92. Nikos Erinakis
Presentamos al poeta Nikos Erinakis (Atenas, 1988). Ha publicado dos libros de poesía: Pronto todo se quemará y tus ojos se iluminarán (Atenas, 2009) y En medio de donde cae la sombra (Atenas, 2013), así como la traducción de dos libros de poemas, uno de Georg Trakl y el otro de Paul Celan. La traducción es de la ensayista y traductora española Virginia López Recio.
[En medio de donde cae la sombra]
Cuanto hemos sufrido
Lo sufríamos tras la hipnosis
En el pesar de los límites continuos
Donde no hay uñas en las paredes
No hay normas
Las hemos cancelado todas
Y cuanto perdimos en la espera
Ahora lo escuchamos en una lengua que no dice de articularse
Υa acariciamos el césped que brotará
Sobre nosotros y nuestros países
Se extravieron nuestras culpabilidades
Y los remordimientos han ocupado nuestro lugar
Sabemos dónde se oculta la sombra del mar
Y dijimos
De hacernos agua
Agua sin recuerdo
En medio de donde cae la sombra
Juegos prohibidos
Como la oscuridad en épocas luminosas
Echamos a perder nuestras miradas
Las obsequiamos en las tardes más hermosas
Con las máscaras a medio poner con las que nos conocimos
No hay más lejos de aquí
La culpa la tiene la suciedad de la playa
Y la dificultad de las olas
Aguardamos el paso a la sustancia
Con extraños aromas
Acompáñanos ahora, fuego
Buscamos el día
Nombrando lo posible
Y respondiendo a lo imposible
Es la pasión de la negación
En la insaciabilidad del vuelo
Orden y sacudida
En jerarquía fluctuante
El el valle del vacío
Viviendo el recuerdo dentro del tiempo
Nos conocimos en un canto popular del absurdo
Con quien está en el mundo
Pero no de este mundo
Aún buscamos a dios
Que tropieza en nuestros pies
Extraños del recuerdo
Personas que habitan dentro de ti
Y que nunca has conocido
Traemos los deseos de la pasión
Así como los dondiegos huelen en las noches de septiembre
Nuestro calor llamó al frío
Y nosotros lo ignoramos
Acompáñanos ahora, fuego
En medio de donde cae la sombra
III
Conocías desde siempre el regalo
Y ahora llegan para ti
Pero tú duermes contra el viento
Y la mente la tenías en la mar
Preguntas a los muertos por la dicha
Era la armonía de la exageración
Te reconocí por el modo de mezclar las olas
con tus pasos
Me escondía tras los almendros
Te hablaban las palabras
Qué dios antiguo te vencería en el sueño
que te levantaste con ese sabor a derrota
Era lo desconocido de la melancolía
Y si quieres que cambie de pasiones
Conviértete tú en mi nueva pasión
De la eternidad a la vida
Cuántas fantasías necesitaremos aún
que hablen de nuestras bendiciones
Dejemos igual el dolor
Ya que por él me conociste y te conocí
No preguntes por qué
Pero no estoy aún preparado
Para días hermosos
Pareces haber guardado la muerte en las manos
Se ve en las líneas de tu palma
Háblanos pues de las rocas declinadas
Y de los soles que aparecen por el desánimo del abismo
No temas tu misterio
Tienes hombros que pueden soportar alas
Andamos por el celeste
por delirios de silencio
Así como conocimos nuestro país
Nadie lo ha conocido
Y si mañana todo termina
Nosotros permaneceremos aquí
Eternos en el aliento que fijamos
Tú la buganvilla y yo la parra
Una estupenda lucha en un balcón olvidado
Cercaremos al sol
Ya que lugar para nosotros solo hay en la eternidad
Pronto se quemará todo y tus ojos se iluminarán
cada cual busca una manera
de renacer en la vida
incluso si perseguimos lunas
incluso si perdemos a cada instante
al final siempre vencemos
todos nosotros aquí pues
llorando, nos echamos a reír
el juego únicamente se perderá cuando
los amantes se fascinen por el tedio
sólo nos queda juntar nuestras estrellas
y nos haremos destellos
pronto todo se quemará
y tus ojos se iluminarán
la próxima revolución
será revolución de belleza
[Quiero besarte allí donde la muerte parece más fácil]
Entusiasmada te descubrí
Entre almas de muertos que jugueteaban a tu alrededor
Y sentí tu lengua en mi sangre
Todos hablaban de esa ventaja
que me revelarías
Dime, pues, de dónde salen tantos muertos
No es un sentimiento la pequeña melancolía
Es el modo de que existas
Como cuando descansas el rostro en tus rodillas
Y miras afuera como escuchando las olas
De aquel mar al que renunciamos
Y si de nuevo encuentras enamoradizos los errores
Di cuánto no nos dolerá la esperanza
Si debo ceder
Cederé a la fantasía
Allí donde me encuentro llueve
Y tú estás bellísima en la fotografía
Soportas el Movimiento
La manía del pánico
Pero a nuestro rebelado eros
Lo amenaza todavía el amor
No sabemos decir te quiero
Sin sal en los labios
Viviremos entre dos espejos
Qué ha ido tan equivocado contigo
Para que me gustes tanto
Quiero besarte
Allí donde la muerte parece más fácil
Nikos Erinakis (Atenas, 1988) es Doctor en Filosofía por las Universidades de Londres y de Oxford. Ha realizado estudios en Economía, Filosofía de las Ciencias Sociales y en Filosofía y Literatura Comparada. Ha impartido Filosofía Política, Ética y Estética en Inglaterra y actualmente es profesor en la Univesidad Abierta de Grecia. Trabaja también como investigador y es miembro del Consejo de Dirección del Festival de Atenas y de Epidauro. Ha publicado dos libros de poesía: Pronto todo se quemará y tus ojos se iluminarán (Atenas, 2009) y En medio de donde cae la sombra (Atenas, 2013), así como la traducción de dos libros de poemas, uno de Georg Trakl y el otro de Paul Celan. La traducción al francés de su segundo poemario ha sido publicada en las Ediciones Desmos.