Bruma - Niños de la ciudad invisible
A propósito de Bruma, de Omar Garzón, y Niños de la ciudad invisible,
de Leandro Sabogal
Apostamos nuestras vidas a monedas invisibles que giran en el aire, como un libro a cuatro manos (en el caso de que los autores sean ambidiestros, cosa que desconozco por completo) la moneda y el libro son testigos silenciosos de nuestro destino marcado, la gravedad y la poesía en el mismo juego son presagio de honestidad, y no podemos huir impunes de ellas, muchas de estas instantáneas de vida es lo que encontramos en el libro Bruma (Omar Garzón) y Niños de la ciudad Invisible (Leandro Sabogal).
Desde la doble portada, obras del magnífico ilustrador Jean-Paul Zapata nos encontramos un lenguaje dispuesto a construir nuevas estéticas, más cercanas a un mundo en llamas, imágenes apocalípticas para un domingo soleado, el punto, la línea y el color en complicidad con la palabra. Al adentrarnos en las palabras de estos dos escribanos sobrecoge la complicidad, lejana a la complacencia, porque los dos conservan su voz, sus ritmos, sus búsquedas, son habitantes del mismo caos pero cada uno logra susurrarnos al oído sus peores pesadillas y sus más bellos anhelos, tanto Leandro como Omar logran versos de esos que no hay que adornar con calificativos para que saber que sobrevivirán en quien se adentre en ellos, salud señores, han logrado un gran proyecto.
Es extraño encontrar este tipo de apuestas en el panorama editorial colombiano, pero Piedra de Toque logra dignificar la labor de las editoriales independientes, esto ya no es casualidad, en su libro ASMA de los escritores Edwin Gamboa y Fabio Delgado, el rio ya sonaba con fuerza de avalancha.
Javier Moyano
Docente universitario y poeta
Poemas del libro Niños de la ciudad invisible de Leandro Sabogal
Día de disfraces
I
Fui el niño araña por un día
escalé sillas y mesas
celebré las telarañas de mi cuarto
y luché por la justicia.
Fui incapaz de mantener
mi identidad en secreto
mi máscara tuvo que ser viciada.
Pudo más mi antojo de dulce.
II
Fui un karateca.
Golpes mortales al aire y al tiempo
fue la primera vez que escapé de casa
camuflándome entre lobos.
Solemne y devoto.
La danza del dragón rojo y el fuego
yo creía ser el elegido
hasta que me bajaron del escenario.
III
Fui anciano de caminar lento
con bastón y arrugas profundas.
Jamás me sentí tan solo, como ese día
excepto, cuando un pirata y un zombi
de burlaron de mí.
Amé. Sí. Amé.
Como solo se ama en la vejez.
Si yo tuviera tu cuerpo
¡oh! tierno joven
y mi experiencia
no haría más que amar
con un afán mortal.
Cuántas hadas y felinas
cuántas doctoras y princesas
supergirls y monjitas
cuántas brujas y mujeres maravilla
Para amar en este parque.
Pero ya no me habitan.
Noche final: Aves en mi cabeza
¿Cuándo sentarás la cabeza?
Un día la abriremos y bandadas de cotorras
escaparán de ella.
Ismael Serrano
Escucho aves en mi cabeza.
Me lamento al pensar que están enjauladas
Imagino que sufren de calambres en sus alas
apretujadas en mis estrecheces mentales.
Podría abrirme una grieta contra el muro
y fantasear que sus cuerpos majestuosos
titilan en la lejanía.
Pero no tiene sentido demoler la fuente
de la que sus vidas penden de un hilo.
Escucho aves
Aves en mi cabeza.
Puede que apenas estén rompiendo sus criptas
Puede que apenas estén rasguñando sus cáscaras.
Lanzo mi vista con fuerza
para hallar nuevos rumbos en la lontananza.
Dejo que mi mirada vuele y encuentre más cielo
para cuando mis aves extiendan sus alas
y emprendan su primer viaje.
Siembro un bosque para sus noches
Para que
hagan nidos en las ramas más altas
y se alimenten de mis insectos más íntimos.
Escucho aves en mi cabeza
y soy más cuidadoso.
Porque permitir que las vendas se amañen en mis ojos
es una forma de cortarles sus alas.
***
Poemas del libro Bruma de Omar Garzón
XI
(o el papá que una vez fue oscuridad)
No sabía lo que era. Pero, ahora lo comprendo.
Era tu luz que me cegaba y a la que temía.
Tu voz que me golpeaba en las laderas de la infancia.
Tu haz que de improvisto me partía en las mañanas.
Tu cruz de ebrio que era también mi cruz de niño insomne.
