91. Manuel Parra Aguilar
Publicamos una selección del poeta mexicano Manuel Parra Aguilar (1982). Entre otros, ha merecido el XV Premio Nacional de Poesía Amado Nervo; el XII Premio Nacional de Poesía Alonso Vidal y el Premio Internacional de Poesía Oliverio Girondo.
MÁS LE VALIERA MORIR
Though the birds have still´d their singing…
Imperecederos sounds, literature, sounds.
En Nueva York, al centro de rascacielos y la isla de Manhattan,
en un cielo reflejado de color naranja,
hay otros como yo que escucharon los sonidos
y otros yos harán lo mismo en otro siglo
aun cuando el tiempo haya terminado.
¿Y si no queda el sonido para que nadie lo escuche?
¿Qué se oye cuando nada se oye?
Sonidos, ecos de pájaros que se marcharon de Central Park,
excepto uno cuando las cosas me proponían dulcemente no creer en nada.
If all songs were only locked in this bird.
ENTRE BLOCK y cárter,
moviéndose entre el equilibrio de la oscuridad,
en el intenso ruido del anclaje de metales,
el cigüeñal inicia el recorrido sobre sí mismo,
se persigue en su propio eje horizontal
apenas suben bielas y pistones,
la permanencia del movimiento en el mecanismo de la idea y su origen,
el cigüeñal inicia el recorrido sobre sí mismo:
Gira en su oculto nido.
SOLO HORAS DESPUÉS
llegamos al Café house,
edificio en construcción de la calle Quiroz y Mora,
allí donde el viento arrancó algunas flores disfrazadas de petunias
y derribó retratos de manzanas estilo René Magritte.
Tú y yo
puestos a trasluz de locos ventanales donde no entró el frío,
sus cuatro horizontes dibujados en tu blusa color de agua, ¿te acuerdas?,
en los casi no siempre delicados servicios del mesero,
el aroma del café con los terrones de azúcar
y el 10% de propina, ¿qué importa si no canta Barry White?
Anda, dime, ¿a dónde iremos el próximo verano?
ASÍ ES EL DIFERENCIAL.
Tomar una curva sin perder la fijación de los neumáticos con el eje.
Así es el diferencial.
Trasladar la fuerza del motor/transmisión.
Así es el diferencial.
Su función es corregir la rotación de un neumático con relación al otro.
Así es el diferencial.
Los seis engranes que lo componen nos recuerdan que somos movimiento.
Así es el diferencial.
Un paisaje que refiere el orden.
Así es el diferencial.
Piñón, Corona, dos Engranes Planetarios, dos Engranes Satélites.
Así es el diferencial.
Todo instalado en un universo/caja rodeado por el equilibrio.
Así es el diferencial.
El Piñón hace girar la Corona en su plenitud.
Así es el diferencial.
La potencia inicia en la fuerza del cigüeñal.
Así es el diferencial.
Es allí donde se traslada la rotación hacia el eje.
Así es el diferencial.
Se compensa el giro de cada neumático.
Así es el diferencial.
Para el servicio, consulte el manual del fabricante.
Así es el diferencial.
Tomar una curva sin perder la fijación de los neumáticos.
Así es el diferencial.
Así es el diferencial.
AUNQUE LA RAMA CRUJA
Nunca antes me fue necesario llegar a Roosevelt, Avenue, Woodside,
la única calle que yo inventé,
y a donde me siento en la escalera del segundo piso como por costumbre,
sin entrar al departamento que yo inventé.
Nueva York se construye de anónimos sonidos, sonidos interminables,
sí, tiernamente,
sí, ciega, desordenada, te dije furiosamente.
Estas son las palabras amadas que yo hubiese dicho,
pero está bien, no vivo con mis seres queridos.
En cada esquina, nombre de inmigrante,
oigo acercarse al poema cuando las cosas se deterioran.
Un árbol cabeza-nido de pájaro me trae tu recuerdo que no termina.
En cada esquina, cada coche dirige el aire.
Mas yo sé bien que nunca he logrado entrar a departamento alguno.
EL POETA HABLA A WALTER PERCY CHRYSLER HACIA 1938
Ahora hablamos de la modernidad.
Ahora se habla de la modernidad como una idea.
Ahora esa idea busca una grieta por dónde escapar y dejar su quemadura.
Ahora hablamos de la modernidad.
Ahora se habla de reventar las venas para que fluya esa idea.
Ahora se habla irremediablemente.
Walter,
Do you hear how stops the machine in your head?
EN EL MEOW MIX CAFÉ
la joven mesera llena por
tercera ocasión tu taza.
Excuse; the annoying smoke to the cats,
cannot smoke in this area,
te dice con imperfecto inglés antes de marcharse.
Y tu estrategia de conversar con ella se viene a pique.
En realidad no es tan cruel abril:
Cada vez recibes café sin tanto pelo
YO ME SENTÍA UN extranjero más en Eindhoven
y ella no parecía más conmovida que yo
en aquella durísima temporada de invierno.
“Guten tag”, dijo su gafete
sin mover los labios cuando me le acerqué en la barra de la estación.
En el ruido predecible del tren se escondieron ligeramente las palabras.
¿Puedo decir que en verdad la conocí?
Tenían sus cachetes la dura quemazón de los países bajos.
Ahora los árboles habrán crecido y serán de nuevo interminables.
Le pedí el café más oscuro que pude conseguir por 2 €.
La boletera me despidió con un “Gute Reise, Amerikaner” para el camino.
Esto sucedió en Eindhoven.
DA EL SOL EN LA UMBRÍA
Aquel ligero trino del valle
donde alguien inventa el miedo.
Tú juegas con dos niños antes del retrato.
Una araña cazamariposas en el valle de México
trepa por tu sexo como una enredadera.
Se desparrama el día como una enredadera.
Pero su sombra ya no está,
ni los árboles han florecido.
¿Qué era lo que en verdad no conocíamos?
El juego del amor hubiera sido mejor no jugarlo.
Y en este lienzo al óleo no cabe ningún pájaro,
ningún eco de pájaro.
Manuel Parra Aguilar (México, 1982). Licenciado en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Sonora y Maestro en Estudios de Arte y Literatura por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Actualmente estudia el Doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Es autor de los libros de poemas Permanencias (en prensa), Breves (CECAN, 2017), Portuaria (ISC, 2014), Pertenencias (Mantis, 2014), entre otros. Ha merecido los Juegos Florales Iberoamericanos Ciudad del Carmen; el XV Premio Nacional de Poesía Amado Nervo; el XII Premio Nacional de Poesía Alonso Vidal; el Premio Internacional de Poesía Oliverio Girondo, organizado por la Sociedad Argentina de Escritores, SADE, entre otros.