
helando a Safo de Lesbos,
y no miento al decir que yo la dejaría pálida,
cual marchita hierba,
por mis dedos mancebos de poéticos movimientos.
Habría sido de esas
que le sonreían a Lord Byron
en la oscuridad a cambio de dinero y miel.
De aquellas que le dijeron marica a Bécquer,
por la que Jalíl Gibran se volviera un loco,
la que lo hiciera perderse de un lugar en aquel cielo
y lo transformara en un amante ferviente del vino y el amor.
Sería la que en una noche de tragos
le susurrara al oído a Bukowski
que Shakespeare no, ¡nunca lo hizo!
La sorprendente razón del color Azul de Darío,
lo acolchonado de "La muerte de la Emperatriz China"
y los celos húmedos de Suzzete.
Sería la culpable de la derrota de Hemingway,
la belleza que se acomoda en el alma
y entre las rodillas de un Rimbaud que ríe al injuriarlas.
Yo podría asegurar que
con mi destreza fácilmente a Sabines,
lo podría incitar a canonizarnos
y hacer que no muera de amor,
sino que perezca entre mis nalgas.
Si yo fuera mujer, esclavizaría las genomas
del anti-poeta Inocencio REX con mis feromonas.
Sería la reina del burdel:
donde pervertidos como Guidé y Apolinaire
darían su vida, su corazón,
por tan solo y siquiera
el instante más minoro de cualquier noche,
tener mi boca dentro de su pantalón.
Las piernas de María Luisa serían las alas de Girondo,
pero yo la única que lamería tan hondo
hasta desorbitarle el lubidulio.
Yo sería más letal que la muerte para Darío Grandinetti,
y más elocuente y abierta que la locura de Subiela.
Si yo fuera mujer, una de estas,
sería poco macho para Kahlo y mucha hembra para Rivera
para el Trotskismo, solo otra cualquiera.
Yo sería esa mulata
que drogaría a todas horas y por doquier a Baudelaire.
Por mí edificarían torres y Babel:
estaría en todos los puntos estimulantes de la tierra,
para que los ríos se vuelvan leche y Machu Pichu un falo.
En mi boca se alojaría el alarido de un tercer sexo,
el abismo de otro o del último vaivén,
aprovecharía al máximo mis dos pares de labios
para con uno de ellos, gritando blasfemias esté,
con feriada oratoria gramatical,
y para con el otro par, componerlas.
Si yo fuera mujer:
me encantaría amedrentar a beatos
con un par de pechos filosos,
dotados de pezones erectos punzo cortantes.
Si yo fuera mujer:
me encantaría poseerlos como armas,
y si fuera hombre… ¡también!
Me encantaría poseer un vientre amplio,
y dar cabida de mi sangre para saber:
que se siente un suspiro desde dentro
una sonrisa desde el fondo,
una mirada a tal profundidad.
Pero, sobre todo
me encantaría serlo para entender:
¿por qué como mujer
se puede ser traicionera… pero como madre no?
//Del Libro: Abra-Hibridabra.
//Editorial Tinta Nueva 2018
ODA SOLITUDE
Tengo una soledad tan larga:
tan de cuaresma o de calle fría,
de difícil sendero y terracería,
una soledad de esas calles
en las que piensas que al final te aliviarás,
pero mi soledad es de esas calles
que no son más… que laberintos sin salida.
Tengo una soledad que está tan al fondo:
de lujuria canina sobre lodos
con una tristísima sonata y huida,
de grises jaurías con lobos que no aúllan,
una soledad con polvo que parece enterrada viva,
una soledad tan eterna y tan sofocante,
que se tatúa en cada eco que evoca de mis poros.
Tengo una soledad sin gracia y otra muy seria,
una que canta y otra que tararea.
Mis soledades son tan profundas
y son también superficiales,
son adentro de metales muy duras
pero afuera tan suelta como areneros en la garganta
que impiden al orgullo llorar a mares.