Esa vez en que no sabía lo que era pero lo supuse:
Era tu rostro que visitaba mi reflejo algunos días
en un espejo que me mostraba el laberinto de mis ojos
y que me señalaba como declarándome culpable
de la vida, de la noche y de la muerte que aún no conocía
pero que me llamaba a gritos desde mis edades más tempranas.
No sabía lo que era. Pero, ahora todo es claro:
Toda pretenciosa luz es negación y desarraigo.
Toda iluminación impuesta es amputación y herida.
La búsqueda constante es la verdadera claridad.
Tierra del cóndor
I (Cota)
Son las palabras
la humedad latente
que se torna luz
y sombra; niebla y verso
en las plantas de mis pies.
II (Gachancipá)
El rocío es la voz
que se oculta en el prado.
Verso no dicho
palabra no alcanzada.
El rocío: poema que cae.
III (Las cinco piedras del norte)
En el pie de la sierra descubrí
la sal y el rugido del guerrero
cuyo eco llegaba hasta el cerco.
Es Nemequene.
Desde el cerro fuerte arrojo piedras
al eterno corazón del Zipa
(Gran aliado de los labradores):
Buen Tisquesusa.
Sagipa ve a papá sol sobre Bacatá
mientras su cabeza roja cae en este río
que ahora piso y en el que nunca me bañé…
¿Cuántas voces se resguardan
en las plantas de mis pies?
IV (El Rosal)
Esas palabras
ocultas en la lluvia
toman la forma
de tu verso y tu sombra
en el umbral del árbol.
A Milton Campos
***
Leandro Sabogal: Artista plástico, poeta y cantautor colombiano, (Villanueva Casanare, 1986), Licenciado en Música de la Universidad Pedagógica Nacional. Gitano por adopción.
Es bastante complejo situarlo en una sola disciplina artística. Quizá por el estilo visual de sus creaciones, ya sean musicales, pictóricas o poéticas. Habrá que hacer eco a su credo estético: "un pintor de canciones y poemas". Pinturas cantadas, poemas dibujados, poemas de otros autores hechos canción, dibujos en vivo en conciertos de otros artistas. Así y de otras formas puede uno encontrar a este artista. Quizá será más fácil comprender su poesía o sus canciones si uno se imagina que son cuadros hechos por un niño; expuestos en un museo, en la sala de una casa o un mural callejero.
Antologías en las que hace parte:
Fundación el pretexto, “Palabra libre”, 2009;
Editorial Dunken, “Las letras del face”, 2013;
Editorial cuervo de papel, “El rayo que no cesa” 2013;
Ulrika editores. "Ríos paralelos III" 2019 - antología poética taller UPN.
@leasabogal @effimerus @delavitt
Omar Garzón: Poeta y autodidacta con textos publicados en antologías, periódicos y revistas de
Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, España, EE.UU., Guinea Ecuatorial, México, Nicaragua, y Venezuela. Sus poemas han sido musicalizados por el cantautor Leandro Sabogal y traducidos al francés, inglés e italiano. Trabaja como directivo en el Colegio Van Leeuwenhoek, Director Ejecutivo de la Corporación ESHAC, Director Administrativo del Liceo Antonio Nariño Director de la Revista Occidente XXI y Director del programa radial Agridulce. Blog: farodesnudo.blogspot.com
Libros: Faro desnudo (Liga Latinoamericana de Artistas. 2011), Flores para un ocaso (Liga Latinoamericana de Artistas. Btá. 2013), Un poeta es un satélite en constante caída (Senderos Editores. Bogotá. 2015) y Bruma (Editorial Piedra de Toque. Bogotá. 2020).
Reconocimientos:
- Mención de Honor del Concejo de Bogotá: Líder Distrital de Paz 2019 (Bogotá, D.C.);
Cuarto lugar en el VII Concurso Internacional de Poesía El mundo lleva alas. Editorial Voces de Hoy. 2016 (Miami, EE.UU.);
- Finalista del Concurso Internacional de Aforismos. Cuponeta Ediciones-Logo Editorial. 2015 (México, D.F.);
-Finalista en el Primer Certamen de Poesía Rafael Maya. 2015 (Colombia);
-Tercer lugar en el XIII Concurso Internacional de Poesía Eduardo Carranza. 2015. (Sopó, Colombia);
-Segundo lugar en el I Concurso de microrrelato “Otoño e Invierno”. Diversidad Literaria. 2014 (España);
-Segundo lugar en el Concurso nacional de poesía “Poetas en Carnaval”. 2014 (Pasto, Colombia);
-Finalista 2ª convocatoria Mil poemas por la paz de Colombia. Fundación Plenilunio. 2014 (Cali, Colombia);
-Finalista Concurso “Nuevas voces para la poesía colombiana”. Corporación Ulrika. 2013 (Bogotá, Colombia);
-Tercer lugar en el Concurso Distrital de estímulos para la creación literaria. 2011 (Suba, Bogotá, Colombia).