Almanaque Bristol 1987
ALMANAQUE BRISTOL 1987
Por José Luis Díaz-Granados
Para mí, particularmente, resulta altamente satisfactorio registrar el nacimiento de este libro Almanaque Bristol 1987, de Alejandro Cortés González, por diversas razones, todas ellas evocadoras, placenteras y estéticas.
Sobra decir que el tradicional Almanaque que desde el siglo XIX acompaña silenciosamente a millones de seres que lo consultan como a un oráculo de elementales predicciones y soterradas consejerías, es en este caso, un título que seduce por su sencilla y abrumadora anunciación.
El poeta sabe o intuye que toda gran poesía es teatro de una acción y por ello ha acudido al viejo calendario de predicciones como cenit e hilo conductor de su palabra poderosa.
Alejandro escribe, reescribe, describe, recrea, se sorprende, se reta a sí mismo, se derrumba y torna a levantarse para inaugurar dimensiones e incentivar palabras contundentes para la inauguración, estancia y conclusión de cada poema.
Nos revive cómo un niño suena el timbre en las puertas vacías para después huir… ¿Para qué? Pues “para que la soledad no lo alcance”…
El autor en su Almanaque Bristol 1987 todo lo ve y percibe, todo lo capta, hace lo que le da la gana con la palabra, el respiro, el silencio o la pregunta, en la casa o en la calle, o en “Trilce”, o predica líneas anchas y audaces en medio del cotidiano recorrido por Bogotá la andina, mi ciudad…
Porque el niño-poeta recrea al abuelo en su búsqueda del “Almanaque Bristol” y al mismo tiempo el veneno para las hormigas en el centro de la ciudad, para así envolver en su mente dubitativa la alineación de los planetas con la posición de aquellos insectos que pueden ser quemados por el Agua de Florida, y porque, además, el idioma de Francia le hace ver que en Mardi o en el Martes o en Marte, ocurrió la Toma de la Bastilla.
Toda la oscuridad irracional nos es revelada en este libro que, como en el mar, insondable y cristalino, todo ocurre, todo lo indaga y donde nada responde como no sea “el silencio que nos escucha”…
Y como lo expresa el propio Alejandro: “la poesía es la forma del adentro y en ella somos una forma”, el autor entremezcla con fortuna tanto un domingo pintado de martes como un soñado viaje a París que súbitamente es cambiado por un matrimonio feliz y donde un famoso verso de Whitman resulta ser la definición de la llegada de un migrante.
Almanaque Bristol 1987, de Alejandro Cortés González es lo que es, un libro de poemas único e irrepetible, toda una cascada de versos todopoderosos, en contravía de la ingenua naturaleza, y “toda llena de murmullos, de perfumes y de música de alas”, con el alma sosegada y la mente intranquila…
Bogotá, 20 de noviembre de 2019
ALMANAQUE BRISTOL 1987
Enero existía para acompañar a mi abuelo a comprar el Almanaque Bristol y el veneno para las hormigas en el centro de la ciudad.
Luna creciente
Hoy va a llover
Los números de la suerte se ordenan con los signos del zodiaco
Los planetas se alinean con la posición de las hormigas
Eclipses:
Penumbral de luna para el 24 de mayo
visible en el último nocturno de José Asunción
Notas sobre la pesca:
Las hormigas no llegan hasta el pescado de la nevera
Notas sobre las mareas:
Cada pez muerto deja una ola huérfana
Tragicomedia en ocho cuadros:
La hormiga tiene una vida más que el gato
¿Sabía usted que
el Agua de Florida quema la piel de los insectos?
Curiosidades:
Mijo, recuerde que la buseta número 35 nos deja detrás de la casa
Mi abuelo devoraba todo lo que tuviera que ver con Francia, aunque sólo la vio a través del almanaque, la enciclopedia y un viejo diccionario.
Repita:
Lundi
viene de luna
y Cruasán es luna creciente
porque hay astros que nutren el pan
Mardi
viene de Marte y Marte de la guerra
La toma de la Bastilla ocurrió un martes
cuando Marte salió de Capricornio hacia la ira del sol
Mercredi
Praga es la capital de Checoslovaquia
Belgrado es la capital de Yugoslavia
Moscú es la capital de la URSS
Y si mañana en el examen de francés le preguntan algo que no sepa
responda Excusez-moi, Je ne me souviens pas
Jeudi
aujourd’hui il va pleuvoir
y no hay lluvia de la que no nazca un poeta
Vendredi
En las casas del centro de Bogotá
el tiempo ha detenido a la muerte
El centro es lugar de almanaques y venenos
Samedi
¿Sabía usted que
Francia eliminó a Brasil
el sábado que Platini cumplió 31 años?
