¨Poemas muy violetas¨. Chary Gumeta
Por. Fabio Andrés Delgado Micán.
Poemas muy violetas es una radiografía del sufrimiento de un pueblo, es la historia de los que caminan entre las calles y van borrando sus huellas por el miedo. Me atrevo a decir que la poesía de Chary Gumeta es la voz de aquellos muertos que va dejando la injusticia de una guerra (teniendo en cuenta que ninguna guerra es justa) que se le ha declarado a unos inocentes que calificaron de culpables “Ya sin llorar/ Ya sin miedo/ Todos saludan con sonrisas a los criminales/ Como si fueran amigos o compadres. / La vida sigue/ Y nadie es inocente o culpable.” Es una bitácora de los que claman por justicia, pero la justicia honorable, no aquella que se esconde en las estadísticas de los noticieros, en los programas de farándula y las informaciones mediáticas que posibilitan los medios de comunicación.
Es entonces esta poesía la evidencia de que en el mundo giramos desesperadamente sin detenernos en los paisajes y sus atardeceres, nos atraviesa la muerte, la desdicha y no volteamos la mirada. No tendemos la mano y nos vamos acostumbrando al sufrimiento del otro y peor aún el de los nuestros “Estaciona ensimismado/ Nunca se entera que solo su espíritu/ Sigue caminando/ Su auto y sus pertenencias/ Han pasado a otras manos.” Pero también es la voz de la esperanza, la angustia de darle más oportunidades a la vida, no como un derecho escrito en las constituciones y en los libros que decantan a la humanidad, sino como eso que nos hemos ganado de tanto aprender a amar, a cantar con los amigos y hartarnos de esa alegría que nos da reunirnos para luego llorar ausencias, llorar el desamor y muchas veces el silencio. Puedo especular que poemas muy violetas es un intento por congregarnos y recordarnos que existe la injusticia y ante ella (la bestia como dice Chary) hay que combatirla entre todos y con alegría, así como se lleva la vida misma.
Para los jóvenes de Torreón
Y Monterrey
Dichosa la mirada sin miedo
Que aprendió a ver en este andar a tientas
Aquí hasta casarse es desafiar a la muerte
Y reímos nerviosos hasta de nosotros mismos.
Esta violencia
Ha marchitado las flores frescas
Ha acallado la risa de los jóvenes
La tranquilidad se ha interrumpido
Con enfrentamientos mortales
Con extorsiones y secuestros
Con cuotas de piso y desaparecidos.
La criminalidad es un perro
Que camina por todos lados moviendo su cola.
País que a veces ardes
O que a veces estás en calma
Te compadezco.
AYOTZINAPA
“Que bueno vivir aquí
Donde los policías juegan a la ruleta rusa
No apuntando el revolver sobre su propia cabeza
Sino a la cabeza de los adolescentes”
NICOLÁS SUESCÚN
Ejercer la palabra en México
Es peligroso
Callar es ser cómplice.
Estar vivos en México es un triunfo
Y dicen los políticos
Un peligro para la estabilidad nacional.
Dicen que vamos ganándole la delantera
A la delincuencia
Lo creo,
Porque ahora los bandidos
Ocupan puestos gubernamentales
Dejaron de llamarse ladrones de cuello blanco
Para convertirse en políticos
De manos ensangrentadas
Que nos han dado una esperanza efímera y falsa.
Rebelarse es sinónimo de ser revoltosos
Y las noticias
Dan una imagen equivocada de nuestra inconformidad
Y nuestra rabia.
Basta ya de esa tolerancia reprimida
De mostrar opacidad y ser mal vistos
Tomemos responsabilidad de nuestra conciencia
Y caminemos dispuestos
A enfrentar nuestros miedos
Sacudamos esa baja autoestima
Esa dejadez de nuestros ancestros,
Tomemos nuestras manos
Y unámonos por una sola patria.
Gritemos liberados de toda esa inmundicia
Que destruye a nuestra gente
Que deja sin oportunidades a los más necesitados
Que comercia con la necesidad de los miserables.
¡Vamos México levántate
Por amor no a Dios sino a ti mismo!
MEXICO
“A menudo silban balas o es tal vez el viento
Que silva a través del techo desfondado.
En esta casa los vivos duermen con los muertos.”
MARIA MERCEDES CARRANZA
Sigamos reinventando la paz
A ver si la encontramos.
Sigamos reinventando nuestras ilusiones
Y a nosotros mismos.
En algún momento caminaremos
Libres sobre esta mancillada tierra
Donde diariamente retoñan los sueños
Y se abren las manos para soltar palomas.
Es preciso
–Exijo–
Que ya no lastimen más a este país
Que ya no hurguen más en sus heridas
Sangran demasiado
Y sus desgarradas ropas
Muestran la violencia con que ha sido abatido.
Basta ya de envolverlo en miedo
De romperle el alma
De golpearlo hasta el cansancio.
Denle un respiro
Déjenlo llorar por sus penas a solas
Necesita hallar consuelo
Por la pérdida de sus mujeres violadas,
Desaparecidas y asesinadas.
Por sus hombres levantados,
Masacrados y asesinados.
Esta patria mía
Destroza su garganta a gritos
Pidiendo auxilio a un montón de sordos.
¿Qué sería de ella si no la abrazo fuerte?
Ella está sola
Espera que un grupo de valientes
Se inconformen
Y puedan rescatarla de las garras de la miseria.
…Y LOS MUERTOS MARCELA?
I
Romper con esta monotonía
Y perderse en la demencia
Es mejor que soportar el dolor,
La rabia, el temor y el olvido.
El velo de la razón querida Marcela
No es bueno cuando la tristeza
Es mayor que la alegría.
Que feliz sería que me declararan loca
Para no dar explicaciones sobre mi estado
De ánimo o los insultos a lo que nos rodea.
Me disgusta escuchar la demagogia
Vulgar y burlona de quien se aprovecha
De la ignorancia de un país o un pueblo.
Marcela, hoy no es igual que mañana
Y debes comprender que respirar hondo
No es lo mismo que inhalar aire
Porque aunque no me considero demente
Estoy a punto de declararme
“la reina de este manicomio”.
Y pensar que ser cuerda
Es vivir una mentira.
II
Te cuento Marcela,
Que en el paraíso ya no hay serpiente
Ni árbol con manzanas
Solo una pila de cadáveres que fueron expulsados
Por su Ángel de la guarda.
Nada es importante sino ilumina el cielo azul
Que esta sobre nuestras cabezas en ese momento.
No llores,
Tus lágrimas no serán la lluvia
Que tengan el poder
De revivir flores.
Mucho has hecho con acompañarme
En este camino gris y estrecho
Por donde sólo transitan los muertos.
Ponerme a descansar es tomarme un respiro
Para pensar y reanudar mis pasos
Cargando este cansancio y estas penas.
Negro es el futuro y también el luto.
¿Será que las almas vagan en el desierto?
Es sencillo,
Caminemos en silencio
Hasta que nos avisen las cigarras
Entonces será posible tener un diálogo con ellas.
Con las manos trémulas, tocare sus rostros
Descarnados y andrajosos por la pérdida,
Recibiré sus quejas y los encargos familiares,
Las lágrimas y los arrepentimientos.
La demencia debe ser un estado permanente
Para tolerar las desgracias de este mundo.
III
De verdad, Marcela, que hay que ser bien cueruda
Para no sentir los golpes del desprecio
O el peligro que existe en esta jungla de animales.
Tu sombra muchas veces me cubrió de la injusticia
Tan olímpicamente como quien camina sobre una pasarela.
No es sencillo ser mujer
En este mundo de machos hermosa Marcela.
¿Recuerdas cuando hui despavorida del que quiso
Cambiar mis rosas por vestidos?
Solo soy una huérfana del destino
A quien le toco cantar en un bus
De criminales malolientes y lascivos.
La calle amada Marcela,
Es la casa del vagabundo donde guarda recuerdos
Y platica con las piedras tratando de que lo comprendan.
En este país ser ciegos es más conveniente
Que ser decente o mirar demasiado.
Es vergonzoso saber cómo el verde material
“aceita” las manos de los pseudoperiodistas
Adoptan pases mágicos para ser mañana el más rico.
Aquí no hay más noticias que las del clima
O eventos deportivos
… y los muertos?
… y los desaparecidos?
… y los ejecutados?
Marcela, solo quiero estar tranquila
Tener una planta y un perro que me extrañe.