"Contra la locura" de Soledad Castresana
Nota y selección de Diana Carolina Daza
Contra la locura de Soledad Castresana, se queda en la memoria como un tigre huérfano recorriendo una casa abandonada. Un diálogo entre una hija y una madre, o una madre y una hija, o abuelas y ángeles, o ángeles y demonios que no le temen a los hombres tristes clavados en la pared. Las preguntas de una madre a la que no le conocemos el rostro, nos encierran en un sueño, convirtiendo su miedo en el miedo de todas las madres, incluso las que aún no hemos parido hijas, ni tigres, ni pájaros, ni ventanas. Contra la locura es un eco, el eco del cuerpo:
“Un golpe de puño que en lugar de doblarnos nos levanta y nos hace ir hasta su cuarto para buscar entre las sábanas o debajo de la almohada la intensidad del grito”.
Cascada y laberinto son a la vez, la poesía de Soledad.
DeContra la locura
El ángel editor, Quito - Ecuador
2015
NUESTRA CASA
Ella tiene miedo de que ese señor triste con los brazos estirados clavado en la pared se le caiga en la cabeza mientras duerme.
Esta nunca fue nuestra casa, le digo. Estos miedos no son nuestros.
TODO SUENA
Primero fue el llanto, el gemido, el corte en la respiración. Después, gritó mamá. Ahora sabe mi nombre y me llama a mí. No a lo que soy para ella.
ANIMALES FEROCES
Que los tigres y los leones no te dejaban dormir. Que no eran malos,
que tenían frío y querían meterse en tu cama. Pero no había lugar para todos.
No importa. Esas cosas pasan, te dije, mientras sacaba las sábanas rajadas y empujaba a los animales hacia la puerta.
EL ARTE DE TEJER
Estoy con mis abuelas. Las peino, les pongo flores de colores en el pelo y collares de oro blanco. Las cargo en brazos y las llevo al sillón frente a la ventana. Es un solo cuerpo pero son las dos. Cada una con su peso.
Antes de irme, les arreglo la ropa y dejo las guajas cerca. Todavía no recuerdan cómo hablar. Entonces, tejen.
LAS VERDADES
Ella pregunta qué es ese ruido. Podría mentirle: hablarle de ángeles o enseñarle a rezar.
Es el miedo, le digo mientras tapo con almohadas las ventanas.
MIS MIEDOS
Veo a mi hija entregarse a lo que duerme como si nada fuera a pasar.
Mañana no habrá marcas en su cuerpo.
Tal vez sea cierto que no pasa nada.
POLVO DE HUESO
Crío a mis huérfanos como a mis hijos. Para darles de comer es suficiente un centímetro de piel, pero me gusta dejar la espalda al aire. Con su boca de ángeles se acercan a mi voz, cada paso afina su percepción de la distancia. Todavía no saben que son anzuelos los destellos en el agua y polvo de hueso lo que brilla en el camino cuando hay sol.
Acepten el miedo. Esta ventana es un espejo.
***
SOLEDAD CASTRESANA
La Pampa, Argentina, 1979. Licenciada en letras. Ha publicado los poemarios Carneada (2007), Selección natural (2011) y Contra la locura (2015). Este último recibió la primera mención en el Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero 2014, en Quito. Poemas suyos han sido incluidos en las antologías Poetas argentinas de1961 a 1980 (2007), Última poesía argentina (2008) y Un libro oscuro (2011).