Tengo una soledad de iglesia de barrio
de un domingo de misa sin gente, al medio día,
una soledad desértica de capilla
en un clásico partido de fútbol
con cualquier equipo,
una soledad de tribuna vacía
y de marcador en contra.
Tengo una soledad más triste y más solitaria
que la de un Adán en el día de las madres.
Tengo una de esas soledades que desinhiben,
de las que te doblan con una copa
de las que hacen que te marches sin alguna razón,
con la primera que te topas o con la última del callejón.
Una de esas soledades
que parecen crudas morales,
de esas tan persistentes y enfermas
sí, adolece, como una maldita enfermedad venérea.
Tengo una soledad con esperanza citadina,
una soledad de rostros que finjo conocer,
de calles que desconozco,
de horas por las que pregunto,
de nombres que jamás me grabaré,
de labores y motivos que no me importarán,
de lazos civiles y sociales que nunca tendré
y de la estúpida música que nunca me gustará.
Tengo una soledad tan grande
que no quiero compartir
y tú, tú tan distante como para ayudarme a salir.
Porque tengo una soledad tan indestructible,
una soledad tan tormentosa sí,
pero ninguna de estas me duele tanto,
ni me hace sentir tan tonto
como la de tenerte a mi lado
y ver tan solo:
ver tan solo mi sombra.
//Del Libro: Hozmosis
//Editorial Letras de pasto verde 2019
PROFÉTICA
Yo aún habito
en las ruinas de la carne,
y sigo emocionado
por el jeroglífico caricia:
que nunca se tatuó
pero lo siento.
Todavía canto sobre el río
que babea mi yaga,
todos esos boleros
que jamás escuchaste
y presumo:
fueron himnos
ante la bandera del beso
que nos faltó dar.
Es aún que la lluvia de mis ojos
no me niega el reflejo sobre la tierra,
hasta formar un cántaro rojo.
Yo aún soy el náufrago suspiro
de lo que nunca pudo ser,
pero sigue navegando
en busca del tesoro marcado
en el poema roído
de la servilleta del último bar.
La tala excesiva de agallas
jamás deforestó mi fuego,
porque yo aún contengo
la respuesta al acertijo del porqué:
la bala siempre deseará ser flecha.
Es aún tiempo en que,
mi dislocada huella
se en marca en el vapor del viento
confiando en que:
la evocada palabra
no necesite de significado
sólo actúe fecundando
el suspiro del receptor que le encara.
Porqué yo... sigo escribiendo,
sin el pretexto de que me publiquen
o el sueño de que me leas.
Y admito guardar con recelo
todos los errores para valerme
si quiera, de un trozo de melancolía
no para tretas,
no para ira,
sino para mantener la tea
del porqué los dos niños de la profecía
siguen sin tener la gloria
de la venganza, que se les negó.
Y sí... aún tengo la rodilla hundida
como aquella primera vez dé,
ese maldito día zero
y se materializa el fango
en una sinfonía memorial pero no temo,
porque en mi panteón aún hay flores
sí, y existe con la ambición
de esperar el re-alzamiento
de una nueva muralla,
y el entierro de una vieja sentencia.
Estás equivocada si crees la cicatriz se desvaneció
con el arribo de nuevos mares
porque yo,
soy el superviviente de la profecía carmesí
y no olvido cada centuria
en la que el beso calmó la sed
y detuvo el tiempo.
Quizás eres tú
la que se aferre a la indiferencia
y por eso estoy aquí:
inmolado,
agonizante
y desangrado.
Estoy aquí para recordarte despistada:
que, aunque la marea haya bajado
porqué el satélite está disperso
ni un solo momento,
ni una sola noche
mi sangre ha dejado de aullar.
Todavía mi alquimia ladra
todavía mi búsqueda
lanza espasmos,
sólo ocurrió
que te olvidaste
que el círculo... No se cerrará sin ambos.
