Revista Latinoemerica de Poesía

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El jardín



 

Nota y traducción de Laura Mora

 

Si Mohand (1848-1905) fue un importante poeta beréber* quien, después de perder toda la fortuna de su familia durante la colonización francesa en Argelia; decide tener una vida nómada en pueblos y ciudades de su país natal. De su vida se sabe más bien poco, salvo los poemas aquí presentes, icónicos en su región.

*Los beréberes son una de las comunidades norafricanas más antiguas del mundo. Hoy en día sus casi 65 millones de descendientes se establecen en países como Argelia, Marruecos, Túnez, entre otros países. Se caracterizan por tener una tradición netamente oral.

 

 

EL JARDÍN 

Tenía un jardín incomparable
de brotes gruesos y vigorosos
¡Dios proteja sus riquezas!
Un muro lo rodeaba para protegerlo,
una puerta cerrada era el camino
donde cuyo jardín no dormía.
Ahora que una tormenta se dirigió allí
la tierra barrió con todo,
ya no hay rastro del jardín.

 

 

LE JARDIN

J’avais un jardin incomparable
Aux pousses drues et vigoureuses:
Que Dieu protège ses richesses !
Un mur le fermait et l’abritait,
Une porte en condamnait l’entrée
Dont le jardin ne dormait pas.
Maintenant qu’un torrent y fut dirigé
L’éboulement à tout emporté ;
Il n’en reste aucune trace.

 

 

LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO

La pérdida de un ser querido
Ella murió lejos de mí:
la muerte escoge sus victimas
y Dios ínsita a la rebelión.
Oh tierra, no profanes
su belleza incomparable.
Oh ángeles, perdónenla por eso.
Hija de sangre común,
ella nunca desprecio al pobre:
¡Que sea resguardada del infierno!

 

 

LA PARTE D’UN ETRE CHER

Elle est morte loin de moi :
La mort choisit ses victimes
Et Dieu pousse à la révolte.
O terre, ne profane pas
Sa beauté incomparable,
O anges, pardonnez lui.
Fille de sangs généraux,
Elle n’a pas dédaigné le pauvre :
Qu’elle soit préservée de l’enfer !

 

 

EL POEMA

Este es un poema,
quiera Dios que sea de una hermosura
extendiéndose por todas partes.
Quien lo escuche, lo escribirá,
no lo dejara ir
pues quienes son sabios me aprobarán;
que Dios los inspire con misericordia
él solo puede salvarnos de eso:
¡Que nos olviden, no nos queda nada!

 


LE POÉME

Ceci est un poème
Plaise à dieu qu’il soit beau
Et se répande partout.
Qui l’entendra l’écrira,
Ne le lâchera plus
Et le sage m’approuvera ;
Que Dieu leur inspire la pitié ;
Lui seul peut nous en préserver :
Qu’elles nous oublient, nous n’avons plus rien ! 



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