Dimanche
Acuéstese temprano
Mañana lo despierto para llevarlo a estudiar
Todavía hay quienes comenzamos el año con un ritual de almanaques y venenos, y caminamos sin compañía por el centro de la ciudad.
Enero en calma
poco a poco galopa caballos de marzo
Y la ciudad pierde esa amarga belleza de las cosas solas
Ojalá llueva
A esta ciudad de agua la rige el santoral de acuario
Ojalá llueva
y que enero se ponga sin miedo sobre las cabezas
Enero es el estado gaseoso de las cosas
la victoria silenciosa de una hormiga
el último mes de mi abuelo
el comienzo de un giro alrededor del sol
Tiene el almanaque una nota sobre países que ya no existen:
Adiós Checoslovaquia
Adiós Yugoslavia
Adiós uniforme rojo con las letras CCCP
en el pecho de la selección de URSS
Notas sobre la pesca:
Si Poisson es pescado y Poison es veneno
en Francia se come a una S de la muerte
Curiosidades:
Yo vivo solo en el centro
y madrugo a estudiar francés
Cada enero busco veneno aunque no tenga hormigas
y compro el Almanaque Bristol como tratando de agarrar el tiempo
Ríase si quiere
pero casi lo logro
porque agarro la mano de mi abuelo
al otro extremo de mi mano de niño
- Abuelo, ¿cuál es la buseta que nos deja detrás de la casa?
- Ninguna, mijo. Ya el siglo se ha puesto de espaldas.
PUBLICIDAD PARA EL AFAMADO TRICÓFERO DE BARRY
Existe hoy una muralla entre los dos.
¿Por qué?
Porque ella abandonó el cuidado de su cabellera,
perdió los atractivos que la embellecían
y mató un afecto que pudo ser la felicidad de su vida.
Igual cosa puede pasarnos a todos, hombres y mujeres.
Conserve la hermosura de su cabellera,
combata tenazmente la caspa con el uso diario del afamado
Tricófero de Barry.
Anuncio en el Almanaque Bristol de 1932.
Un hombre y una mujer se amaban
El anuncio dice que ella tiene caspa
Yo digo que él también
Ellos ya no se tienen el uno al otro
La caspa es lo único que ellos
que se quisieron tanto
tienen en común
El Tricófero de Barry combate
-no elimina-
el amor que queda entre él y ella
Combate sin eliminar
Él y ella que tanto se amaron
despiertan con la almohada llena de pequeñas estrellas blancas
Soñarán acaso que van por el espacio
y que en algún momento tienen la posibilidad de eyectar
-eyectar, no eyacular-
a su pareja fuera de la nave
y lo hacen
y regresan solos
con una carga de estrellas blancas en el pelo
Cuando despiertan ahí está su pareja
Se levantan y sobre la almohada quedan las diminutas estrellas
Nadie deja a un ser amado por tener caspa
Pero si ya no lo aman
hasta la caspa puede ser un buen motivo para gritarle
¡Vete!
No te quiero ver más a ti
ni a tu almohada cósmica
Entonces él y ella se alejan
con dolor
con vergüenza
con melancolía futura
y con una piquiña en la cabeza
que ningún corazón roto puede aguantar
Así que aplícate el afamado Tricófero de Barry
que combate
-no elimina-
y te puede alejar de la cabeza esa galaxia de estrellas blancas
sin devolverte el amor
¡Úsalo!
No sabemos qué significa Tricófero
no sabemos quién fue el tal Barry
no fuimos publicistas en 1932
pero hoy
tampoco sabemos nada nuevo del amor
ni del universo
ni de su lluvia blanca sobre las cabezas de los hombres
¡Cómpralo tú!
Yo ya no tengo amor
ni pelo
así que estoy libre de toda caspa.
