Poema del Viernes # 8
Por Hellman Pardo
No es fácil abordar la poesía de Plath, llena de simbolismos, de traslaciones. Sin embargo, cuando leí por primera vez "Tres mujeres", comprendí su grandeza. Sus diarios superan párrafos completos de Nin, y tan arriesgada afirmación ya es mucho decir. Este lunes 11 de febrero se cumplen 50 años de su suicidio. Recordémosla por un momento con el último poema escrito por ella, cinco días antes de su muerte.
ABISMO
La mujer es perfecta.
Su cuerpo muerto muestra la sonrisa de ser real;
la apariencia de una necesidad
fluye por los pergaminos de la vida:
sus pies desnudos parecen decir:
hasta aquí hemos llegado, se acabó.
Los niños muertos, ovillados, blancas serpientes,
una jarra de leche, ahora vacía.
La mujer los ha plegado de nuevo hacia su cuerpo;
así los pétalos de una rosa cerrada, cuando el jardín
se envara y los olores sangran
de las gargantas profundas de la flor en la noche.
La luna no debe entristecerse,
está acostumbrada a este tipo de cosas.
Todo crepita, todo se arrastra, todo se muere.
Sylvia Plath