//Del Libro: Multifacética
//Editorial Colección Sur Cuba 2020
***
HOZ LÉUDNADEZ. Nacido un 10 de agosto de 1989 en San Juan del Río Querétaro, México. Contra su voluntad y sin decisión unánime, más bien con el veredicto en contra; ¡culpable! Fingió el llanto tal vez, pero no la tristeza. Sin estudios, sin empleo, sin referente y encima; ¡con deudas! Orgulloso alumno de Jaime Sabines y Francisco Cervantes. Ha publicado 13 libros de poesía: Ojos de pájaro (Edit: Tren de letras 1998) Ojos de pájaro vol 2: 14 Azotes (Edit: Tren de letras 2000) El asesino de musas (Ediciones Universidad Qro 2002) Enfermo de Ojos grises (Fondo Editorial Queretano 2003) Las anormalidades de mi cuerpo (Edit: Letras Feroces 2004) Escarnio: Doble Filo. Alegro: Graznido y trino (Edit: Letras Feroces 2005) De confesiones y reclamos de la pluma de un poeta indecente (Edit: Letras Feroces 2006) Cómplice de la prosa sublime (Edit: Duman textale 2008) Resplandor etéreo (Edit: Cultura autogestiva de León México 2010) Hibridiasis (Colección Ariadne México 2017) Abra Hibridabra (Tinta Nueva 2018) Hozmosis (Editorial Letras de pasto verde 2019) Multifacética (Colección sur Cuba 2020) 4 Libros de cuentos: Ojos de pájaro: los cuentos (Re-edición Sep-Plaquet Qro 2005) Escarnio: Doble Filo. Alegro: Graznido y trino. Cuentos (Edit: Letras Feroces 2009) Las tres brujas y el viacrucis de un goliardo (Editorial: Colecciones del museo del chopo 2009) Mártir Poeta (Editorial Barroco 2011) Goliardo (Editorial Barroco 2013) Relatos del perro de la calle que vive bajo un puente (Fanzine del chopo 2015) Ganador de los premios Bohemia de literatura independiente en Querétaro México 2002, poesía, cuento y narrativa. El premio de poesía emergente en Querétaro 2004. Premio Poesía de la Sierra de Querétaro 2006. Premio Barroco México 2010 entre otros. Ha sido colaborador en ediciones electrónicas de la editorial Duman (Colombia, Argentina, México). Colaboraciones en revistas y fanzines como; Surreanimatia (Argentina), Satírica (México-colombia), Mandrake (México), Letras feroces (México) La Testadura (México), Lengua (México). Tiene colaboraciones en blogs independientes reseñando literatura, videojuegos y demás. Figura en diferentes antologías “¡Cuidado! Escritores alucinando” del poeta Francisco Cervantes 1999. “Nuevos poetas Queretanos” Grupo Tren de Letras 2000, “Hibridismo: el manifiesto de los tres alquimistas” del grupo editorial independiente Letras Feroces, 2002. Fundó la revista Letras Feroces en el 2002. Ha participado en festivales nacionales e internacionales de poesía en ciudades como Querétaro, Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, León, Salvatierra, Celaya. En países como: Cuba, Argentina, Uruguay, Chile, Francia, Lituania, Dinamarca, Finlandia, Noruega -estos países siendo invitado por el instituto iberoamericano de cultura para leer en estas ciudades- España y Marruecos. Actualmente es fundador del proyecto editorial y videoblog: Cadáver Exquisito Literario como editor en jefe. Es anfitrión en los programas en vivo de la misma editorial Cadáver Exquisito Literario: Cóctel Molotov de Poemas Incendiarios -una iniciativa de la editorial en donde la función principal es promover la poesía contemporánea de todo el mundo. Y Nerdgasmo, un espacio en donde se abordan temas de la cultura pop, tales como el cine, los cómics, videojuegos, manga, anime y etc.
¨Pregonero de lo que él y sus otros tres él llaman; Hibridismo, estilo que mezcla lo burdo con lo bello, la majadería con lo majestuoso, la grosería con lo grotesco y la putería con la poesía. Porque sabe que, para escribir, no se necesitan de dones, ni de sensibilidad, ni de técnica, ni de musas, ni de la estúpida inspiración, no, para escribir se necesitan huevos y ovarios ¨