15. Fausto Marcelo Ávila Ávila
Nota y selección por Fredy Yezzed
Pintura de Fausto Ávila
Durante el cierre del V Festival de Poesía Latinoamericana en el Centro, en Buenos Aires, el pasado junio de 2013, el poeta mexicano José Ángel Leyva (Durango, 1958), director de la revista La Otra, leyó un poema que me conmovió hasta la médula. Se titula: “El poeta lleva un tiro en la cabeza”. El poema está dedicado a Fausto Marcelo Ávila Ávila el protagonista y motivo del texto; un poeta y pintor bogotano nacido en 1970 que vive literalmente con una bala en su cabeza. Leyva narrará en un artículo el drama del poeta colombiano después del desafortunado atentado: “Ya no intentaba escribir porque al momento de iniciar la redacción la mente le quedaba en blanco; todo cuanto leía lo olvidaba al instante. Pero de manera sorprendente se iluminó otra área del cerebro y comenzó a pintar sin haber tenido antecedentes plásticos”.
La crónica de vida de Fausto Marcelo Ávila Ávila bien puede ser el retrato de la violencia y la degradación de la sociedad colombiana, pero es además un caso aplaudible de mirar con el ojo de la dignidad que se levanta: un hombre que insiste en la poesía y la pintura como catarsis y opción de vida. Los poemas de Fausto Marcelo Ávila Ávila desde su síntesis y engañosa simplicidad hablan desde el hueso del dolor. Tal sinceridad y crueldad dan cuenta de una poesía llena de desesperanza, pero también de vida. Hambre, rabia y miedo son algunas de las sensaciones que se experimentan en sus pinturas y en sus poemas. Hay una correspondencia estrecha entre el ser humano y la obra. La violencia es en este caso la musa que dicta los versos.
José Ángel Leyvaantes de leer el poema donde se pregunta “¿En qué país en qué país?” hizo referencia a la “violencia que aqueja a Colombia y a México", agregó “que son dos países que se parecen mucho: hasta en la tragedia”. Compartimos el poema de Leyva que dio origen a esta nota, y seguidamente los poemas de Fausto Marcelo Ávila Ávila con la esperanza de que encuentre pronto el oído editor y solidario.
EL POETA LLEVA UN TIRO EN LA CABEZA
A Fausto
Pensaba que la muerte no dolía
mas sintió una explosión de dolor en la cabeza
Era un joven intenso de Colombia
Hombre niño viejo
Le gustaba arriesgar el corazón en la ruleta
y jugar a darle sentido a las palabras
a ponerle nombre a los sucesos
que la demencia y el horror definen innombrables
Se puso a revolver las letras del revólver
Se puso el chaleco salvavidas
Alquiló su vida como escolta
¿En qué país estoy? se dijo
cuando la bala le rompía la frente
y se alojaba estupefacta en el cerebro
Nunca perdió el conocimiento
ni la imagen vívida del arma
¿En qué país estoy? interrogaba a los curiosos
el guardaespaldas boca arriba
con ojos de poeta
de mártir
de extraviado
28
de suicida
¿En dónde sobrevivo? se pregunta
ese hombre cuando escribe
y le pesan los versos como plomo
y le vuelven los nombres de la muerte
¿En qué país en qué país?
repite la bala estacionada en la cabeza
José Ángel Leyva
Poemas de Fausto Ávila
Me levantaré
En la mañana,
Me suicidaré
Bebiendo mí veneno
Sufriré el doble
Y cobraré
A la mañana
Sus dolores.
De las mañanas
Cambiaré
El hiriente
Sol.
Duele
Hasta las lágrimas.
Caer,
Nacer.
Vivir con angustia,
Soñar soles
Lunas
Gotas de sangre
Caer,
Nacer
Morir
Poco
A poco
Dolorosamente.
Bebimos
Comimos
Lloramos
Nos abandonamos
Y morimos
En la ruleta rusa.
Salió
Al levantarse
Sonrió en la puerta
Sabía
Que al cruzar la muerte
La felicidad cerraría la puerta
Para siempre
Eso quería.
Las aves
Surcan el cielo
Van cayendo
Una tras otra
Al lago
Donde flotan
Cadáveres
De mis amigos
Los autos humean
Fogones artesanales
Como hoguera
Donde gruñe la bruja
Humean
Y sus lamentos llegan
Hasta la nube
Donde yacen
Los restos del sol.
Diré lo que tengo
-que decir-,
No de política
Solo de la muerte
Sueño y anhelo
Promesa
Única redención posible
No ahorraré palabras
Así no gusten
No escribo para el aplauso
O crítica
Lo hago por gusto
Y desinterés
No discutiré
Sobre por qué lo hago
Lo haré
Hasta redimirme
En la horca
O en la hoguera.
Del libro inédito Pequeño dios de la muerte
Fausto Marcelo Ávila Ávila nació en Bogotá 1970. Escribe desde los 12 años de edad. En 1992 empezó a colaborar con la revista Ulrika y el Encuentro Hispanoamericano de Poesía. En 1994 cursó dos semestres de Filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. En 1998 en la Corporación Nuevo Milenio hizo la coordinación editorial del libro Juego limpio. Ese mismo año se empleó como escolta hasta diciembre del 2000 cuando un “accidente de trabajo” lo hizo pensionarse. A partir de 2004 se introdujo en el mundo de la pintura. Su trabajo poético y pictórico ha aparecido en la revista Ulrika, El Tiempo y la revista Directo Bogotá de la Universidad Javeriana de Bogotá. Su obra hasta este momento es inédita.