Revista Latinoemerica de Poesía

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TESTIMONIO VEINTIUNO: La memoria



La mañana del 9 de agosto de 1945, cuando Japón aún no había sido capaz de reaccionar ante el desastre de Hiroshima, Estados Unidos lanzó otra bomba atómica sobre Nagasaki. Fueron ataques nucleares ordenados por el presidente Harry S. Truman.

El avión B-29 Bock’s Car despegó de la isla de Tinian rumbo a la ciudad de Kokura, objetivo inicial del ataque. El bombardero, pilotado por Charles W. Sweeney, llevaba en su interior una bomba atómica de plutonio a la que se había bautizado como Fat Man por su abultado aspecto. Las malas condiciones climatológicas y de visibilidad salvaron a Kokura de su destino, pero en su lugar se estableció como objetivo Nagasaki, un importante centro industrial. Dos minutos después de las once de la mañana, la bomba explotó sobre Nagasaki, repitiendo el horror de Hiroshima.

El ataque nuclear ejecutado por Estados Unidos fue el segundo de la historia tras el realizado sobre la también ciudad japonesa de Hiroshima tres días antes, y causó la muerte de unas 74.000 personas. Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 166 000 personas en Hiroshima y 80 000 en Nagasaki."Hibakusha" es la palabra japonesa con la que se reconoce a las víctimas sobrevivientes de los bombardeos en ambas ciudades. Literalmente, significa "personas afectadas por explosiones" y se refiere a las personas que fueron expuestas a la radiación.

 

 

NAGASAKI EN CADA ANIVERSARIO

 

Ana Merino

(Madrid, España, 1971)

 

 

I

Abandonas tu sombra en el camino

y te empuja la niebla a regar el otoño

con lluvia de cenizas.

Quizá te reconozca la añoranza de otros

que esperan que tus pasos delaten y murmuren

el nombre de la nube

que arrancó los cimientos de tu casa.

No sabrás si tus hijos

te llamaron a gritos con la boca quemada.

Si quedaron pupitres

con niños olvidados

o la tierra abrazó todas las almas.

 

II

EL último secreto que guarda la memoria

me ha dejado muda.

En esta tormenta que huele a pasado

se parten las ramas de todos los árboles

y un largo paseo me invita a ser alguien

que no reconozco.

Le han traído al tiempo la voz de otro idioma

y lleva las uñas pintadas de negro

como los fantasmas que no se acostumbran

a ser epitafio.

No quiero oír mañana que mi vida

espera un destino detrás de los sueños,

que no puedo ahogarme en este presente

que nubla la tarde

y entierra en su lienzo

a todas las sombras.

 

***

 

Poema tomado del libro: "Preparativos para un viaje" 1995. Ana Merino. 

Fotografía: ¨Niña corriendo del Napalm¨. Autor: Nick Ut. Vietnam. 1972.



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