Revista Latinoemerica de Poesía

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Das Buch der Bilder




La escritora Laura Merchán nos presenta una traducción original de los primeros cinco poemas del Libro de las imágenes del poeta Rainer María Rilke (1875- 1926). Las traducciones son fieles al sentido y a la movilidad de las imágenes que emergen en cada poema. Pese a que el carácter aglutinante de la lengua alemana no encuentra equivalencia en español, la traducción es fiel al ritmo en su sentido más arcaico y primario: «forma en movimiento» ρυθμός. Así, la versión aquí presentada, más que apegarse a la métrica, mantiene en primer plano la atmósfera de cada escrito y del Primer Libro comunicando los cambios sutiles en las escenas que dan paso al acontecimiento (Ereignis)


RAINER MARIA RILKE- BUCH DER BILDER / EL LIBRO DE LAS IMÁGENES

Das Buch der Bilder
(1902 und 1906)

*Gedichte aus dem Deutschen übersetzt von Laura Merchán Sánchez
Poemas traducidos del alemán por Laura Merchán Sánchez

 

Eingang

Wer du auch seist: am Abend tritt hinaus
aus deiner Stube, drin du alles weißt;
als letztes vor der Ferne leigt dein Haus:
wer du auch seist.
Mit deinen Augen, welche müde kaum
von der verbrauchten Schwelle sich befrein,
hebst du ganz langsam einen schwarzen Baum
und stellst ihn vor den Himmel: schlank, allein.
Und hast die Welt gemacht. Und sie ist groß
und wie ein Wort, das noch im Schweigen reift.
Und wie dein Wille ihren Sinn begreift,
lassen sie deine Augen zärtlich los…

 

Umbral

Quienquiera que seas: al atardecer
sal de tu habitación, allí dentro lo sabes todo;
por último frente a la lejanía está tu casa:
quienquiera que seas.
Con tus ojos, que apenas cansados
se liberan del desgastado umbral,
muy lentamente un árbol negro eriges
y lo pones frente al cielo: esbelto, solo.
Y has hecho el mundo. Y es grande
como una palabra que aún madura en el silencio
y comprenden su sentido según tu voluntad
se desprenden de tus ojos tiernamente…

 

 

Aus einem April

Wieder duftet der Wald.
Es heben die schwebenden Lerchen
mit sich den Himmel empor, der unseren Schultern schwer war;
zwar sah man noch durch die Äste den Tag, wie er leer war, –
aber nach langen, regnenden Nachmittagen
kommen die goldübersonnten
neueren Stunden,
vor denen flüchtend an fernen Häuserfronten
alle die wunden
Fenster furchtsam mit Flügeln schlagen.

Dann wird es still. Sogar er Regen geht leiser
über der Steine ruhig dunkelnden Glanz.
Alle Geräusche ducken sich ganz
in die glänzenden Knospen der Reiser.

 

De un abril

Nuevamente perfuma el bosque.
Se alzan las flotantes alondras
consigo se eleva el cielo que a nuestros hombros fue pesado;
aunque se veía el día entre las ramas – cuan vacío era-
mas tras largas lluviosas tardes
vienen doradas por el sol
las horas más nuevas
de las que huyendo de fachadas lejanas
todas las ventanas heridas temerosas baten las alas.
Entonces sobreviene la calma. Incluso la lluvia
cae más callada sobre el brillo de las piedras que se oscurece.
Todos los ruidos se agazapan completamente
en los resplandecientes capullos de los retoños.

 

 

Zwei Gedichte zu Hans Thomas sechzigstem Geburtstag

Mondnacht

Süddeutsche Nacht, ganz breit im reifen Monde,
und mild wie aller Märchen Wiederkehr.
Vom Turme fallen viele Stunden schwer
in ihre Tiefen nieder wie ins Meer, –
und dann ein Rauschen und ein Ruf der Ronde,
und eine Weile bleibt das Schweigen leer;
und eine Geige dann (Gott weiß woher)
erwacht und sagt ganz langsam:
Eine Blonde …

 

Ritter

Reitet der Ritter in schwarzem Stahl
hinaus in die rauschende Welt.

Und draußen ist Alles: der Tag und das Tal
und der Freund und der Feind und das Mahl im Saal
und der Mai und die Maid und der Wald und der
Gral,
und Gott ist selber vieltausendmal
an alle Straßen gestellt.

Doch in dem Panzer des Ritters drinnen,
hinter den finstersten Ringen,
hockt der Tod und muss sinnen und sinnen:
Wann wird die Klinge springen
über die Eisenhecke,
die fremde befreiende Klinge,
die mich aus meinem Verstecke
holt, drin ich so viele
gebückte Tage verbringe, –
dass ich mich endlich strecke
und spiele
und singe.

 

Dos poemas para el sexagésimo cumpleaños de Hans Thomas

Noche de luna

Noche alemana del sur, totalmente despejada en la luna madura
y apacible como el regreso de todas las historias.
De la torre caen pesadamente muchas horas
en su profundidad como en el mar-

y entonces un murmullo y un llamado de la ronda,
y un momento permanece vacío el silencio;
y un violín, entonces (Dios sabe de dónde)
despierta y dice muy lentamente:
                                              Una rubia…

 

Caballero

Cabalga el caballero en negro acero
hacia el mundo murmurante.

Y afuera está todo: el día y el valle
y el amigo y el enemigo y la comida en el salón
y mayo y la muchacha y el bosque y el grial
y Dios mismo ha estado puesto más de mil veces
en todas las calles.

Mas dentro de la armadura del caballero,
tras los más oscuros anillos,
la muerte se arrodilla y debe pensar y pensar:
cuándo saltará la hoja
sobre el seto de hierro,
la extranjera liberada hoja
que fuera de mi escondite me busca.
Dentro paso tantos días encorvados
que finalmente me estiro
y toco
y canto.

 

 

Mädchenmelancholie

Mir fällt ein junger Ritter ein
fast wie ein alter Spruch.

Der kam. So kommt manchmal im Hain
der große Sturm und hüllt dich ein.
Der ging. So lässt das Benedein
der großen Glocken dich allein
oft mitten im Gebet…
Dann willst du in die Stille schrein,
und weinst doch nur ganz leis hinein
tief in dein kühles Tuch.

Mir fällt ein junger Ritter ein,
der weit in Waffen geht.

Sein Lächeln war so weich und fein:
wie Glanz auf altem Elfenbein,
wie Heimweh, wie ein Weihnachtsschnein
im dunkeln Dorf, wie Türkisstein
um den sich lauter Perlen reihn,
wie Mondenschein
auf einem lieben Buch.

 

Melancolía de una muchacha

Viene a mi mente la imagen de un joven caballero
casi como un antiguo adagio.
Él vino. Entonces llega a la arboleda
la gran tormenta y te envuelve.
Él se marchó. Entonces te abandona
la alabanza de las grandes campanas
en medio de la oración.
Quieres gritar en el Silencio
pero lloras callada en lo profundo
de tu frío pañuelo.
Viene a mi mente la imagen de un joven caballero
quien tomó las armas.
Su sonrisa fue tan suave y fina:
como brillo sobre viejo marfil,
como la añoranza, como el resplandor
de la navidad en un pueblo lúgubre,
como una turquesa que se enfila
en perlas acendradas,
como el brillo de la luna
sobre un libro que se ama.

Laura Merchán, Bogotá 1989. Escritora y traductora. Profesional en Filosofía y licenciada en Filología alemana. Realiza estudios de maestría en la Universidad de Viena. Sus poemas y cuentos han sido publicados en diversas revistas y antologías del país.



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