LOS MARTES SE PERMITE LA CACERÍA DE MORSAS
Te di un domingo pintado de martes
Un colmillo besado por el ártico
Se lo quité a una morsa
Lo doblé en cuatro partes para guardarlo en la billetera
Los martes se permite la cacería de morsas
y la extracción de lágrimas de maple
La lengua se te ha pegado a acuarios congelados
Escupe
Cuando todo es frío la saliva es el único abrigo
porque es cáustica
porque derrite
porque los colmillos de las morsas son débiles mortajas
Nos ha maldecido el fuego
Es poco el calor bajo tu abrigo
No desprecies los colmillos punzantes de la morsa
Cubre tus pies de domingo con mantas de arena
Cava un agujero con tu nombre
abrígate en él
y bebe aunque sea martes
Hoy tienes el frío de todos los domingos
Sobre ti las puertas y sus sangrantes narices
Besa la estalactita de morsa que su corazón grasoso ha cedido para mirarte desde los minúsculos ojos de los dientes
Dime que rasgarás la guitarra por los días que estuvimos en la playa
bebiendo el vino de los patios
en una tierra donde los patios aún son el corazón de las casas
¿Has visto las lágrimas congeladas de las morsas?
Tienen la forma de las medialunas que las cobijan
y de los colmillos con los que rugen una semilla de plegarias
Toma este colmillo
cuélgalo alrededor de tus gélidos domingos
Mis dientes ahora lejanos
aún sabrán morder el hielo.
IMAGISMO GRIS
Vestido de gris
el hombre es uno con la ciudad proletaria
con el humo de las chimeneas
con los bostezos que imitan la niebla
con los pasos llovidos sobre el pavimento
En la oficina se quita el abrigo gris
y el saco gris
y la corbata gris
y se los pone de nuevo al final del día
como una cebolla que recupera el rutinario revés de sus hojas
Vestido de gris
se es una sombra que ya no contiene a un hombre
Un piñón más de un inmenso engranaje
que se mueve a voluntad de un botón o una palanca
En la habitación se quita el chaleco gris
y la camisa gris
y el pantalón gris
hasta quedar desnudo entre las sábanas
Todas las cebollas debajo de sus hojas
tienen una lágrima asfixiada.
PARÁBOLA DE LOS NIÑOS Y LOS PECES
En casa tuvimos una pecera con bastantes peces
Creo que vivían como nosotros
Con esa dificultad de movimiento que no deja darse cuenta de que en el espacio entre uno y otro se iban los días de agolparnos contra los cristales para ver el agua
y las luces
y el pesebre
Íbamos a crecer uno detrás de otro
Íbamos a morir uno detrás de otro
En todo lo cercano se incuba la ineludible vocación por la distancia
Los días de la pecera fueron los días felices
Ahora lo sabemos cada vez que el agua nos mira
De la primera casa
sólo nos queda la corteza fósil de una proximidad
la pecera rota
y un poco de sal en las escamas.
POSTAL SEPIA DE LA CIUDAD ANOCHECIDA
Sepia es el vestido de noche de las sombras
Lagartija de luz que trepa edificios y descansa entre las grietas
Las losas de la catedral son guarida nocturna de rayos de sol
Por eso son sepias
porque el tiempo se recoge al interior de las piedras
Sepia es la voz de las estatuas
la luz de las fotos viejas
el aceite que se extingue cuando se apagan las lámparas
Después del sepia
la luz se disfraza de pasado
y la oscuridad merodea desnuda porque todo lo abierto es una sola grieta
Sepia es el vestido de noche de las sombras
La última lagartija de luz
ha comenzado a temblar.
DATOS SOBRE EL NACIMIENTO DE LOS CARACOLES
El día que me pediste la mano vimos parir un caracol
Un molusco de dos sexos unidos
que arrastraba su baba sobre los rieles del tren
Pero no había trenes
ni tiquetes
ni viajeros
Sólo dos que se tomaban de la mano
en una estación abandonada
y veían parir un caracol.
Alejandro Cortés González (Bogotá, 1977). Ha publicado los libros Notas de inframundo (Novela, 2010), Pero la sangre sigue fría (Poesía, 2012), Sustancias que nos sobreviven (Poesía, 2015), Del relámpago nacerán luciérnagas (Novela, 2018), Instantáneas dominicales (Poesía, 2019) y Almanaque Bristol 1987 (Poesía, 2019). Ganador del Premio Nacional de Literatura de la Universidad Central en las categorías Novela (2009) y Cuento (2011) con “Él pinta monstruos de mar”. Ganador de la Beca de Circulación Internacional para Creadores del Ministerio de Cultura (2013), con la que participó en VII Festival Internacional de Poesía en París. Ganador del VI Concurso Nacional de Poesía UIS (2014). Ganador de la Beca para publicación de Obra Inédita del Ministerio de Cultura (2019) con el libro Almanaque Bristol 1987.Ha sido invitado a encuentros literarios en Suramérica, México, Francia y Canadá. Es director de talleres de creación literaria, director de la Fundación Trilce, coordinador del espacio cultural Trilce en La Galería y del Club de Poesía de la Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá.