Reseña y poemas de “SEOL”, libro de Isabel Guerrero
Para el antiguo testamento, Seol es el lugar de las almas rebeldes, de las olvidadas.
Según el Judaísmo antes de la llegada del Mesías hace referencia a los muertos en pecado, una tierra de sombras habitada por quienes perecieron sin creer en Jesús de Nazareth.
En el pasaje bíblico Daniel 12:2 sostiene que Sheol se refiere a la sepultura común de la humanidad como un lugar de inconsciencia. Que todas las referencias nos sirva como punto de partida, para iniciar el recorrido de este espacio/pulsión que la autora Isabel Guerrero nos invita a transitar.
Que en el transcurrir de las páginas genere un desatarnos los conceptos primarios, porque Seol es un desgarrar la palabra al sentir la orfandad de los unos a los otros.
La autora nos dice: no es fácil hallarse frente a la memoria/ no es lógico enmendar un destino/ que trice el mapa/y quite la mueca natural de los fósiles.
"No hay patria en la isla de los muertos".
Frente a esta condición todos los sucesos se construyen en el caos. El movimiento dentro de lo mojado aunque no sea agua. Es el líquido negro nos dice la autora "no es lluvia ni fondo marino" "un mar que no es mar" sostiene el emerger una lengua hacia dentro. Sigue presente el movimiento como metáfora de la vida, un intentar volver a la raíz.
El líquido negro que se reproduce calca el tiempo, está dentro de ello el nadar como recurrente. El espacio como necesidad. Un hambre fragmentada desde la infancia. Nos dice "El olor a tierra/ tiene olor a metal.
Sentimos también el olor del abismo, mientras llega la urgencia a encontrar estabilidad. Y solo nos adentramos al descenso/infierno.
Dentro de la propuesta la re significación de los pájaros es un voltear las alas en medio de esa hecatombe.
Volver a la pulsión del tiempo desde el dolor, sentir la inundación en la construcción de cada imagen.
Seol se divide en II partes, en la primera está un hervir agua en cada palabra, un rozar las cenizas en nuestro pecho, un sentir que la marea sube.
Está presente la simbología, desde lo religioso, pero en desapego con lo "correcto".
Entre las acciones que implica el tiempo de cada poema. Seol constituye un devenir que ni la palabra salva. La imagen como volcán mostrando su furia.
Walter Benjamín sostenía: "La imagen dialéctica es una bola de fuego que atraviesa el horizonte del pasado" hablando de la filosofía de la historia, que igual interpela los rastros poéticos. En Seol las imágenes van hilando ese fuego, esa lengua que se asoma y serpentea el camino.
En su segundo capítulo sentimos el sabor ácido, lo seco. Esa inmensidad vista desde abajo se ahoga. Carne y pluma es el tejido de estas imágenes que se calcinan en el sol.
Un retornar a la tumba, es la imagen que está presente en toda la propuesta. La imagen que la serpiente canta con su lengua "al río".
La realidad de las comunas se ve reflejada, hoy es Puchancavi y Quintero pero bien puede ser toda la costilla fragmentada de nuestra Latinoamérica.
Alas que se pierden/el contenerse/ la oración de la noche. El movimiento retomando para llegar a la fosa, que son los años.
El canto como presagio, de mal agüero. El olor del mineral en el agua, sigue llegando el olor a metal. En Seol está lo difuso, la estación que no llega.
Isabel Guerrero, configura la lengua en una presencia húmeda "en las floridas estaciones" se evoca el recuerdo. El día mide el tiempo y el tamaño del miedo en los temblores.
En el Valle central se encuentra el poema "Santiago Primaveral", en él se escuchan los gritos, bajo la sombra en la plaza Baquedano, la tortura, los detenidos.
En su poema "Fuimos paraíso" nos dice: Para ser raíces/ que algún día brotarían en lenguas/ pero las palabras en los muros/ olvidaron sus nombres.
Allí tenemos por herencia el color de la noche, el sabor a quemado.
Miramos la devastación, estamos en suspensión, el cóndor no puede retornar a su vaciado Andes. Y no alcanza nuestra mirada para encontrarlo.
El desterrado de la tumba es un símbolo de lo humano. El reconocernos en la perdida con la derrota como sordera colectiva e individual.
Retornemos al origen de las lenguas cuál era su propósito el apóstol Pablo, quien escribió: Las lenguas son para una señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos. (1 Corintios 14:22).
Quienes escucharon a los discípulos de Jesús en Pentecostés dijeron: Los oímos hablar en nuestras lenguas acerca de las cosas magníficas de Dios (Hechos 2:11).
Sostenían que los dones incluido el don de hablar en lenguas era temporal.
Pablo escribía en Corintios y sostenía: Hablar en lenguas puede ayudar a expresar lo que hay en tu espíritu, lo que no puedes decir con las palabras.
Y que sucede con los que nos perdimos en el camino, dónde las estrías no concuerdan con la piel que era nuestro paraíso.
Nos reconocemos en la herida, es así que la unión de los títulos de sus poemas de la primera parte de Seol la autora sostiene:
"Desde el óvulo sangrante/ desperté nadando en la misma casa/vuelvo a la mudez/ fuimos el paraíso/ desterrados de la tumba/ la historia ha sido el epitafio".
Es así que aquí estamos los otros, que somos mayoría, una epidemia que por vida nos muestra nuestro Seol.
Aquí donde los ojos son de agua y olvido.
Valeria Sandi
Bolivia, abril de 2020.
VUELVO A LA MUDEZ
1
vuelvo a la mudez
de una fotografía colgada al esqueleto
que vio crecer a una niña
hablando con los perros
y no fue el parpadeo al aire
ni el hacha al sol
lo que hizo de la luz
una verdad lanzada al rostro
de esa pequeña
sólo recuerdo que era yo
descubriendo la humedad en la retina
que luego fue olvido
y silencio
hoy no soy más que una duda
prestada a la lectura del poema
en busca de su origen
si la sangre de esa infancia
no hubiera subido como hifema
la ceniza que reclama mi instante
estaría en paz
pero larga es la venda
que oculta el abandono
la porción del espanto
no vale al mirar por la hendija
de la niñez trenzada
como pago para ser feliz
ni ser semilla ni ser planta
en el paraíso de las tormentas
la rabia quizás lo valga
por ser espejo que dice
no estoy aquí
no soy yo
no es verdad el acto de llorar
la vitalidad o negación
de la frontera que es mi cuerpo
no es fácil hallarse frente a la memoria
cuando ésta ahoga con sus tentáculos
todo un continente
no es lógico enmendar un destino
que trice el mapa
y quite la mueca natural de los fósiles
2
no hay patria en la isla de los muertos
ni teta que regurgite en canto un solo instinto
aunque de pie flamee la bandera
y desconozca los colores que tiñen mi genética
o repliquen en mi lengua un idioma
que no es el de los perros
los ladridos que acompañaron mis primeros días
lamieron la frente
donde lo dulce se volvía agrio
para la lengua que pronto comenzaría a hablar
del canto que logré despejar de la garganta
sólo quedó una pizca donde afirmé mi ser
y qué fue eso
sino la inundación que escapa
como burbuja hacia las nubes
donde nada importa
más que las aguas
volviendo una y otra vez por los pasos
de lo que no sabré
de ese líquido
contenida fui al círculo del golpe
como normalidad de lo humano
espacio geométrico irrumpiendo
lo múltiple de mis noches
me cree bestia destinada a la tumba
en ese mar
que ve mi costra como un río seco
sin horizonte que pueda abrigar la infancia
que pide a gritos despertar del sueño
LA HISTORIA HA SIDO EL EPITAFIO
la historia ha sido el epitafio
del cadáver
que nada en la tumba
desde tiempos remotos
eso no lo saben aquellos
que nacieron para ser devorados
por los infiernos
en cambio
los pájaros voltean sus alas
y migran hacia las raíces
cuando el desborde de los milenios
traspasa los continentes
por eso habrá de esperarse
que los nidos vacíen sus plumas
antes de que el cielo se quiebre
y el agua inunde los patios de la catedral
SERPIENTE DEL VALLE
al Valle de Huasco
la serpiente husmea la cola
de los ríos que nunca llegarán al mar
el resto del caudal
lo deja para ser fuego en las costas
que prenden sus sabores
en aceitunas ahumadas
y cerdos grotescos
sabe el culebrón que en los ríos
se beben las cordilleras
y que el metal pulido
es agua de pájaros
que observan
desde lo alto
la inmensidad
no sabe
que bajando al mar
las grises arboledas
esperan ahogar la carne
como si fuera rastro
de plumas
quemándose a través del sol
muerto está Alicanto
le gritan las tumbas
y la serpiente corta
con su lengua
el río
sed de luz
marino norte mineral
DESIERTO DE ATACAMA
a los desaparecidos en dictadura
allá donde las raíces
azotaron en muros
de piedra cáliz
justo en el horizonte
más seco del círculo
allá donde hirvió el agua
en la copa de los cuernos
fuego ceniza
disuelto el tronco
del continente amarillo
allá escondidos
se arrastran los huesos
en el plano de las profundidades
testigos de la matanza
peces vela
cristos marinos
hunden los ojos
bajo el salar del olvido
allá algún día el cementerio
se abrirá a los bosques prehistóricos
y la arena movediza de cetáceos
sin tiempo
restaurará con cinceles
las almas que sopla
el viento loco
hemos de guardar entonces
las cruces
para cuando la marea suba
y arroje los cuerpos
que tanto hemos escarbado
para encontrar
OTROS TIEMPOS PARA UN CÓNDOR
ni siquiera en la casa
de las vírgenes
pudo abrazar la noche
el cansado vuelo
del kuntur
varios tonos
en piedras tatuados
felinos, volcanes
y peces
bastiones del tiempo
que erraron la caída
en su nombre
la inmensidad no basta
para el silencio
que por los siglos vendrá
y nadie asume el peso
más que la extensión
de sus alas
dónde nieve y roca saludan al sol
y el roce con el viento es canción
que jamás se escuchará para la historia
ave esculpida
en el portal del cielo
una estrella sigue ahuyentando
la prepotente lanza
que espera vaciar los andes
no mires a los ojos del cóndor
la casa está abierta
***
ISABEL GUERRERO (Rancagua, Chile – 1985) Profesora de Castellano y Filosofía. Actualmente es directora de Revista Mal de Ojo. Publica “Poemario Obstinado”, por Editorial E-Lit, 2013. La plaquette autoeditada “Anzuelo” 2015, y “Trazos de una obra por hacer”, por editorial Conunhueno 2017, Co-editó la Antología “Pachamar, por la unión de los Pueblos Latinoamericanos” junto al poeta César Hidalgo en 2018, bajo Editorial Conunhueno. En junio de este año publicará su libro "Seol" bajo el sello de la misma editorial. Ha participado en Encuentros y Festivales Literarios en Chile, Colombia, Argentina, Bolivia, Perú, México y Cuba. Organiza, colabora y participa en instancias artísticas, políticas y sociales tanto en Santiago como en el extranjero. Su obra ha sido publicada en revistas y antologías nacionales e internacionales destacando “Voces de América Latina” (editorial Mediaisla. Estados Unidos 2016) “Salt of boundaries” (Editorial Don Quijote. Siria 2017) “Entramar” (Sakura Ediciones, Colombia 2018)